TELEASISTENCIA CONCEPTO

El servicio de Teleasistencia facilita asistencia a los beneficiarios mediante el uso de tecnologías de la comunicación y de la información, con apoyo de los medios personales necesarios, en respuesta inmediata ante situaciones de emergencia, o de inseguridad, soledad y aislamiento. Puede ser un servicio independiente o complementario al de ayuda a domicilio.



En la CAPV está regulada por la Ley 12/2008, de 5 de diciembre, de Servicios Sociales y la gestión se traspasó de las Diputaciones Forales al Gobierno Vasco. 



Los inicios de la teleasistencia están íntimamente ligados a los orígenes de la telecomunicación en la medida en que estas tecnologías han servido de apoyo para la prestación de ayuda a distancia en situaciones principalmente de urgencia. 

En consecuencia, podemos hablar de antecedentes de la teleasistencia desde el primer momento en que la radio o el teléfono, por ejemplo, fueron utilizados para socorrer remotamente a una persona en una situación de aislamiento o para dar apoyo médico o social ante una determinada demanda. 

Hoy en día, hablar de teleasistencia no es tanto referirse a un hecho puntual de ayuda remota, como a la existencia de un servicio de atención a distancia basado en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) que sea fiable, estable y permanente a través del cual un ciudadano, desde dondequiera que lo necesite (domicilio, trabajo, vehículo…), pueda recibir apoyo social, sanitario o de otra índole. 

Así pues, en esta Introducción, nos planteamos los objetivos operativos siguientes: 

Especificar los conceptos y servicios de teleasistencia en el hogar teniendo en cuenta su dimensión social, sanitaria y asistencial. 

Analizar grupos de población susceptibles de uso de los servicios de teleasistencia considerando la dimensión ética y los beneficios de su provisión. 

Presentar aspectos relacionados con la seguridad y la satisfacción del ciudadano, ante los servicios de teleasistencia: 

Una primera aproximación al significado del término teleasistencia pudiera ser buscar su definición en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Sin embargo, concluiríamos que dicho trabajo no es del todo fructífero ya que este vocablo no aparece como tal en este diccionario aunque sí, por separado, los términos tele- y asistencia. 

Como es bien conocido, tele- es un prefijo de origen griego que significa “a distancia” y del cual han surgido términos muy utilizados hoy en día como televisión, teléfono o telediario, entre otros. Así pues, uno pensaría que la teleasistencia podría ser definida como un “servicio de asistencia prestado a distancia mediante redes de telecomunicación”. 

¿Y qué es asistencia? El DRAE define asistencia como la “acción de prestar socorro, favor o ayuda”. Esta definición es enormemente amplia, no restringida a ningún ámbito en particular.

El término teleasistencia domiciliaria fue originariamente acuñado en la década de los 90 como un sistema de atención en la casa a la persona necesitada de ayuda en una situación de urgencia y por tanto había de ser un servicio fácilmente disponible basado en las tecnologías de comunicación mayoritariamente existentes. En ese marco sociotécnico, el teléfono y los dispositivos de alarmas técnicas (incendio, humo, escape de gas, intrusión) se posicionaron como elementos clave usándose el término “telealarma” para referirse a un sistema eficiente de ayuda a distancia a la persona necesitada en la casa en situaciones de urgencia. 

En la medida en que la teleasistencia domiciliaria comienza a incorporar, a mitad de los años 90, modelos de atención centralizada y suministrada por colectivos de profesionales ubicados en un entorno físico común (asistentes sociales, psicólogos, …) surge un tipo de teleasistencia social, que utiliza centros localizados para recibir las llamadas a través de “call-centers” o centros de llamada, en los cuales los datos sociales del usuario y, en su caso, alguno sanitario pueden estar recogidos en sistemas de información.

De este modo, se plantea un servicio de atención continuada, también conocido como telecuidado, que puede estar parcialmente personalizado según el tipo de necesidad social, situación de dependencia o discapacidad y contexto sanitario de la persona.

A este modelo corresponde la denominada Teleasistencia Domiciliaria definida como tal en el Programa de Teleasistencia Domiciliaria IMSERSO de principios de los 90 que describe el servicio en los siguientes términos:“La Teleasistencia Domiciliaria es un servicio que, a través de la línea telefónica y con un equipamiento de comunicaciones e informático específico, ubicado en un Centro de Atención y en el domicilio de los usuarios, permite a las personas mayores o personas discapacitadas, con sólo accionar el dispositivo que llevan constantemente puesto y sin molestias, entrar en contacto verbal “manos libres”, durante las 24 horas del día y los 365 días del año, con un centro atendido por personal específicamente preparado para dar respuesta. 

Otra definición posible de Servicio de Teleasistencia.

Facilita la asistencia a los usuarios por medio del uso de tecnologías de la comunicación y de la información. Su fin es atender de forma inmediata a situaciones de emergencia, o de inseguridad, soledad y aislamiento.

Así, este servicio permite al usuario establecer contacto verbal a través de la línea telefónica durante 24 horas al día todos los días del año. Para hacer uso de este servicio, la persona no necesita salir de su propio domicilio y la forma de acceder a este contacto es sencilla y eficaz (el usuario sólo tiene que apretar un botón).

De esta forma, proporciona a las personas en situación de dependencia y a sus familiares un mayor nivel de autonomía, a la vez que favorece la permanencia e integración de la persona dependiente en su entorno.

- Detecta de forma rápida situaciones de riesgo o de maltrato que puedan estar sufriendo personas mayores (abuso físico, psicológico, sexual, económico, negligencia, autonegligencia, abandono, vulneración de derechos...).

- Atiende de manera personalizada y por profesionales cualificados las demandas de las personas usuarias de este servicio público.


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