¿QUÉ ES LA ACCESIBILIDAD?
Según la RAE, algo es accesible cuando es de fácil acceso o de fácil comprensión. Atendiendo a esta definición, podemos distinguir entre tres tipos de accesibilidad, que juntos conforman la conocida como Accesibilidad Universal:
- Accesibilidad física: centrada en las personas con movilidad reducida.
- Accesibilidad sensorial: enfocada a personas con discapacidad visual o auditiva.
- Accesibilidad cognitiva: la menos “visible” de todas, destinada a facilitar la vida de las personas con discapacidad cognitiva, como las personas con TEA (Trastorno del Espectro del Autismo).
- Por tanto, la Accesibilidad Universal es la cualidad de los entornos para que cualquier persona pueda participar y disfrutar de los mismos de forma autónoma, independientemente de sus capacidades, necesidades o expectativas.
¿CÓMO SE DEFINE LA ACCESIBILIDAD COGNITIVA?
La accesibilidad cognitiva hace referencia a la comprensión del entorno. Un entorno es accesible cognitivamente cuando una persona:
- es capaz de entender e interpretar la información que proporciona
- domina la comunicación que mantiene con él
- puede realizar con facilidad las actividades que se desarrollan en el mismo
En el caso de las personas con TEA (Trastorno del Espectro del Autismo), por ejemplo, las barreras de naturaleza cognitiva a las que se enfrentan en su interacción con el entorno pasan no solo por la comprensión, sino también por la orientación temporal y espacial y la anticipación de lo que va a ocurrir a su alrededor. Adaptar el diseño de los entornos a las habilidades y necesidades de estas personas ayuda a mejorar su autoestima, su rendimiento y su bienestar, y favorece su inclusión y participación en la sociedad.
¿DÓNDE HAY QUE ACTUAR PARA CONSEGUIR UN ENTORNO CON ACCESIBILIDAD COGNITIVA?
Tal y como señala el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), el desarrollo de la accesibilidad cognitiva ha sido posterior al de otras modalidades de la accesibilidad universal. El hecho de carecer aún de una normativa reguladora favorece que no se proteja adecuadamente los derechos y la inclusión de las personas con TEA.
Para hacer que un entorno (entendiendo como tal un espacio, producto o servicio) tenga accesibilidad cognitiva es necesario actuar atendiendo a cuatro líneas estratégicas:
- Promoción de la regularización, estandarización y normalización de sistemas de señalización claros y sencillos, que favorezcan la circulación segura y autónoma. En este sentido, el uso de pictogramas o imágenes ayuda a desenvolverse a las personas con dificultades para comunicarse a través del habla o la escritura natural, permitiéndoles encontrar fácilmente lo que buscan.
- Fomento de la edición de materiales con información en formato de lectura fácil (técnica de redacción y publicación orientada a hacer accesibles los contenidos a personas con dificultades de comprensión lectora). Los textos realizados con lectura fácil están indicados en su portada con este logo consensuado en todo Europa. Esto facilitará que las personas vean que se trata de un texto escrito con lectura fácil.
- Desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación atendiendo a un diseño responsable que favorezca la usabilidad en personas con TEA.
- Promoción del uso de recursos de apoyo a la comunicación, tales como sistemas alternativos de comunicación, que sustituyen al lenguaje oral cuando éste no es comprensible o está ausente, y/o sistemas aumentativos de comunicación, que intervienen sobre los canales auditivo y visual para recibir la información del entorno, comprenderla, organizarla y poder expresarla. Usan signos manuales, gráficos y el habla.
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