Las competencias sociales se desarrollan a lo largo de todo el ciclo vital y son las que nos permiten mantener buenas relaciones con otras personas. Esto implica dominar las habilidades sociales básicas, capacidad para la comunicación efectiva, respeto, mostrar comportamientos prosociales y de cooperación, practicar la comunicación expresiva y receptiva, identificar y compartir emociones, capacidad para gestionar situaciones emocionales, practicar la comunicación asertiva, mostrar habilidades para prevenir y solucionar conflictos.
No se vosotros, pero identifico varias carencias y dificultades en mi misma en muchas de ellas :-). Tengamos o no, algún tipo de discapacidad en cualquiera de los casos, recordad que no son innatas, so aprendidas y dinámicas. El entorno familiar, educativo y social debe favorecer este aprendizaje en la infancia, su desarrollo en la adolescencia y su mantenimiento en la adultez y durante la vejez.
La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones en las habilidades que la persona aprende para funcionar en su vida diaria y que le permiten responder ante distintas situaciones y lugares. La discapacidad intelectual no es una enfermedad mental. Hay muchos tipos y causas diferentes de discapacidad intelectual. Algunos se originan antes de que un bebé nazca, otros durante el parto y otros a causa de una enfermedad grave en la infancia. Pero siempre antes de los 18 años.
La discapacidad intelectual se expresa en la relación con el entorno. Por tanto, depende tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que tiene alrededor. Si logramos un entorno más fácil y accesible, las personas con discapacidad intelectual tendrán menos dificultades, y por ello, su discapacidad parecerá menor.
A las personas con discapacidad intelectual les cuesta más que a los demás aprender, comprender y comunicarse. Por lo que el aprendizaje, mantenimiento y desarrollo de estas competencias sociales requiere una programación exquisita, personalizada, humanizada y profesional que con la participación de las personas clave de su entorno permita desarrollar al máximo su autonomía e integración.
Pienso, que como bien se comenta aquí, el entorno es clave. Lo que ocurre,es que no se les dota de los medios, es decir,no se adecua los espacios correctamente, para que la discapacidad en si,mucha veces no sea el problema. Sino que el problema esta en el entorno, limitando así la relaciones sociales de la persona en situación de discapacidad.
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