La capacidad de resolver conflictos hace referencia al conjunto de habilidades tanto personales como profesionales que ayudan a la resolución de situaciones problemáticas o conflictivas. Durante el desarrollo de actividades de ocio y tiempo libre es muy posible que nos encontremos con conflictos de derivados de diferentes situaciones:
- Medioambientales: son aquellas que se producen en el medio en el que se desarrollar la actividad, como cambios en el lugar de la actividad, en el mobiliario, la decoración, quedarse a oscuras, mucho ruido....que pueden inferir en el comportamiento problemático de la persona.
- Fisiológicas que afectan al bienestar de la persona: dolor de oídos, fiebre, hambre, efectos secundarios de la medicación
-Psicológicas: el estado emocional de excitación, nerviosismo, impaciencia, irritació...
- Sociales; derivadas de la falta de habilidades sociales para relacionarse ante el grupo, entre otras.
Una recomendación del proceso que se debe seguir podría ser el siguiente:
1. Detener la actividad si e necesario, en función de la gravedad del incidente o del número de personas implicadas.
En la mayoría de las ocasiones no hace falta detener la actividad, pues los conflictos pueden ser leves y se pueden solucionar con una pequeña reflexión una llamada de atención respetuosa.
2. Calmar y tranquilizar a las personas implicadas, cuidando nuestra comunicación verbal y no verbal para que sea coherente con lo queremos transmitir (calma, seguridad, autoconfianza, asertividad, empatía), indagar mejor que proponer para transmitir neutralidad y empatía a las partes implicadas.
3. Preguntarse si hay factores contextuales (fisicos, fisiológicos, psicológicos,o sociales)que pudieran estar interviniendo:
4. Intervenir en los antecedentes o en las consecuencias y en el desarrollo o mantenimiento de habilidades alternativas a la agresión, mejorar las habilidades comunicativas, reforzar sistema alternativo de comunicación, reforzar la automonitorización, entre otros.
Comentarios
Publicar un comentario