Animación social de personas dependientes en instituciones sociales


El/la profesional de Atención Sociosanitaria (PASS) tiene que conocer las características y necesidades psicosociales de las personas en situación de dependencia, potenciando su red social y para garantizar un acompañamiento sociosanitario de calidad a través del atención personalizada y la aplicación de técnicas específicas para el desarrollo de sus habilidades sociales y su adaptación al contexto institucional.
  
En el ámbito de la animación social el profesional de ASS colabora en las tareas de acompañamiento personal que son diseñadas desde el equipo interdisciplinar para favorecer la autonomía personal, la creación de nuevas relaciones y la integración de los usuarios en la vida comunitaria. Para gestionar las situaciones de gran carga emocional y minimizar el aislamiento y la soledad es necesario proveer de la ayuda, afecto y afirmación personal que los usuario/as necesitan es necesario conocer diferentes técnicas que van a favorecer la adaptación de la persona usuaria a la institución social. Entre ellas hemos visto: la confrontación, reformulación, interpretación, personalizar y comienzo,

· CONFRONTACION: Ayudar a descubrir los recursos internos y externos para afrontar una situación de sufrimiento o enfermedad.
· REFORMULACION: Devolver al usuario la información, transmitida con nuestras palabras para una buena comprensión. Importante la escucha activa (escuchar con compresión y entender el punto de vista del que habla) y la empatía.
· INTERPRETACION: Interpretar la información del modo en que la percibe la persona que ayuda
· PERSONALIZAR: El usuario debe tomar conciencia de que tiene un problema y asumir la responsabilidad del mismo, controlando así la situación
· COMIENZO: Cuando se acoge al usuario, se debe explorar el problema y comprenderlo, descubriendo así recursos internos y externos para resolver o mitigar la situación.

Las habilidades sociales son el conjunto de comportamientos que nos permiten actuar con eficacia en las relaciones sociales. Entre ellas encontramos: Primeras habilidades (escuchar, presentarse, presentar a otras personas, entre otras); Habilidades sociales avanzadas (pedir ayuda, disculparse, entre otras); Habilidades sociales relacionadas con los sentimientos; Alternativas a la agresión; Para hacer frente al estrés; y de planificación.

A la hora de intervenir en las habilidades sociales se analizan 3 factores o componentes que intervienen en la realización de toda conducta. A saber: conductuales (verbales y no verbales), cognitivos y fisiológicos

Con personas mayores en situación de dependencia, además de en el desarrollo y mantenimiento de las habilidades sociales, las áreas en las que un profesional de atención sociosanitaria puede trabajar o colaborar en el día a día son:

a. En la mejora de las relaciones familiares. Iniciando conversaciones sobre ellos o con las familias y el usuario/a.
b. En el desarrollo y mantenimiento de amistades. Felicitando sus esfuerzos por mantenerlas, dándole indicaciones de cómo desarrollarlas, haciendo de ejemplo.
c. En las habilidades relacionadas con el ocio y con el tiempo libre. Ofreciéndole feedback o retroalimentación positiva o de mejora sobre su desempeño en esas actividades, felicitando su participación e iniciativa, dándole indicaciones conductuales de cómo mostrarse competente socialmente en dichas actividades
d. En las habilidades de comunicación para interactuar con profesionales y servicios de asistencia. Haciendo de ejemplo o modelo, igualmente con felicitaciones por iniciativas que se anime a iniciar de presentarse o conversar con otros profesionales distintos.
e. En las habilidades para que afronten la jubilación, una enfermedad, un trastorno físico o la muerte. 
Con escucha activa y empática, puedo indagar para que cuente cómo lo vive, agradeciendo la confianza al abrir esa conversación contigo, conversando con él para confrontar ayudándole a descubrir los recursos internos y externos para afrontar dicha situación de sufrimiento o soledad, reformulando, invitando a que tome conciencia de que tiene responsabilidad y posibilidades de controlar la situación, invitándole a que valore alternativas, por ejemplo.

En aquellas personas que posean discapacidad, ya sea psíquica, física o sensorial nuestro trabajo relacionado con el desarrollo de competencias sociales puede ir en la línea de:

a. Contribuir a que adquiera habilidades sociales que ayuden a la persona con discapacidad a resolver problemas cotidianos de una manera adecuada y eficaz (pedir ayuda, denegarla cuando asi´ lo deseen, decir que no, explicar cómo se siente). En el entorno de los talleres de habilidades sociales aprenden y practican de manera descontextualizada diferentes habilidades sociales. Será con nosotras en las actividades del día a día, en las salidas al exterior donde tengan que hacer el transfer o poner en práctica lo aprendido en las simulaciones. En esos contextos no hay rutinas y deben gestionar lo que ocurra según lo aprendido. Podemos invitarles a que las practiquen, reformular y dar indicaciones de en qué consisten y cómo mostrarlas o gestionar los elementos cognitivos y/o fisiológicos que pueden entorpecer que salgan a la luz sus habilidades sociales. También podemos hacer de modelo para que repitan la conducta habilidosa, o felicitarles y darle feedback tras realizarl

b. Mejorar las habilidades de comunicación con su entorno, aumentando así la capacidad de resolución de problemas y, con ello su autoestima y su autoconcepto. Idem que la anterior, lanzando expectativas positivas de éxito pero concretando la conducta concreta que se espera que muestren para resolver las situaciones conflictivas o problemas que surjan con habilidades como la escucha activa (o habilidad para escuchar con comprensión y entender al otro desde su punto de vista) la empatía, la asertividad (o habilidad para expresar y comunicar los deseos e intenciones sin herirá a los demás) o el feedback.

c. Potenciar el uso de estrategia cognitivas que le ayuden a poner en marcha estrategias de resolucio´n de problemas ya sean sociales o personales (pensamientos negativos, ideas intrusivas respecto de su propia vali´a, agresividad con el entorno). Podemos recordarles cómo los elementos cognitivos pueden estar impactando en su éxito o fracaso a la hora de mostrarse competentes socialmente.

d. Identificar las ideas irracionales de la persona ante situaciones personales y sociales, que le dificultan resolver de manera adecuada la situacio´n, genera´ndole sentimientos de incapacidad, y ayudarles a modificarlas por ideas ma´s racionales y adecuadasd.

e. Enseñar a resolver de manera más eficaz las situaciones cotidianas para mejorar su autoestima. Podemos hacer de ejemplo o modelo, o recordarles describiendo cómo deben hacerlos.

f. Facilitar su independencia facilitará que desarrollen sus propias estrategias para mostrarse competentes socialmente. Ofrecerles apoyo y feedback será fundamental.

g. Trabajar en la mejora de la salud mental que disminuira´ los problemas psicosoma´ticos y la disminucio´n de problemas sociales. Recordarles esta idea, a las personas con algún tipo de enfermedad mental o trastorno del ánimo.

h. Aprender a identificar y a expresar sus sentimientos de una manera clara, sencilla y eficaz. Con el ejemplo o haciendo de modelo y con nuestro refuerzo o felicitación cuando se muestren competentes socialmente a la hora de gestionar sus emociones.

Dentro de las competencias sociales que desde la animación social se pueden promover destacan las habilidades de comunicación.

A la hora de establecer la relación de ayuda con las personas usuarias que recién se han incorporado a una institución sociosanitaria entre las habilidades comunicativas  deberíamos mostrar destacan la empatía, , la asertividad (estilo de comunicación asertivo) y la escucha activa. A nivel no verbal puede requerir que utilices una entonación adecuada o coherente con nuestro mensaje verbal (interrogativa, en baja voz para preservar la intimidad, por ejemplo), de la misma manera que supone utilizar una expresión facial, mirada, movimientos del cuerpo, y distancia corporal en coherencia con nuestro discurso e intención de apoyar, acompañar o ayudar a la persona en su proceso de adaptación: mirar a los ojos, no distraerse con otras conversaciones u objetos, dar la mano, ofrecer un pañuelo, sentarse a su lado, sonreir, entre otras.

Los problemas que se encuentran las personas con problemas de deambulación les lleva a precisar bastones, andadores, muletas, sillas de ruedas, por ejemplo. Las personas con dicapacidad visual pueden tener dificultades para identificar mensajes visuales, señales, carteles, avisos, semáforos, seguimiento de itinerarios. Las personas con discapacidad auditiva suelen tener dificultades para identificar señales acústicas, alarmas, voces, timbres. Y las personas con discapacidad intelectual o alteraciones cognitivas pueden tener problemas de orientación y confusión. 

Uno de los de los recursos del ambiente que va a potenciar la autonomía de estas personas son los sistemas que incorporan elementos de la domótica, como por ejemplo; sistemas informáticos para manejar el entorno de manera inalámbrica, camas articuladas y grúas, sistemas de avisos sonoros y visuales, controles de voz, encendido y apagado de las luces, entre otros.

La conducta es la manera personal de comportarse y actuar ante la respuesta da una situación o la forma en que reaccionamos ante los estímulos. Además de estímulos internos y externos los podemos clasificar en:
- estímulos psicológicos son los que afectan a las funciones psíquicas de la persona (pensamientos, sentimientos)
- estímulos fisiológicos (sueño, hambre)

Según la elaboración de la respuesta podemos encontrar conductas estereotipadas (repetitivas, mecánicas, sin motivo aparente, inconscientes), conductas aprendidas (intencionadas que suponen la eliminación de conductas estereotipadas) y conductas complejas (derivadas de la capacidad de razonamiento)

Existen numerosas teorías sobre el envejecimiento humano (ver también video y feedback caso práctico):
- Las teorías estocásticas defienden que los procesos que condicionan el envejecimiento humano se dan de un modo aleatorio, es decir, las alteraciones ocurrirían de forma aleatoria y se acumulan a lo largo del tiempo.
- Las teorías no estotásticas explican el envejecimiento basándose en mecanismos genéticos. Es decir, estaría predeterminado, una última etapa dentro de una secuencia de eventos codificados en nuestro genoma.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone dos grandes clasificaciones de la discapacidadCIDDM (clasificación internacional de las Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías) y la CIF (clasificación internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud).

En función de las deficiencias que provoca encontramos tres tipos diferentes de discapacidad: Discapacidad sensorial (debidas a deficiencias visuales y auditivas, por ejemplo); Discapacidad psíquica (discapacidad intelectual, como por ejemplo en el síndrome de Down); y la Discapacida física (parálisis cerebral , ELA, o el Parkinson)

Para realizar un proyecto de intervención con un grupo de personas en situación de dependencia se debe realizar un estudio de necesidad, planificar, ejecutar y evaluar o valorar los resultados y la consecución de objetivos. Al planificar hay que 1) identificar objetivos o metas generales y específicos, 2) concretar la metodología o tipo de actividades o acciones que se van a realizar incluyendo las técnicas como las dinámicas de grupo que suelen empezar con un saludo inicial , 3) temporalizar las acciones (ordenarlas en el tiempo) y 4), pensar en los recursos humanos, materiales y financieros.

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