ESCUCHA EMPÁTICA


 

Cuando pido que me escuches y tú empiezas a aconsejarme, no estás haciendo lo que te pido.

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme por qué yo no debería sentirme así, no estás respetando mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches y tú piensas que debes hacer algo para resolver mis problemas, estás decepcionando mis expectativas.

¡Escúchame! Todo lo que pido es que me escuches, no quiero quehables ni que te tomes molestias por mí. Escúchame, solo eso.


Es fácil aconsejar. Pero yo no soy un incapaz. Tal vez me encuentre desanimado y con problemas, pero no soy un incapaz.Cuando tú haces por mí lo que yo mismo puedo y tengo la necesidad de hacer, no estás haciendo otra cosa que atizar mis miedos y mi inseguridad.Pero cuando aceptas que lo que pienso me pertenece a mí, por muy irracional que sea, entonces no tengo por qué tratar de hacerte comprender más y puedo empezar a descubrir lo que hay dentro de mí.

Arnaldo Pangrazzi

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