Una vez que la persona ha sido acogida en el centro o institución, el centro debe contener un entorno agradable, higiénico y seguro, así como una sensación estética creada con olores agradables, flores, luminosidad, paredes de colores claros y adornos.
El entorno que forma parte de la vida diaria es importante para mantener la estabilidad emocional, siendo más evidente con las personas enfermas, en las que todo ello contribuye a mejorar su calidad de vida y su recuperación. Por ello es necesario que las habitaciones y, en general, todas las dependencias del centro tengan unas buenas condiciones higiénico-sanitarias.
Los factores medioambientales que repercuten directamente y en mayor medida sobre el bienestar y la comodidad de la persona usuaria son:
2.1 Climatología y temperatura.
La temperatura óptima de las habitaciones está ente 22 y 25 grados, en los pasillos puede bajar unos grados.
La temperatura debe ser la adecuada para las
personas usuarias no para los trabajadores del centro.
2.2 Ruido.
El ruido puede ser exterior, al que consideraremos inevitable, e interior o evitable.
Los efectos del ruido sobre el ser humano son: alteraciones fisiológicas, aumento del nivel de estrés y ansiedad y trastornos del sueño.
Es importante que los profesionales modifiquen su comportamiento durante el turno de noche.
2.3 Luminosidad
La habitación debe disponer de luz natural que no provoque destellos ni sombras, esta tiene a su vez propiedades terapéuticas, desinfectantes, térmicas...
La semioscuridad proporciona un estado de relajación y descanso y una habitación iluminada intensamente por la luz solar tiene un efecto estimulante y antidepresivo.
Algunos especialistas en la materia opinan que una habitación está bien iluminada si tiene un espacio de ventanas igual, en superficie, a casi la cuarta parte del suelo.
‒ Luz solar
Es un sistema de iluminación más económico y terapéutico. Produce mayor sensación de contacto con el medioambiente exterior y hace que conserven su orientación temporal.
Se la considera un complemento de la luz solar.
Los interruptores deben estar accesibles, con señalización de encendido y apagado, claro y sencillo.
2.4 Ventilación.
Es imprescindible ventilar la habitación una vez al día, la forma más natural es abriendo las ventanas durante los minutos que dure la limpieza, si esto no es posible lo haremos abriendo la puerta.
‒ Renovación del aire: en una habitación que no se ventila se va asentando polvo que puede depositarse en las vías respiratorias de la persona usuaria.
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‒ Concentración de gérmenes en el ambiente: una persona enferma disemina gérmenes a través de la respiración, tos y estornudos.
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‒ Malos olores: se producen por los drenajes, evacuaciones en la cama, sudor...
CASOS PRÁCTICOS:
Teniendo en cuenta las necesidades y características de cada persona, concreta qué factores medioambientales están repercutiendo sobre el bienestar y la comodidad de cada persona usuaria o residente.
Rosa, 65 años, invita todos los viernes a su grupo de amigas, algunas con cierto grado de dependencia, a su unidad residencial. En unidad residencial convive con otras personas residentes. La televisión está puesta a un volumen considerable, por lo que, para entenderse mejor entre ellas, se van a la mesa que se encuentra al lado de la puerta, donde la luz es menor y la puerta está abierta, por lo que hay corriente y paso de las personas residentes. Además, en el exterior están haciendo obra, contribuyendo esto a aumentar el ruido que hay en la sala donde juegan a las cartas. Al final, el grupo decide no jugar, cada una se va a su unidad residencial.
En tu labor profesional trabajas en una vivienda donde conviven 5 personas jóvenes con PCI. Es una casa muy antigua, de ventanas pequeñas y decoradas con cortinas muy tupidas que dan a un patio interior apenas iluminado. La casa se pintó hace muchos años en tonos oscuros. Jon una de las personas residentes tiene estrabismo y baja visión. En el año ha tenido 4 caídas, aunque afortunadamente con consecuencias leves.
Agustín (33 años), convive con otras personas con discapacidad intelectual en una vivienda. Agustín presenta problemas de alergia a los ácaros y al polvo. Duerme en una habitación con moqueta y cortinaje muy grandes en las ventanas. La temperatura de su habitación suele ser de 27ºC, y se ventila a diario.
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