Para Andrea


Hola Andrea.

Son las cuatro de la mañana y acabamos de despedirnos. ¿Sabes que hemos pasado más de 3 horas conversando en privado por Twitter?. Te llamaré Andrea. Quizás lo que no sepas es que al otro lado he estado en contacto permanente con el servicio de Emergencias (112) de Andalucía.  

No te conozco personalmente y me has contado que tienes un trastorno ansioso-depresivo con pensamientos e ideas suicidas. Se que adoras los animales y tienes adoptados varios peludos y por eso ya me caes bien. No creo que leas esto, pero si lo hicieras todo mi agradecimiento por las confidencias y la confianza, y te recuerdo que tienes mi apoyo para seguir conversando cuando lo necesites. Porque para mí no eres un trastorno eres una persona.

Preservando todos los datos concretos para no identificarte permíteme que comparta nuestra experiencia por si puede ser de utilidad para alguien.

Con las limitaciones propias de la distancia física (más de 900 km) y del medio por el que conversamos, me he esforzado por poner en práctica la escucha empática, la ausencia de juicio y por ofrecerte apoyo incondicional ante tu sufrimiento y las terribles manifestaciones de la depresión. 

"Te leo, no te juzgo" ha sido el mantra que más veces he escrito. 

Fundamentalmente me he esforzado por escucharte, bueno a leerte, comprenderte (aunque no comparta) y a elogiar tus avances en el pasado sin opinar ni aconsejarte, porque el consejo prematuro y no pedido no tiene sentido al practicar la escucha empática. Para ello he repetido por escribir varias veces que entiendo tus dificultades, que te leo, que no estás loco/a, ni eres un vago/a, que la depresión es una enfermedad que afecta a muchas personas y que se puede llegar a mejorar con la ayuda profesional adecuada y el tiempo.

Tras contarme y leer todo lo que te hace sufrir durante casi una hora, escribes una sentencia "no vale la pena vivir así". Entonces he indagado con seguridad, mucho cariño y respeto sobre la posible existencia de ideación suicida. Te he hecho tres preguntas simples y directas, ¿recuerdas?:

-Yo comprendo que hay muchas cosas que te están haciendo sufrir. Una pregunta: ¿cuando no puedes más, has llegado a pensar en el suicidio?

- SI

- Otra pregunta, disculpa que sea tan directa: ¿has pensado en cómo hacerlo?

- SI

- Permíteme una última pregunta: ¿has pensado cuándo hacerlo?

- SI

Cuando las preguntas sobre el suicidio se plantean sin juicios,  con cariño y respeto, las personas se sienten aliviadas del intenso dolor emocional al ver que alguien realmente entiende lo que está soportando y se da cuenta de su sufrimiento y pueden valorar otras salidas.

Después de seguir leyendo tus comentarios, te has despedido de mí expresando que vas a seguir viviendo por tus queridas mascotas ya que te necesitan y con un "muchas gracias por no juzgarme y hasta mañana".

Hasta mañana, querido/a Andrea. 

En España la depresión afecta a 1 de cada 6 personas en algún momento de su vida, y el 70% de las personas con depresión son mujeres. La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas (OMS, 2017).

Por favor, aprended Primeros Auxilios Psicológicos y Humanos para aplicarlos cuando sea conveniente. Por favor, comprended y socializad que la depresión es una enfermedad, no falta de actitud.  

Comentarios