TÉCNICAS PARA FAVORECER LA RELACIÓN SOCIAL

-Dentro de las competencias sociales que desde la animación social se pueden promover destacan las habilidades de comunicación. A la hora de establecer la relación de ayuda con las personas usuarias que recién se han incorporado a una institución sociosanitaria entre las habilidades comunicativas  deberíamos mostrar destacan la empatía, la asertividad (estilo de comunicación asertivo) y la escucha activa
Para llevar a cabo una comunicación correcta son necesarias ciertas habilidades:

La escucha activa 
La escucha implica tener una disposición para prestar atención a los mensajes del interlocutor, sin distraerse, porque fundamentalmente el foco del interés está en mí. Es decir, practicamos la escucha activa cuando realmente estamos interesados en el contenido del mensaje: cuando llevo el coche al taller, voy al médico, me hablan de sueldo o salario, de las vacaciones.....

Cuando como receptores recibimos el mensaje, nos activamos y nos concentramos en dicho mensaje, porque deseamos y nos interesa comprenderlo, indagamos para asegurarnos que lo hemos entendido correctamente, preguntamos para pedir aclaraciones o más datos, lo resumimos interiormente o en voz alta, tomamos notas..etc.


La empatía:

Al empatizar se llega más allá de la observación y de la escucha, es la capacidad de ponernos en el lugar del otro, se trata de escuchar sus sentimientos y emociones y por supuesto, comprenderlos y hacérselo saber.

Empatizar no supone estar de acuerdo con lo que la persona siente, sino respetar sus sentimientos y comprender que tiene razones para que se sienta y actúe de ese modo.

La empatía tiene su base en una buena escucha pero vá más allá porque el foco está en nuestro interlocutor. Ahora indagamos para que nuestro interlocutor perciba nuestro interés en comprender (aunque no compartamos lo que siente o expresa), parafraseamos para que escuche en nuestra voz lo que nos acaba de decir; miramos a la persona, asentimos y reforzamos para que continúe hablando "aja", "ya veo", "continua", "entiendo"; no ofrecemos consejos prematuros o no pedidos; no enjuiciamos ni positivamente ni negativamente. La empatía es costosa porque hay que practicarla conscientemente.

Es una habilidad que facilita el desenvolvimiento y progreso de todo tipo de relación entre dos o más personas. Con ella se pueden apreciar los sentimientos y necesidades de los demás, esto conlleva a la calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad (no a la sensibilería)

El objetivo de la empatía es comprender lo que le pasa al interlocutor, llegar a conocer qué siente, lo que piensa y ser capaces de meterse en su piel y entender los motivos de sus sentimientos o emociones. Pero no basta solo con esto, ya que es necesario que la persona perciba que le estamos comprendiendo, para ello es esencial emplear técnicas que ya hemos visto anteriormente, como por ejemplo la comunicación no verbal.

La capacidad de la empatía empieza a desarrollarse desde la infancia, los padres y madres, y otras figuras adultas de referencia cubren las necesidades afectivas de los niños y niñas y de esta manera les enseñan a descubrir sus sentimientos y los de los demás. Si estas figuras de referencia no muestran afecto hacia éstos/éstas ni intentan comprender sus sentimientos y necesidades, dificilmente no sabrán interpretar ni sentir los ajenos.

Es cierto que algunas personas, por diversas razones, tienen más capacidad empática mientras que otras presentan dificultades para ponerse en lugar de los demás. En cualquier caso, las habilidades empáticas se pueden potenciar y desarrollar.

La asertividad:

Ser congruente, capaz de expresar actitudes y sentimientos.
Emplear un lenguaje directo. Sin ambigüedades.
No enjuiciar, aceptación incondicional del otro.
No evaluar la conducta de los demás.
Ser empático.
Creer en sí y en los otros.
Expresarse de manera directa.
Considerar los sentimientos de los demás.
Manifestar entusiasmo y bienestar

Hay 3 estilos de comunicación: 

Estilo de comunicación pasivo, asertivo y agresivo. Emplear un estilo de comunicación asertivo implica hacer uso de una conducta comunicativa consciente, coherente, clara, directa y equilibrada, mediante la que la persona es capaz de expresar ideas y sentimientos autoafirmando sus derechos y convicciones sin dejarse manipular por los demás, actuando desde la confianza y la seguridad en sí misma. La persona con un estilo de comunicación asertiva se defiende bien en las interacciones sociales; es tolerante; acepta los errores y propone soluciones y alternativas; y además sabe respetar los derechos y las necesidades de otras personas. El estilo de comunicación asertivo se opone a los estilos agresivo (la persona con este estilo tiende a expresar sus sentimientos e ideas de forma inapropiada e impositiva, sin respetar los derechos de los demás) y pasivo (estas personas no pueden expresar sus pensamientos y opiniones de forma adecuada; no son capaces de defender sus derechos e intereses personales).
A nivel no verbal puede requerir que utilices una entonación adecuada o coherente con nuestro mensaje verbal (interrogativa, en baja voz para preservar la intimidad, por ejemplo), de la misma manera que supone utilizar una expresión facial, mirada, movimientos del cuerpo, y distancia corporal en coherencia con nuestro discurso e intención de apoyar, acompañar o ayudar a la persona en su proceso de adaptación: mirar a los ojos, no distraerse con otras conversaciones u objetos, dar la mano, ofrecer un pañuelo, sentarse a su lado, sonreir, entre otras

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