EL SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO (SAD)


La ayuda a domicilio se enmarca dentro de la intervención con las familias. Esta intervención se lleva a cabo a través de un trabajo interdisciplinar donde pueden intervenir educadores sociales, psicólogos, auxiliares de ayuda a domicilio, técnicos de integración social...

Vamos a analizar en qué consiste este servicio y a continuación definiremos el plan de trabajo que debemos llevar a cabo.

Este servicio consta de una prestación básica que ofrece servicios sociales para una serie de cuidados y atenciones en el domicilio de aquellas personas con dificultades para valerse por sí mismas, con la finalidad de mantener o restablecer su bienestar físico, psicológico y social sin necesidad de tener que trasladarlas a otro centro, evitando así situaciones de desarraigo y desintegración social.

Tiene una función complementaria y se lleva a cabo por personal cualificado y supervisado por profesionales.

Además de esta atención personal al beneficiario, el SAD también com- prende aquellas actividades de limpieza de la casa, compra, cocina, lavado, plancha, etc., que forman parte de las actividades de la vida diaria del beneficiario.

Generalmente, la ayuda a domicilio suele ser prestada por los ayuntamien- tos, que la llevan a cabo directamente o la conciertan con empresas priva- das, cooperativas de trabajo asociado y organizaciones no gubernamentales como Cáritas y Cruz Roja.

El servicio de ayuda a domicilio tiene su origen en la orden del Ministerio de Trabajo de 19 de marzo, de 1970, que establecía el servicio social de asisten- cia a los ancianos, donde se recogía, entre otros aspectos, la organización de asistencia o ayuda domiciliaria a sus beneficiarios.

La Ley 39/2006 recoge, en su artículo 15, la ayuda a domicilio como uno de los servicios incluido en el catálogo de servicios que comprende dichos servicios sociales.

El objetivo de la ayuda a domicilio es prevenir y atender situaciones de necesidad, prestando apoyo de carácter social, psicológico y doméstico, facilitando su autonomía personal.

Funciones de la ayuda a domicilio

Las funciones de la ayuda a domicilio son:

■ Colaborar con la atención higiénico-sanitaria y el cuidado personal.
■ Rehabilitación social, previniendo la inadaptación y la marginación.
■ Apoyo psicosocial a los miembros de la familia, cuando el responsable- tutor no pueda hacerlo por sí mismo.
■ Mantenimiento de los canales de información y asesoramiento de los beneficiarios en su domicilio.
■ Apoyo domiciliario a los niños, mujeres y hombres ante situaciones graves de enfermedad y que se ven imposibilitados para la realización de sus actividades habituales.

Objetivos de la ayuda a domicilio

Además, podemos definir como otros objetivos de la ayuda a domicilio los siguientes:
■ Prevenir situaciones personales y sociales críticas: grave deterioro físico y psíquico, soledad y aislamiento, riesgo de accidentes domésticos.
■ Mejorar la calidad de vida de las personas con dificultades en su auto- nomía, potenciando cambios en las actitudes y conductas tendentes a mejorarla.
■ Retrasar, en lo posible, el ingreso en centros residenciales, incrementando la autonomía de las personas para que puedan permanecer viviendo en su casa el mayor tiempo posible.
■ Facilitar la realización de tareas y actividades que no pueden efectuar por sí mismas, sin interferir en su capacidad de decisión.
■ Fomentar el desarrollo de hábitos saludables (alimentación, higiene, ejercicio físico, etc.).
■ Adecuar la vivienda a las necesidades de la persona atendida, mediante reparaciones, adaptaciones y/o instalaciones de ayudas técnicas.
■ Potenciar el desarrollo de actividades en la propia casa y en el entorno comunitario, dentro de las posibilidades reales de las personas atendidas.
■ Aumentar la seguridad personal.
■ Potenciar las relaciones sociales, estimulando la comunicación con el exterior, y paliar así posibles problemas de aislamiento personal y social.
■ Mejorar el equilibrio personal del individuo, de su familia y de su entorno mediante el reforzamiento de los vínculos familiares, vecinales y de amistad.
■ Favorecer la prevalencia de sentimientos positivos ante la vida, desteRrando aptitudes autocompasivas

El servicio de ayuda a domicilio está pen- sado para atender a aquellas personas que no tienen esa autonomía suficiente, según hemos comentado. Sin embargo, no podemos olvidar a los cuidadores, ya sean familiares o profe- sionales. Estos cuidadores necesitan su descanso, tienen sus problemas y gestiones que atender.

Estas situaciones son las llamadas situaciones transitorias, las cuales también están atendidas y estudiadas por el servicio de ayuda a domicilio.

Situaciones que podemos encontrarnos en la ayuda a domicilio

Dentro de una unidad de convivencia, pueden darse situaciones donde sea necesario compensar dificultades de carácter permanente o transitorio y donde la ayuda a domicilio tiene un peso muy fuerte.

Las situaciones que podemos encontrarnos podemos diferenciarlas en la tabla que mostramos a continuación:

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