Ocio y tiempo libre en las personas en situación de dependencia: demandas, necesidades en colectivos específicos (personas mayores, personas enfermas, personas con diversidad funcional)

Características del tiempo de ocio de las personas mayores

Lukas tiene 87 años y vive solo tras quedarse viudo hace siete años. No tiene hijos ni hijas ni familiares cercanos. Fue carpintero y disfruta de una situación económica holgada. Con hipertensión benigna controlada con medicación, por lo demás, goza de un perfecto estado de salud física y mental. Sale de casa exclusivamente para ir a hacer alguna compra y sus relaciones sociales son nulas, su autoestima es muy baja y tiene una gran inseguridad. El médico de familia en una de las revisiones anuales para su hipertensión crónica detecta un estado de ánimo más bajo de lo normal y le sugiere la conveniencia de contratar a un asistente personal unas horas a la semana. Lukas ha contrado a un asistente personal que le apoya en las AVD en su domicilio durante diez horas a la semana

Posibles actividades para el ocio de las personas mayores

- Actividades lúdicas: jugar a las cartas, bolos, petanca, rana, toka, 

- Actividades físicas o deportivas:  piscina, gimnasia de mantenimiento individual o en grupo, 

- Actividades técnicas o creativas: taller de manualidades, voluntariado vinculado a su antigua profesión,  taller de autoestima y/o autocuidados), asistencia charlas sobre el duelo, taller de estimulación cognitiva, 

- Actividades festivas, culturales, artísticas: bailar, coro, Santo Tomas, cocinar para otros 

- Actividades ambientales o ecológicas: excursiones, senderismo, paseos, visitas a mercados medievales, 

- Actividades espirituales: participar en misa u otros ritos

Características del tiempo de ocio de las personas enfermas

Manu es un hombre de 45 años vive solo y no tiene familia. En tratamiento y rehabilitación por su dependencia al alcohol requiere del acompañamiento de una asistente personal para acompañarle durante tres horas diarias.

Tareas:

1. Realiza una propuesta de posibles actividades de ocio que realizarías con él. Indica cómo contribuiría cada una de las actividades que has diseñado a cubrir las cuatro demandas o necesidades que a nivel general puede tener el colectivo de personas enfermas.
2. Señala las dificultades para la animación del ocio (internas y externas) que prevés podéis encontraros tanto para el acceso al ocio como para la dinamización y la animación del mismo por parte de/de la facilitador/a

En relación a las personas que tienen diagnosticadas determinadas enfermedades, ya sean transitorias o crónicas, el uso y disfrute de un tiempo de ocio de calidad va a resultar de vital importancia para su estado personal y su calidad de vida, fundamentalmente en lo referente a su estado anímico y emocional. 

Al valorar los recursos de ocio para personas enfermas tendremos en cuenta:

1. El tipo de enfermedad

2. La fase de la enfermedad

3. La fase vital de la persona enferma

4. Las repercusiones en la autonomía

La intervención en el ocio de estas personas consistirá en proporcionar los recursos adecuados y disponibles en cada caso concreto.

• Julen tiene 9 años, convaleciente en el hospital por leucemia, puede jugar en la ludoteca del centro hospitalario

• Koldo, 19 años: diagnosticado de diabetes se entrena miércoles y sábados como portero con el equipo de su barrio, controlando sus niveles de glucosa

• Anttonia, 69 años, diagnósticada de la enfermedad de Parkinson, sale todos los domingos a pasear al monte 20 km.

• Vero tiene 33 años y está diagnóstica de Esclerosis Múltiple. Lleva un año sin brotes y todos los meses va una o dos veces al cine con una amiga.

• Paco de 63 años tiene un diagnóstico de Esclerosis Lateral Amiotrófica. Utiliza un comunicador para expresarse que maneja con el iris y ya no puede manejar su silla de ruedas de manera autónoma. Le encanta navegar por internet y escribir en su blog

La diversidad es obviamente una característica de este colectivo tan amplio. Sin embargo hay una serie de rasgos que podrían presentar o que tendríamos que tener en cuenta para ofrecerle alguna alternativa de ocio:

• Limitaciones físicas: malestar, fatiga, dolor, limitaciones funcionales

• Dificultades en el aspecto psíquico o emocional: bajo estado de ánimo, enfado, baja tolerancia a la frustración, baja autoestima…

• Limitaciones en el área social: aislamiento, rechazo social, …

La intervención en el ocio y el tiempo libre de las personas enfermas pone especialmente la mirada en el componente social: fomentar las relaciones sociales con la familia, los amigos, los/as profesionales….., y especialmente, con la intervención en grupos de actividades.

Una de las principales necesidades de las personas enfermas es encontrar la distracción adecuada  que les permita ocupar la gran cantidad de tiempo libre de que disponen de una forma satisfactoria, entretenida y divertida para, de esta manera tratar de desconectar y que las conversaciones y actividades no estén todas monotemática relacionadas con la enfermedad o los tratamientos. 

La recreación y la animación son necesidades en sí mismas, ya que necesitan romper con la rutina que su día a día supone sobre todo en los casos de personas enfermas que se encuentran hospitalizadas)

Estas personas, también necesitan sentirse útiles, necesitan hacer actividades que les ayude a autovalorarse correctamente y les mantenga motivadas a continuar con los tratamientos y la rehabilitación.

Además la participación en actividades de ocio pueden satisfacer las necesidades de afecto, de cercanía personal y de emotividad que se satisfacen a su vez  al relacionarse con otras personas en dichas actividades.

Características del tiempo de ocio de las personas con diversidad funcional

Ane es una joven de 18 años con Síndrome de Down. Le fascina todo lo que tiene que ver con la naturaleza, las plantas y flores  y  especialmente, los animales marinos. No le gusta nada hacer deporte y se altera mucho ante situaciones de calor excesivo y exposición al sol. 

 Tarea:

1. Atendiendo a las peculiaridades, necesidades y demandas de esta joven, ¿qué actividades de ocio propondrías ante esta situación? 

Las personas con diversidad funcional componen un colectivo heterogéneo de personas con una gran variedad de necesidades y dificultades para acceder al ocio. 

Una de las principales necesidades de este colectivo es la de integración, tanto social como laboral. Por lo tanto, desde las diferentes actividades de ocio podemos y debemos potenciar la integración de estas personas no solo en su ámbito familiar, sino también en la sociedad en general, e incluso aprovechar los talleres ocupacionales y los demás recursos para su incorporación al mundo laboral y conseguir que esta personas se desarrollen y se sientan útiles y productivas para la sociedad. 

Por otro lado es necesario que estas personas puedan disponer de la oportunidad de acceder a la misma oferta de ocio que los demás. Por tanto, será necesaria la adaptación de determinadas actividades y espacio a sus posibilidades, además de acometer la eliminación de las barreras físicas y cognitivas que todavía existen en muchos de los contextos destinados al ocio y el uso del tiempo libre. 

Asimismo, el factor motivacional y afectivo aparece como una gran necesidad en estas personas. La realización de actividades recreativas que hagan a la persona sentirse útil, capacitada y que le permita distraerse y divertirse sin percibirse limitada por su discapacidad. Todo ello resulta indispensable para autovalorarse positivamente y aceptarse como es. La persona con diversidad funcional dispone de mucho tiempo libre, presenta una gran necesidad de disfrute, recreación y de relación con lo que se cubran positivamente las necesidades afectivas y emocionales.

Diferentes modalidades de recreación:

Un término muy utilizado en la intervención del ocio es el de recreación, entendiéndose como tal aquellas actividades realizadas en el tiempo libre que se basan en un entrenamiento agradable y que fomentan el crecimiento personal.

Las modalidades de recreación que pueden ser utilizadas, dejando siempre abierta la posibilidad de participación en la elección, las podríamos agrupar en:

• Recreación artística y cultural:

• Recreación pedagógica:

• Recreación deportiva:

Los tipos de recreación artística, cultural, deportiva y pedagógica tienen por finalidad principal el mantenimiento, desarrollo y recuperación de habilidades diversas; servir de estímulo de la creatividad y posibilitar experiencias que contribuyan al bienestar y autoestima de los participantes. Por otra parte, estas actividades propician el establecimiento de relaciones interpersonales y la integración social de los sujetos, con independencia de sus favorables efectos sobre la salud y el bienestar psicológico.

En fin, de lo que se trata es de emplear las actividades de ocio y de recreación para el fomento de estilos de vida en el adulto mayor, que propicien su salud y bienestar y lo impliquen en acciones que le sirvan como instrumento para el crecimiento la autodeterminación personal y su adecuada inserción en la vida comunitaria y social.

Estos tipos de recreación anteriormente descritos tienen como objetivo mantener , desarrollar y/o recuperar diversas habilidades, servir de estímulo de la creatividad y posibilitar experiencias que contribuyan al bienestar y al refuerzo de la autoestima de las personas participantes. Por otro lado, propician el establecimiento de relaciones personales y la integración social de las personas, con independencia de sus favorables efectos sobre la salud y el bienestar psicológico.

• Recreación ambiental: además de propiciar el disfrute de las relaciones con el medio ambiente, propicia la identificación con este, y fomenta el desarrollo de una cultura sostenible y la motivación por su preservación.

• Recreación espiritual:

• Recreación terapéutica: puede estar orientada a personas con problemas funcionales, físicos o psicológicos y puede ser ella misma vehículo o instrumento de rehabilitación o complemento de programas diseñados a estos fines.

• Recreación comunitaria: ésta se orienta a la creación o fortalecimiento de redes de apoyo social, especialmente para las personas que viven solas, o tienen escasos recursos.