La intervención domiciliaria tiene intención educativa, esto significa que las actividades deben orientarse a que sea el propio usuario/a quien realice las tareas cuando tenga capacidad para ello, para lo cual se tendrá que instruir para la adquisición de habilidades básicas. Por ejemplo, enseñarle a preparar alimentos o a poner la lavadora o el lavavajillas, en lugar de hacerlo directamente la persona que lo atiende.
En aquellas actividades de la vida diaria en las que la persona usuario no precisa apoyo, el PAD no tiene que prestarle ayuda, dejaremos que las haga por sí misma y le reforzaremos positivamente, motivándole para que siga realizándolas de manera autónoma.
Colaboraremos físicamente con la persona usuaria en la ejecución parcial de ciertas actividades y utilizaremos productos de apoyo.
En las que no puede ejecutar por sí misma la tarea la asistencia física será máxima.
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