Las áreas de valoración y actuación que se identifican con claridad son las siguientes:
• Área Social.
• Área Física.
• Área Mental.
Toda persona mayor que resida en su domicilio o residencia deberá considerarse paciente frágil. El plan personal de atención a la fragilidad que se activa consta de los protocolos de “valoración geriátrica integral” y “fragilidad seguimiento” y lleva asociados informes que sintetizan la valoración realizada.
- Revisión de la historia clínica: Las personas usuarias de centros de personas mayores o en su caso su tutor legal, deberán solicitar el informe de valoración integral a su médico de Atención Primaria. Los datos del informe, voluntariamente aportados por el usuario, se utilizarán para establecer la intervención y los cuidados de salud que quedarán recogidos en el plan de atención individual.
- Exploración física
- Exploraciones o pruebas complementarias: hemograma; análisis de los marcadores de glucemia, urea, creatinina, ácido úrico, colesterol, albúmina y fosfatasa alcalina; sedimento de orina, y aquellas determinaciones¡ relacionadas con sus patologías de base y/o el control de sus tratamientos farmacológicos. Ante determinadas sospechas, el estudio se complementará con la realización de electrocardiograma, radiografía de tórax y abdomen. En caso de demencia, se debería realizar En caso de demencia, se debería realizar la serología de lúes, vitamina B12, ácido fólico y hormona tirotropa (TSH).
Existen varias escalas de valoración de riesgos que se usan a nivel asistencial para detectar y valorar el alcance de riesgos y/o problemas detectados y así establecer una atención adecuada a la persona. Las más usadas son:
• Valoración del equilibrio y de la marcha: Escala de Tinetti.
• Valoración del dolor: Escala Eva.
• Valoración de riesgos de úlceras: Escala Norton.
Comentarios
Publicar un comentario