Hoy hemos podido conocer el modelo de los estilos sociales que puede ayudarnos como profesionales de la atención sociosanitara a conocernos mejor y modificar nuestra conducta para comunicarnos más efectivamente con las personas en situación de dependencia y sus familiares.
Esta herramienta no solo es útil para conocernos mejor y relacionarnos más eficientemente con otras personas, si no también para poder influir y motivar a las personas usuarias a participar de las actividades que ofrece el centro y también para facilitar su participación en las actividades de ocio y tiempo libre.
Si la intensidad y emotividad que nos caracteriza son dimensiones que se mantienen estables en el tiempo, la versatilidad o flexibilidad es la habilidad dinámica a desarrollar por excelencia. La versatilidad no es simplemente la capacidad e llevarse bien con los demás. Más bien implica llevarse con los demás, de una forma que al terminarse la conversación, nuestros interlocutores y nosotros mismos nos sentimos mejor con nosotros mismos, agradecidos a lo que dijimos o hicimos. En otras palabras, una relación realmente versátil, incrementa la efectividad y la productividad de ambas partes.
En este sentido, la versatilidad implica conciencia, sensibilidad y respuestas sociales apropiadas. Requiere comportarse de una manera que demuestre preocupación por el impacto que tiene nuestro comportamiento sobre las personas a nuestro alrededor.
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