Demencias y Alzheimer: recursos


La demencia, y la enfermedad de Alzheimer como su manifestación más frecuente, es un problema de gran magnitud por el deterioro que implica para la persona enferma, la dedicación que precisa por parte de quienes le cuidan, el impacto familiar y la escasez de recursos terapéuticos eficaces. La demencia conlleva una disminución de la capacidad mental, de progresión generalmente lenta con alteración de la memoria, el pensamiento y el juicio hasta interferir en las actividades de la vida cotidiana.

A continuación incluímos una serie de recursos cuyo objetivo es proporcionar una serie de herramientas para trabajar con las personas que sufren algún tipo de deterioro cognitivo y, de esta manera, frenar en lo posible el empeoramiento de sus capacidades cognitivas.

Los objetivos terapéuticos de las intervenciones cognitivas en la enfermedad de Alzheimer, de mayor a menor grado de concreción, son:

1) estimular y mantener las capacidades mentales;
2) evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales;
3) dar seguridad e incrementar la autonomía personal del paciente;
4) estimular la propia identidad y autoestima;
5) minimizar el estrés y evitar reacciones psicológicas anómalas;
6) mejorar el rendimiento cognitivo;
7) mejorar el rendimiento funcional;
8) incrementar la autonomía personal en las actividades de la vida diaria;
9) mejorar el estado y sentimiento de salud; y,
10) mejorar la calidad de vida del paciente y de los familiares y/o cuidadores

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