Pautas de comunicación con Marisa. Enfermedad de Alzheimer

Trabajas como profesional de atención sociosanitaria en una residencia para personas mayores. 

Por las mañana acompañas a Marisa a asearse, vestirse y desayunar. Marisa tiene 71 años y tiene Alzheimer desde hace años y ya presenta ciertos problemas para comprender los mensajes. Además ha protagonizado varios episodios de reacciones emocionales desmedidas a situaciones o acontecimientos estresantes para ella que, al parecer, se deben, entre otras causas, a la imposibilidad de comunicar lo que siente.

Vienes observando que tras el desayuno suelen faltar algunos cubiertos y objetos de la mesa de Marisa que luego aparecen entre los cojines de la sala de la televisión.

Pasó lo mismo con un par de tijeras para cortar las uñas que aparecieron en la papelera del cuarto de baño de Marisa. Al ser preguntada contestó: “Yo no he sido”.

Esta mañana descubriste en su armario, debajo de su ropa varios juegos de cubiertos y otros objetos que habían desaparecido. Al preguntarle: “¿Has visto esto?” Marisa contesta abriendo mucho los ojos con cara de asustada, temblándole el mentón y en un susurro te responde: “Los han robado, ........”


Desde el punto de vista de la comunicación y en coherencia con el modelo de atención centrada en la persona tendríamos que tener en cuenta las siguientes pautas:

  • No ignores a la persona, valida su estado emocional. Comprende y pon en valor las necesidades de la persona en ese estado emocional.  Entiende que detrás de esa respuesta hay una emoción.Es un ser humano que en ese momento está sufriendo. Comprende su situación, está delirando y tiene una creencia incorregible que le está causando diconfort emocional.
  • Asegúrate de que lo que digas al acompañarla en ese momento sea coherente con tu comunicación no verbal (cuida la entonación, el volumen, tu mirada y expresión facial que no demuestre hartazgo, enfado, impaciencia). Mantén la calma (no le digas tranquila, tranquilízate tú)
  • No discutas con Marisa. No la sermonees. No le recrimines su error. No la juzgues.  No trates de convencerla ni de razonar con ella de que ha sido ella. No la confrontes con su error. No argumentes lo ilógico de su razonamiento. Todo esto la confundiría mucho más
  • No le des la razón, no alimentes su delirio
  • Capta su atención, acercamiento tranquilo, busca contacto visual, nómbrala antes de comunicarte con ella o de contactar físicamente con ella.
  • Habla despacio. Utiliza un léxico adultiforme, sencillo, claro y asertivo. Afirma, no preguntes porqué está así.  Da instrucciones precisas y en positivo: Marisa, mírame. Confía en mi. Ven conmigo. Estoy contigo. Vaya susto tienes (validación). Yo me ocupo de esto. Déjalo e mis manos.
  • Recuerda que no hay nada que arreglar o resolver, la persona en ese estado emocional ha fracasado cognitivamente, solo necesita tu presencia y sensibilidad o apoyo incondicional. Si no sabes qué decir no digas nada. Lo que entra por ruta visual se comprende mejor, mantente a su lado. Capta su atención con la mirada, abre los brazos para que te abrace, ofrécele tu mano...
  • No interactúes con su delirios. No es respetuoso. Es indigno, irrespetuoso. Marisa es una persona adulta
  • No la engañes, ni la mientas. No es respetuoso. No es digno. Es una persona adulta.
  • No hables delante de la persona como si no estuviera. No es respetuoso. No es digno. Es una persona adulta.

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