Técnicas de Modificación de conducta para reducir o eliminar una conducta


En muchos casos las personas usuarias pueden presentar conductas desadaptadas que dificultan su autonomía personal y la interacción adecuada con las demás personas. Para reducir o eliminar una conducta, se aplicaran diversas técnicas, entre las que destacan: la extinción, el castigo negativo, el refuerzo de conductas incompatibles, el aislamiento y la saciedad. Asimismo, la sobrecorrección es otra estrategia que puede aplicarse para aminorar o suprimir una conducta indeseable en las personas residentes.

Ejemplo

Juan es un usuario del centro que acostumbra a hacer uso de diferentes juegos en la sala común (cartas, dominó, ajedrez, etc.), pero no recoge ninguno, teniendo que hacerlo siempre otros compañeros o profesionales de la institución.

En este caso, esa conducta se mantiene, ya que como acabamos de ver, el ingresado está recibiendo refuerzos negativos que le incitan a repetirla habitualmente ( evita la tarea tediosa de recoger los juegos, ya que lo hacen otros por él). Cuando se desee corregir o eliminar conductas que son inadecuadas, será necesario que ésta no se vea reforzada por una consecuencia agradable y que al usuario se le comunique qué es lo que queremos de él y por qué, puesto que si no lo sabe, difícilmente podrá corregir la conducta inadecuada y realizar la correcta.

Una de las técnicas que se puede aplicar en ciertas situaciones para aminorar o suprimir una conducta incorrecta es la extinción. Ésta supone ignorar la conducta que se desea reducir o eliminar, es decir, suprimir cualquier tipo de refuerzo que consciente o inconscientemente se está aplicando. Se fundamenta en que la conducta al no ser reforzada termina desapareciendo. Esta técnica es útil cuando la conducta de la persona residente va dirigida a obtener un refuerzo en forma de atención, pues si la persona usuaria no pretende obtener atención del profesional, de los compañeros-as, etc., no será útil, ya que le dejará indiferentes.

Para que sea efectiva, la extinción debe aplicarse siempre que aparezca la conducta inadecuada, y no de forma discontinua, ya que de otra forma se estaría aplicando un refuerzo intermitente útil para mantener la conducta. Esta técnica no será adecuada si la persona usuaria está realizando una conducta que es arriesgada para su integridad física o la de otra persona (por ejemplo, una persona usuaria que en una discusión agrede físicamente a otra persona). Asimismo la extinción debe combinarse con procedimientos dirigidos a enseñar las conductas adecuadas alternativas a ésta que se desea eliminar.

Ejemplo
Verónica es una usuaria del centro sociosanitario que suele gritar para conseguir que se le atienda primero. Con la técnica de la extinción lo que se hará es ignorar la conducta, sin dar ningún tipo de refuerzo. De este modo, Verónica al verse ignorada, seguirá gritando cada vez más y más alto hasta asumir que ésa no es la conducta correcta.

La técnica del refuerzo de conductas incompatibles consiste en reforzar de forma continuada conductas diferentes alternativas a la conducta que se desea eliminar. Así, se refuerzan las conductas alternativas y gradualmente se va extinguiendo la indeseada. Ésta es una técnica que se aplica de forma combinada con la extinción.

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