Se entiende por sujeciones físicas la intencionada limitación
de la libertad de movimientos de una persona, o su actividad física, o el
normal acceso a cualquier parte de su cuerpo, con cualquier método
físico aplicado sobre ella, o adyacente a ella, del que no puede liberarse
con facilidad.
Ejemplos de estas son todo tipo de cinturones, muñequeras, bodies (o
“pijamas Alzheimer”), sábanas fantasma, y medios de atrapamiento
mecánico como mesas o sillones volcados o que atrapan a las personas contra la pared. Se excluyen de esta definición
las barandillas de las camas, salvo en el caso de las personas con demencia.
La contención física supone un confrontamiento ético entre el principios de autonomía
(limitación de la libertad del paciente o de la persona usuaria en contra de su voluntad) y la intención bienintencionada de proteger al usuario institucionalizado, a su entorno y autoprotección física y legal del
personal cuando la propia seguridad está comprometida. Este conflicto ético, junto a los riesgos
que pueden suponer la restricción e inmovilización de estas personas contenidas mecanicamente (fracturas, muertes por
asfixia…) y sus posibles consecuencias legales, exigen que el procedimiento sea realizado
siguiendo una normativa que contemple claramente desde lo adecuado de la prescripción y
metodología, hasta el papel de todo el equipo implicado, así como la obligación de informar a la
familia sobre el proceso.
Accidentes asociados al uso de restricciones físicas. Ver investigación. |
Existen centros acreditados como por ejemplo “Cuidados de demencia sin sujeciones” no tendrán ninguna medida de sujeción física a diario tal como está definida y descrita en el párrafo de la cabecera de este post.
La contención mecánica es un último recurso terapéutico que se utiliza en situaciones extremas
para controlar conductas que suponen alto riesgo para el propio paciente, como para otros pacientes y
profesionales sanitarios, después de que hayan fracasado el resto de medidas alternativas, como el
abordaje o contención verbal, las medidas ambientales y/o de conducta y la contención farmacológica
La contención mecánica o física es una medida terapéutica excepcional dirigida a la inmovilización
parcial o generalizada de la mayor parte del cuerpo en un paciente que lo precise, para tratar de
garantizar la seguridad de él mismo o de los demás. Su indicación sólo está justificada ante el fracaso de otras alternativas, ya que vulnera el principio
de autonomía de la persona al limitar la libertad del paciente, suponiendo una restricción de los
derechos fundamentales de amparo constitucional de las personas afectadas por las intervenciones
corporales. En este enlace podréis encontrar un ejemplo de protocolo de actuación sociosanitaria en caso de agresión.
Contraindicaciones:
• Orden expresa del médico de no aplicar contención.
• Siempre que exista la posibilidad de aplicar otros abordajes terapéuticos.
• Como castigo al usuario/a por una transgresión.
• Como respuesta a una conducta molesta.
• Como respuesta al rechazo del tratamiento en usuarios/as conscientes y orientados.
• Como sustitución de un tratamiento ya en curso.
• Por simple conveniencia del equipo.
• En casos de encefalopatía y cuadros confusionales que puedan empeorar por disminuir la estimulación sensorial.
• Desconocimiento del estado general de salud del paciente.
• Vivencia del paciente como refuerzo de su conducta violenta.
• Cuando no exista personal suficiente para realizar la contención o sea una situación de peligrosa (paciente armado).
Encontramos diferentes tipos de sujeciones:
Sujeciones físicas
Cualquier dispositivo, material, o equipo aplicado a una persona, unido a ella o cerca de su cuerpo, que no puede ser controlado o retirado con facilidad por ella misma y que deliberadamente evita o intenta evitar su libertad de movimiento y/o el natural acceso a su cuerpo.
Sujeciones químicas
El uso de fármacos, fundamentalmente aquellos que actúan a nivel del SNC, que reducen la movilidad de la persona, de manera que quedan inhibidas sus actividades (salir de la cama, ir al cuarto de baño, participar en actividades sociales…) con el objetivo de manejar o controlar una conducta inadecuada o molesta (p.ej: vagabundeo, agresividad…) que no tiene base en un desorden psiquiátrico diagnosticado.
Dicho de otro modo, es el uso de fármacos para manejar un problema para el cual existe un tto mejor.
‒ Otras clasificaciones:
• En función del carácter temporal con el que se apliquen se clasifican en:
Agudas, episódicas o esporádicas: se utilizan de forma excepcional y puntual en determinados momentos, horas y días en los que la persona sufre un episodio de excitación y agitación, entrando en una situación de riesgo y no es posible calmarle de otra forma.
Crónicas o permanentes: su utilización es superior a 2-3 días o una semana y que en muchos casos, en los que en la práctica diaria, lamentablemente se pautan, no se revisan, o si se revisan se limitan a ser corroboradas de forma indefinida
• Con arreglo a la aceptación o no de la persona se clasifican en
Voluntarias
Involuntarias
‒ Indicaciones:
Situaciones o conductas que representen una amenaza para la integridad física de la persona cuidada (prevención de autolesiones y prevención de suicidios)
Situaciones o conductas que representen una amenaza por la integridad física de otras personas
Protección de programas terapéuticos de la persona usuaria y de otros (arranque de vías, sondas, catéteres…)
Necesidad de reposo (por ej. persona usuaria no colaboradora con fractura…)
‒ Contraindicaciones:
Como castigo ante una transgresión o conducta molesta, por apatía o como demostración de fuerza hacia la persona cuidada.
Por conveniencia o comodidad de las personas que le cuidan o del resto de personas que conviven con ella, como sustitutivo de vigilancia.
En las organizaciones, en caso de desconocimiento del estado general de salud de la persona usuaria, en el momento del ingreso, para evitar la realización de una valoración
Para evitar caídas
Para el manejo de trastornos disruptivos (problemas en el autocontrol del comportamiento y las emociones)
‒ Complicaciones:
Riesgo de erosiones, laceraciones, desgarros musculares y plexos nerviosos, accidentes, estrangulamientos, asfixia, isquemia de los miembros… con los propios dispositivos utilizados.
Alto riego de atrofia muscular, rigidez o anquilosis, incontinencia urinaria y fecal, UPP, síndrome de inmovilidad, infecciones, estreñimiento e incluso riesgo de muerte súbita.
Aislamiento social, pérdida de autoestima y de la dignidad, trastornos afectivos (ansiedad – depresión), estrés, inquietud, agitación y agresividad.
‒ Ejemplos de sujeciones:
Barandillas de las camas
Cinturones, muñequeras, sábanas…
Mobiliario ergonómico adaptado: sillas, sillones, mesas…
Medicaciones que actúan sobre el SNC (sin trastorno psiquiátrico): benzodiacepinas, neurolépticos, hipnóticos/sedantes, antidepresivo
Siempre que sea posible se debe comenzar con un abordaje o contención verbal cuya finalidad sea la de enfriar la situación que ha provocado la agitación y/o desorientación del paciente, disminuyendo la ansiedad, la hostilidad y la agresividad, y prevenir posibles ataques violentos. Para ello se ha de transmitir al paciente tanto de forma verbal como no verbal que la intención del personal sociosanitario es la de protegerlo.
La contención mecánica no es de ninguna manera la última opción a la que se recurre en las unidades psiquiátricas hoy en día, sino desde luego, la primera y única, ya que los psiquiatras apenas cruzan palabra con el paciente, en parte porque no les interesa lo que este pueda decir y en parte porque el paciente no siempre está en condiciones de hablar o de explicarle nada al psiquiatra. Se recurre así mismo a la medicación (ansiolíticos, antipsicóticos, antidepresivos), y no a la sedación completa del paciente, lo cual para el paciente sería una buena opción.
ResponderEliminarLa contención mecánica o "inmovilización terapéutica", en contra del protocolo que aconseja que esta sea lo más breve posible, se mantiene durante horas, días o semanas sin apenas interrupción. Tampoco se informa de que el paciente va a ser inmovilizado mediante este sistema a los familiares, y muchas veces se usa para comodidad de los celadores y enfermeros, que así se desentienden casi por completo del paciente (apenas lo asisten), o a modo de castigo.
Como comentas en el ámbito sanitario hay mucho camino a recorrer sobre el abuso y el mal uso de las contenciones físicas. La humanización del trato a las personas con trastornos mentales cuando necesitan contención emocional o son un riesgo para ellas y/o para los demás requiere comprender empáticamente las necesidades de las personas con TM en esos momementos y esfuerzos globales, coordinados de todos las personas implicadas.
EliminarDesgraciadamente han utilizado conmigo la contención mecánica varias veces. Algunas «justificadas», pero la última vez fué una total ilegalidad. Cuando vinieron a por mi los de urgencias, salimos juntos por el portal y los policias, que por protocolo, estaban esperando, se extrañaron de lo tranquilo que iba y se marcharon. En la ambulancia no me ataron porque seguía tranquilo. Por experiencia ya sabía que tenía que hacer caso en todo a las sanitarias/os y estar tranquilo. Ya en el hospital pasé todo el proceso de triaje tranquilo y sin atar, hasta llegar al box, donde me ataron las cuatro extremidades hasta subir a planta.
ResponderEliminarTodas las/los psiquiatras que autorizan contenciones ilegales que vulneran nuestros derechos como pacientes y seres humanos tendrían que estar denunciados por pacientes y personal sanitario, y ser apartados de por vida de su puesto de trabajo.
Hola Jorge, lamento escuchar tu mala experiencia. Me parece increíble la capacidad que tenéis las propias personas con necesidades de contención emocional para regularos en esos momentos tan difíciles cuando la psique fracasa y el dolor psíquico es tan intenso. Sigue así. Lo que es inadmisible es que por protocolos generales, despersonalizados y deshumanizados o malas práxis, una persona que está tratando de autocontenerse no reciba el apoyo que necesita en esos momentos porque no se confía en sus propios recursos. Hay mucho que trabajar. Gracias por compartir tu experiencia. Un saludo.
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