Evolución de la Enfermedad de Parkinson


Los neurólogos utilizan un sistema de clasificación para establecer en qué momento de la evolución de la EP está el afectado. Se le denomina  Estadíos de Hohen y Yhar:

Estadío I: el afectado mantiene aún una postura erecta y conserva su expresión facial. Pueden aparecer síntomas en un solo lado del cuerpo, como temblores en una extremidad y dificultades de movilidad fina. Al caminar pueden que se arrastren un poco los pies y que el braceo haya disminuído. También puede aparecer rigidez y discinesias (movimientos anormales e involuntarios sobre todo de la musculatura orofacial)

Estadío II: La alteración postural comienza a ser más evidente, comenzando a encorvarse hacia delante. La expresión facial aparece ya afectada (cara o máscara de pez) y la realización de las actividades de la vida diaria se complica por la aparición de la bradicinesia (lentitud de movimientos).  Comienza a manifestarse la alteración del equilibrio. Pueden aparecer síntomas depresivos u otros síntomas secundarios a la toma de mediación.


Estadíos III y IV: los síntomas se agravan; la dificultad para caminar y mantener el equilibrio puede ser importante. Suelen provocar caídas al pararse o girar. Las sensaciones dolorosas y la fatiga se incrementan. Aparecen dificultades en la comunicación. Surgen síntomas en relación con los fármacos, como los fenómenos on-off,* discinesias (movimientos anormales e involuntarios sobre todo de la musculatura orofacial) y problemas de insomnio, alucinaciones, cuadros confusionales, etc.



Estadío V: Necesita ayuda de una tercera persona para todo tipo de actividad. Pasa mucho tiempo sentado o tumbado en la cama (riesgo de ulceraciones). Las alteraciones del lenguaje se acentúan.


*Además de las alteraciones psiquiátricas señaladas, el tratamiento farmacológico especialmente el uso de levodopa implica una serie de complicaciones motoras, entre las que destacaremos las fluctuaciones motoras. Aparecen cuando se reduce la duración de la respuesta a las tomas de levodopa. En estas circunstancias podemos encontrar períodos on, en los que la respuesta a la medicación antiparkinsoniana es adecuada y el paciente experimenta una mejoría clínica, y períodos off, en los que la duración de la respuesta disminuye y la sintomatología de la enfermedad empeora.

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