Tratamiento conductual de las conductas agresivas


Definición
Definiremos la conducta agresiva como una forma intensa o violenta de conducta física, que produce consecuencias aversivas y daño en otros sujetos, así como respuesta verbales, con efectos similares, debido a su contenido o intensidad. 

Clasificación 
Desde el punto de vista de la Teoría del Aprendizaje, podríamos clasificar  la conducta agresiva en dos tipos: 

- Agresión respondiente. Se produciría como respuesta a un estímulo previo que es generalmente aversivo: la aplicación de un castigo, la privación del reforzamiento, etc. ƒ 
- Agresión operante. Se clasificaría a su vez en: Operante tipo I, que está controlada por las consecuencias naturales de la respuesta: hacer daño, producir ciertas reacciones en otro sujeto, apoderarse de reforzadores ajenos, obtener atención social, etc.; la Operante tipo II se caracteriza porque es muy discriminativa y su emisión altamente probable ante cierta clase de estímulos previos, asociados únicamente a las consecuencias naturales. Estos estímulos consisten en expresiones faciales, gestos corporales, etc., como, por ejemplo, las reacciones anticipadas de temor (en otros sujetos). 

Tratamiento 
El tratamiento de la agresión es distinto según los tipos de la misma.  

La agresión respondiente se elimina simplemente al retirar los estímulos que la producen. Estos estímulos, por lo común aversivos, son emitidos en forma de conducta por otros sujetos del ambiente, por lo que en este caso debe procurarse programar en forma adecuada la conducta de "los otros", para eliminar la conducta agresiva del sujeto problema. 

Para eliminar la conducta agresiva de tipo operante I, controlada por sus consecuencias, se recomienda la utilización del tiempo-fuera o del castigo. 

Mediante el tiempo-fuera, al aislar al sujeto del ambiente reforzante se evita la posibilidad de que emita la respuesta. 

El castigo consiste por lo general en regaños, formas intensas de contacto físico o cachetes. 

Otro procedimiento alternativo para suprimir la agresión operante tipo I es el reforzamiento de respuestas incompatibles (DRI). Se refuerza, en este caso, al sujeto cuando asuma cualquier otra actitud excepto la de agredir. 

En el caso de la respuesta agresiva operante tipo II, el procedimiento de intervención es distinto: hay que eliminar la conducta de temor en los otros sujetos, con lo cual se eliminará el estímulo discriminativo que controla la emisión de la conducta agresiva. 

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