ACOMPAÑAMIENTO PARA MEJORAR EL DESARROLLO DE HÁBITOS DE AUTONOMÍA PERSONAL ACOMPAÑAMIENTO EN LA ALIMENTACIÓN DE PERSONAS EN SITUACIÓN DE DEPENDENCIA CON APRAXIA


La autonomía: dimensión a atender dentro de un enfoque de cuidado de Atención Centrada en la Persona

La autonomía es la capacidad y el derecho de cada persona a tomar sus propias decisiones a lo largo de la vida. Promover la autonomía en centros implica admitir que las personas son dueñas de sus vidas y que el hecho de necesitar apoyos o cuidados para gestionar su proyecto de vida no debe implicar renunciar a tener control sobre sus asuntos personales y vida cotidiana.

La autonomía no es una capacidad fija ni absoluta. Depende, en primer lugar, de la competencia de la
persona (capacidad cognitiva, emocional, funcional), pero también de los apoyos que dispensa el entorno donde la persona se desenvuelve. Por otro lado, la competencia exigible a la persona para tomar una decisión o llevar a cabo una determinada acción, depende de cómo es ésta, especialmente de su complejidad (no es lo mismo decidir dónde pasar la tarde que gestionar un patrimonio) y de su potencial riesgo (no es lo mismo dar un paseo por una zona próxima al centro que realizar un viaje solo).

Cabe distinguir dos acepciones de la autonomía personal, como capacidad y como derecho:

La autonomía se puede entender, en primer lugar, como una capacidad que se ejerce por la persona
directamente, aunque se precisen apoyos para ello.
La autonomía se entiende, en segundo lugar, como derecho a que las personas desarrollen un proyecto
de vida propio, basado en sus preferencias, bienestar e identidad personal. Puede ejercerse de modo indirecto, a través de la representación de otros.

Por tanto, el desarrollo de la autonomía personal también se refiere a las personas con deterioro
cognitivo, demencia, discapacidad intelectual o enfermedad mental. En quienes tienen un deterioro
cognitivo muy avanzado la autonomía se promueve buscando el mantenimiento de la propia identidad
junto con el máximo bienestar de la persona, criterios que deben orientar las decisiones y actuaciones de quienes les cuidan o representan.

Apoyar la autonomía debe entenderse como un proceso ya que ésta se desarrolla a través de su
ejercicio. En este sentido, hablamos de empoderar a las personas. Empoderar significa alimentar un
proceso que reconoce, facilita y apoya el que las personas puedan gestionar y controlar su propia vida.

Es, por tanto, algo procesual, no es algo que se concede o se logra con una única acción o en un
determinado momento.

Implica, en primer lugar, partir del reconocimiento de la otra persona, de acercarse y de la cercanía,
escucha y de la empatía para poder así conocer sus valores, comprender sus necesidades y reforzar sus
capacidades. Conlleva, además, buscar apoyos personalizados para que la persona pueda decidir y
actuar, incluso aunque no logre el resultado esperado o se equivoque.

No podemos perder de vista que muchas de las personas que reciben atención en insituciones pueden llevar tiempo sometidos a procesos de desempoderamiento, lo que les lleva a.acostumbrarse, a resignarse a que los demás tomen las decisiones por ellas. Algunas personas incluso no han fortalecido esta capacidad a lo largo de su vida (personas con discapacidad, mujeres…).

Pero no debemos entender la autonomía desde la idea de que cada persona puede hacer siempre lo que quiera. Este es un error frecuente que en ocasiones se cree y que desvirtúa los enunciados de una atención centrada en la persona. No hemos de entenderla a modo de “barra libre”.


Los principales límites en la autonomía personal tienen que ver con el daño que este ejercicio puede
tener sobre la propia persona o sobre otras y también con los derechos de los demás. La autonomía debe entenderse desde el marco de la co-autonomía y la interdependencia.

La promoción de la autonomía no debe entenderse ni amparar una actitud de inhibición profesional. 

Los profesionales cumplen el importante papel de informar, asesorar, reflexionar conjuntamente con las personas, acompañar, buscar apoyos. El marco es un proceso de escucha, respeto y búsqueda de
decisiones compartidas.

La apuesta por la autonomía modifica en muchas ocasiones el rol de los profesionales. El apoyo a la
autonomía implica pasar de ser quienes deciden por el bien de la persona a quienes escuchan y acompañan. Los profesionales completan y apoyan la autonomía de las personas para que puedan tomar decisiones y tener una vida con mayor sentido.
CASO ANA
Ana tiene 80 años. Tiene diagnosticada una demencia de tipo Alzheimer y el deterioro cognitivo está afectando a la ejecución de ciertos movimientos voluntarios que le dificultan la realización de ciertas ABVD como la higiene personal y la alimentación. Ana lleva unos días negándose a comer. Su médico de cabecera ha descartado otras patologías físicas asociadas.

Muestra indicadores de Apraxia. Se conoce como el trastorno del planteamiento, el patrón temporal y la organización espacial del movimiento voluntario. Ana es capaz de manipular objetos previamente conocidos para esas tareas. Puede nombrar y describir la función del objeto pero no llevar a cabo dichos movimientos y funciones. Suprime elementos, omiten pasos alterando así las secuencias o no utilizan los objetos de forma adecuada. Tiene dificultades para imitar gestos. La Apraxia por tanto es el síndrome adquirido que se manifiesta en la alteración del control voluntario de los movimientos intencionales. Los personas con de Alzheimer van perdiendo sus habilidades para manipular objetos y comunicarse mediante gestos. Suelen ser alteraciones tardías en el desarrollo de la enfermedad, excepto las relacionadas con una serie o secuenciación de actos.

– Higiene personal: utiliza el cepillo de dientes para peinarse, dificultad para orientar y situar de forma adecuada el peine, el cepillo de dientes
– Alimentación: utiliza un cubierto no adecuado para el alimento (tenedor para cortar, tenedor para comer sopa,...), dificultad para realizar la prensión correcta de los cubiertos o para orientarlo en el espacio.
– Vestido: dificultad para ajustar la prensión manual en relación al tipo de prenda, ponerse un calcetín como si fuera un guante, se coloca la camiseta por las piernas, incapacidad para seguir la secuencia...

¿Qué tipo de asistencia necesita Ana para la alimentación? ¿Qué estrategias podría utilizar un/a Profesional de Atención sociosanitaria en dicho acompañamiento?

Higiene personal: cepillado de pelo,

Tras lavarme y secarme la manos, acompañaré a Ana al cuarto de baño. Le adelantaré lo que vamos a hacer con un léxico sencillo y gestos (tocarle el pelo si acepta el contacto físico) que vamos a peinar. Al llegar al baño, prepararé solo el material que necesita para la actividad: un cepillo. El cepillo lo dejaré sobre una toalla de color para que contraste sobre el lavabo. O sobre el lavabo si es que el cepillo no es blanco y tiene un color que contrasta sobre éste. 

Para promocionar su autonomía podemos partir de la idea de que Ana sólo necesita que el/la PASS le prepare los elementos necesarios para realizar la actividad y/o le haga indicaciones  o estímulo verbalmente, sin contacto físico, para realizar la actividad correctamente y/o evitar que represente un peligro. Entonces le indicaré oralmente y con un gesto que coja en cepillo. Si lo coge por el mango y ella empieza a peinarse le felicitaré y alabaré, "asi, qué guapa, muy bien, Ana" o algo similar. 


Si no lo coge tras mis indicaciones, tendré q    que colaborar físicamente en la realización de la actividad, es decir,  el/la PASS tendrá que participar en la realización física de la tarea que lleva a cabo la persona en situación de dependencia. Entonces tendré que  colocar el cepillo en su mano y si no se lo lleva hacia al pelo o se lo lleva a otra parte del cuerpo como la cara, o lo agarra con demasiada presión o por las cedras, delicadamente le llevaré la mano hacia el pelo diciéndole "!así, muy bien,...."  (evitaré decirle "así no"; mejor utilizar frases en positivo). 

En el caso, se nos dice que NO puede imitar los gestos, por lo que mejor darle indicaciones verbales u orales, y utilizar el contraste o una asistencia física parcial si las indicaciones no son suficientes. El objetivo es ofrecerle el apoyo mínimo para que participe lo más activamente de la actividad. En ningún caso debería ofrecerle una intensidad de apoyo mayor al que Ana requiere.  

Comentarios

  1. Ana, necesitaría una ayuda física parcial, ya que su deterioro cognitivo no le permite realizar la acción de comer por si sola.
    Las estrategias a utilizar serian:
    -Orientarla en el espacio, ayudarla mediante el tacto a localizar el plato, cubiertos, vaso,etc...
    -ayudarla a elegir el cubierto adecuado para realizar las acciones adecuadas, ejemp: cuchillo cortar, cuchara para sopa, etc...
    -Acompañarla a realizar el gesto de llevar el cubierto a la boca, ya que en ocasiones se descompasa
    -Ya que la presión con la que coje los cubiertos es desmesurada, le ayudaremos a que no presione fuertemente los cubiertos.

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  2. Alguien me puede ayudar con el supuesto práctico de , Celia ,Victor,Camilo?

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    1. Hola Jhr, ¿puedes compartir el contenido del supuesto práctico en este espacio? Estaré encantada de echarte una mano. También puedes enviarme un correo desde el apartado formulario de contacto.

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  3. En la residencia “La Fuente” han detectado la necesidad de acompañamiento en las actividades de la vida diaria de varios usuarios que se acaban de incorporar a la institución:

    Ángel de 75 años, presenta movilidad reducida desde que se operó de la rodilla y le han diagnosticado Parkinson en fase inicial, padece tensiones musculares principalmente en un lado y dolorosas en el brazo y hombro. Está siempre cansado y con bajo estado de ánimo.

    Antonia de 80 años, presenta demencia senil, tiene afectadas la toma de decisiones, orientación espacial, comunicación, razonamiento y memoria. No controla esfínteres.

    Enrique de 70 años, presenta Alzheimer en fase inicial, de vez en cuando se le olvidan cosas como nombres de objetos y personas. Tiene frecuentes cambios de humor y se enfada al ver que no puede controlar su entorno. Aunque razona adecuadamente, habla utilizando frases cortas y a veces mezcla ideas que no están relacionadas.


    Señala la necesidad de acompañamiento que tienen para la realización de las actividades de la institución y qué instrucciones se pueden facilitar.

    Me puedes ayudar??

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    1. Lee el caso de Dolores y teniendo en cuenta la importancia de promover la autonomía (la participación de cada persona en esas actividades valora según las competencias y afectaciones que presentan (a nivel físico, cognitivo o funcional) concreta la intensidad de los apoyos que prestará el cuidador en cada tarea. El enlace es éste: https://psicosociosanitario.blogspot.com/2017/11/caso-practico-grados-de-apoyo.html

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