¿Qué es?
El Trastorno Afectivo Bipolar es una enfermedad que aparece debido a una alteración en el funcionamiento de las estructuras cerebrales encargadas de regular el estado de ánimo.
Generalmente si el estado de ánimo de la persona sufre algún cambio motivado o no por agentes externos, es capaz de forma natural de autoregularse, pero en el trastorno bipolar los mecanismos del cerebro no son capaces de regular estos cambios manteniéndose los estados de ánimo alto y dando lugar a un episodio de manía o hipomanía, o manteniendo el estado de ánimo bajo y dando lugar a un episodio depresivo.
Hablamos de episodios que causan un malestar significativo en la persona que lo sufre por el deterioro del entorno social, laboral y personal.
Suele manifestarse en la etapa adulta, entre los 20 y 30 años, aunque también puede despuntar en la adolescencia o en personas adultas mayores
Posibles causas
Dado que el trastorno bipolar es una enfermedad biológica, existe un componente genético asociado posiblemente a varios genes.
Además de la existencia de los genes asociados al trastorno bipolar en muchos casos también es necesario que se den los llamados desencadenantes que vienen a ser situaciones estresantes mantenidas en el tiempo, consumo de sustancias, aspectos hormonales o cierta toma de fármacos, que permiten descompensar el estado de ánimo.
Si no se trata adecuadamente, los episodios pueden aparecer de forma espontánea sin la necesidad de un desencadenante.
Síntomas
Los síntomas varían desde el estado de ánimo elevado o eufórico, llamado manía, cuando el estado es muy elevado o de menor intensidad y sin distorsión de la realidad, llamado hipomanía, a un estado de ánimo bajo, llamado depresión.
Algunos ejemplos de síntomas se presentan a continuación:
Manía o hipomanía
Sensación de tener más energía de lo habitual.
Disminución de la necesidad de dormir.
Excesivo gasto de dinero.
Pensamiento acelerado.
Facilidad de distracción.
Deseo sexual elevado.
Aumento de la actividad dirigida a un objetivo.
Conductas de riesgo.
Autoestima elevada o sentimiento de grandeza.
Más hablador de lo habitual.
Irritabilidad.
Depresión
Pérdida de interés o placer por las cosas.
Fatiga o pérdida de energía.
Disminución significativo de la libido.
Sentimiento de inutilidad o culpabilidad.
Aislamiento social.
Aumento o disminución del apetito.
Insomnio o sueño excesivo.
Agitación o enlentecimiento psicomotor.
Disminución de la capacidad de concentración.
Perdida o aumento significativo de peso.
Ideas o intentos recurrentes de suicidio.
Es importante tener en cuenta que el trastorno bipolar se va a manifestar de forma diferente en cada persona, pero existen una serie de tipos que marcan unas características generales similares.
Trastorno bipolar tipo I
Principalmente episodios maniacos y en algunos casos también aparecen episodios depresivos
Trastorno bipolar tipo II
Se muestra una alternancia con episodios hipomaniacos y episodios depresivos mayores.
Ciclotimia
Se trata de un tipo en el que la descompensación del estado de ánimo es leve pero dura más de dos años.
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