Estrella es una mujer joven con Parálisis Cerebral Infantil mixta y discapacidad intelectual. Participa con un pequeño grupo de jóvenes en un campamento de verano de la asociación para personas con PCI en la que trabajas como cuidador/a. Durante la tarde, observamos que Estrella se muestra cada vez mas nerviosa. Se mueve constantemente en su silla y corre el riesgo de arañarse la cara en la que restriega sus manos con fuerza. Decido con un compañero tratar de calmarla después de la cena. Nos instalamos en un lugar tranquilo con una luz moderada sobre un colchón. Estrella está sentada contra el pecho de mi colega frente a mí. Comenzamos acunándola, luego movimientos lentos de las piernas, vibraciones en los hombros y los pies. Acompañamos su respiración en distintas ocasiones. Regularmente paramos nuestro trabajo para observar e interpretar su comportamiento. En algunos momentos Estrella se muestra calmada y relajada, concentrándose en la estimulación. Tan pronto como decrecemos el contacto, apreciamos que Estrella vuelve a ponerse tensa. Al final de la sesión se rasca más y está tan agitada que para nuestra decepción tenemos que llamar a la enfermera, que le da un sedante antes de acostarse.
Al día siguiente, me llamaron para que fuera a apoyar a Estrella durante el baño. He confirmado que ha pasado una noche relativamente tranquila. La encuentro después del baño sobre la camilla debajo de una lámpara de calentamiento, enrollada en una gran sábana. Ella está bien. Es más se la ve relajada. Ella se percibe que me acerco y se enfoca en mi voz mientras la llamo. Ella reacciona positivamente cuando le tomo la mano. ¡Qué diferencia con la noche anterior!
Me han dicho que Estrella conoce bien esta rutina. Todas las mañanas tiene la oportunidad de dejarse secar y calentar de esta manera. Es decir, encuentra todos los días este conjunto de estímulos: el calor de la lámpara, la sábana alrededor de su cuerpo desnudo, una posición libre en la superficie acolchada de la camilla y todo esto después del baño. Diríamos que Estrella ha integrado esta situación, este conjunto de estímulos basales. Esta situación de bienestar particular le permite orientarse libremente hacia un sonido o un toque. De hecho, a la hora del baño estábamos más cerca de los objetivos de la EB que durante la actividad de EB de la noche anterior.
Enlaces de interés:
- La stimulation basale et les Activités de la Vie Journalière (AVJ) – quelques points d’appui par Philip Vanmaekelbergh et Mieke Lecompte, 2019
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