Aunque algunas personas piensan que un trastorno mental y una enfermedad mental son lo mismo, hay algunas diferencias cruciales entre los dos. Los términos “trastorno mental” y “enfermedad mental” generan gran controversia y sus definiciones han dado lugar a debates.
El término “trastorno mental” es más amplio que el de “enfermedad mental” y se emplea para referirse a una alteración genérica de salud y bienestar psicológico, sea o no consecuencia de una alteración somática conocida.
Mientras que el término “enfermedad mental” suele utilizarse para hacer referencia a los procesos patológicos en los hay una causa orgánica. En este artículo de Psicología-Online explicaremos la diferencia entre enfermedad mental y trastorno mental.
Definimos un trastorno mental como una alteración que afecta a la función de la mente o el cuerpo, como por ejemplo los trastornos de la alimentación. El término trastorno es más general o amplio que el de enfermedad y se emplea para hacer referencia a un deterioro general de la salud independientemente de su causa. Los sistemas de clasificación actuales usan este término y se han propuesto diferentes formas de entender el trastorno mental:
- Ausencia de salud
- Desviación estadística de la normalidad psicológica
- Presencia de síntomas cognitivos, afectivos y motivacionales
- Existencia de sufrimiento psicológico
- Discapacidad social
- Ninguno de estos criterios bastaría por sí solo para definir los trastornos mentales que se incluyen en los sistemas de clasificación actuales
La enfermedad es una condición patológica de una parte del cuerpo, un órgano o un sistema resultante de diversas causas, como una infección, un defecto genético o estrés ambiental y se caracteriza por un conjunto identificable de signos o síntomas, y cuya evolución es más o menos previsible. Por tanto, se emplea cuando el deterioro en la salud se produce debido a una causa directa orgánica.
Por lo que la principal diferencia que podemos deducir que estas definiciones es el origen de la afección.
A lo largo de la historia, se han hecho distintos intentos para agrupar los trastornos mentales por categorías. Actualmente los dos sistemas clasificatorios más importantes son la CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades, Décima Revisión) de la OMS y el DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) de la Asociación Americana de Psiquiatría. Los sistemas de clasificación DSM y CIE emplean el término trastorno, sin embargo, en algunos contextos clínicos se entiende que los trastornos mentales y psicológicos son enfermedades como otra cualquiera. Pero los trastornos psicológicos no son enfermedades como por ejemplo la diabetes, ya que las enfermedades son entidades naturales mientras que los trastornos son entidades interactivas que pueden modificarse por explicaciones, conocimientos, etc. Es decir, el trastorno no es algo fijo como una enfermedad, sino que es susceptible de cambios.
El concepto de trastorno mental está relacionado con el concepto de salud psicológica mientras que el de enfermedad mental no. Por ejemplo, una persona puede estresarse y estar demasiado ansiosa, y a lo largo del tiempo puede desarrollar un trastorno mental por estos niveles altos de estrés y ansiedad, pero no ha experimentado nunca una enfermedad mental.
Los trastornos mentales pueden ser el resultado de la presencia de varias enfermedades mentales, mientras que la enfermedad mental suele ser tratada como una condición por sí sola que implica cambios en el pensamiento, emoción o el comportamiento (o una combinación de estos) y se asocia con angustia y/o problemas en el rendimiento social, laboral o familiar.
Un trastorno mental no siempre es evidente de forma inmediata ya que muchas personas que tienen trastornos mentales pueden seguir teniendo un funcionamiento muy alto en diferentes áreas de su vida. En muchos casos, es posible que la persona ni siquiera se dé cuenta de que padece un trastorno hasta que un amigo o familiar le indican que algo falla.
Un trastorno mental puede ser tratado mientras la persona continua en su casa y con su vida, realizando algunos cambios en esta, pero una enfermedad mental suele requerir intervención médica y generalmente es más obvia para un observador externo. La enfermedad mental requiere medicamentos y un tratamiento personalizado teniendo en cuenta las necesidades del paciente. La gran mayoría de las personas con enfermedades mentales continúan funcionando en su vida diaria.
Un trastorno mental tiene lugar cuando un paciente comienza a experimentar pensamientos y sentimientos que interfieren con sus posibilidades de llevar un estilo de vida normal. Una enfermedad mental generalmente está presente desde la infancia y agrava la capacidad de una persona de llevar una vida normal a un ritmo muy rápido.
Alguien que tiene una enfermedad mental no siempre puede seguir con su vida normal sin ayuda, mientras que una persona con un trastorno mental puede creer falsamente que no tiene un problema.
Un trastorno es un patrón comportamental o psicológico que, cualquiera que sea su causa, es una manifestación individual que se asocia con malestar o discapacidad en algún área de funcionamiento.
Este tipo de trastornos, entre los que se encuentran los trastornos psicóticos, del estado de ánimo, de la personalidad y de ansiedad, se estima que representan el 17% de la discapacidad en el mundo según estudios realizados por la OMS.
Conclusiones:
Trastorno mental es un término muy amplio que agrupa un número de trastornos muy diversos, por lo que habría que hablar de cada uno de ellos de forma particular. Además hay que tener en cuenta que los síntomas y su manifestación e influencia en la vida de cada persona dependen de la interacción de múltiples factores.
Frente al término “enfermedad mental” se considera más adecuado el de “trastorno mental”. O mejor, personas con trastorno mental.
El término “enfermedad mental” se asocia a la idea de causa biológica de la alteración. Sin embargo, en muchos casos la etiología biológica no está demostrada y, sin duda, los aspectos sociales y culturales tienen una importante influencia en su aparición y evolución.
Un trastorno es un patrón comportamental o psicológico que, cualquiera que sea su causa, es una manifestación individual que se asocia con malestar o discapacidad en algún área de funcionamiento.
Este tipo de trastornos, entre los que se encuentran los trastornos psicóticos, del estado de ánimo, de la personalidad y de ansiedad, se estima que representan el 17% de la discapacidad en el mundo según estudios realizados por la OMS.
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