Josepa de 80 años, tiene varios diagnósticos de enfermedad de Parkinson, demencia tipo Alzheimer y dos Accidentes Cerebro Vasculares (ACV). Presenta dependencia severa a nivel funcional y un deterioro cognitivo moderado. Convive con su esposo y una cuidadora interna. El primer contacto telefónico al centro de día lo realiza su hija –Maite–, a quien ya conocemos desde que solicitó información sobre el centro.
Maite, a pesar de siempre mostrar interés por el Centro de día, en cuanto existe la posibilidad de acudir se muestra muy negativa y pesimista hacia la capacidad de adaptación y de integración de su madre en el mismo. Observamos que es muy sobreprotectora y que no fomenta la participación de su padre y madre en las decisiones (a pesar que su padre Enrique es totalmente autónomo e independiente y su madre, Josepa pudiera participar con apoyos en ciertas AVD).
Insistimos que en la entrevista y la valoración debe participar también su padre como cónyuge a pesar de la actitud reticente de su hija a que lo haga.
Tras entrevistarnos con Josepa y realizar su valoración el equipo, se le explica a Maite que intentaremos que Josepa participe en la reunión en la medida de sus capacidades, y que deseamos que también pueda opinar e informarnos su padre, Enrique.
En esta reunión se informa del funcionamiento y el resto de detalles sobre el centro que Maite y su padre van preguntando. Recogemos los datos sobre la biografía y los deseos y preferencias de Josepa. Josepa se muestra tranquila antes de su incorporación, tal vez porque el centro está en su mismo barrio, antes acudía con su marido a diario como socios del Centro social (Hogar de Jubilados) que estaba ubicado en el mismo edificio, y porque su marido está a su lado sonriendo y sujetando su mano.
Como Josepa tiene más hijos, les informamos que desearíamos que también acudieran a una reunión en podrían conocer el centro y opinar sobre los detalles del ingreso de Josepa. En estos encuentros favorecemos el encuentro ente el equipo y del resto de las personas usuarias.
Gracias a la colaboración de Enrique su marido (que acude al Centro a ratos a estar con su mujer), se consigue la adaptación de Josepa en el centro de un modo adecuado.
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Cooperación persona usuaria, familia y equipo profesional en el Plan de atención
Porque....
la persona usuaria debe situarse en el centro de la planificación y para ello es preciso el apoyo de los profesionales y la familia.
Porque para garantizar una atención continua y complementaria en la atención a las personas usuarias es indispensable la coordinación entre éstas, sus familiares y los profesionales.
Esta cooperación es una buena práctica clave que se dirige a buscar un método que permita y facilite incorporar en el diseño y desarrollo del Plan Personalizado de Atención (PPA) a las personas usuarias y si estas lo desean, a sus familias.
Además se crean oportunidades para compartir las visiones de los tres agentes implicados en la atención: la persona usuaria, sus familiares más allegados y los profesionales del recurso. Permite compartir información, dudas y poder consensuar estrategias de acción positivas para la calidad de vida de la persona usuaria. Promueve que los familiares, siempre que la persona usuaria lo desee y permita, puedan compartir con el equipo y su familiar los objetivos, ejes de intervención y apoyos definidos en el PPA.
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