Los recursos de apoyo provienen de todos los entornos de la persona cuidadora.
Podemos decir que existen tres tipos de recursos de apoyo social, como los que aparecen a continuación:
- Recursos de apoyo natural: constituido por la familia, los vecinos, los amigos…
- Recursos de apoyo organizado: Formado por las asociaciones y por los grupos de apoyo
- Recursos de apoyo formal o profesional: Lo constituyen los servicios profesionales, ya sean públicos o privados.
Recursos organizados y formales:
- Grupos de Ayuda Mutua (GAM):
Estos grupos no están dirigidos por personas profesionales, sino por los propios afectados. En ellos comparten sus dudas y experiencia. Su objetivo es proporcionar a las personas cuidadoras de personas dependientes (cuidadores informales) la oportunidad de intercambiar estrategias de actuación frente a problemas similares a los suyos, ocasionados en su quehacer diario. Realizan funciones de información e intercambio de experiencias, apoyo emocional, actividades recreativas, prestación de servicios. Desde sus orígenes, las redes de apoyo y ayuda mutua han encarnado una filosofía que reconoce, desarrolla y estimula el poder de las personas no sólo para ayudarse a sí mismos, sino también para ayudar a otras personas a ayudarse a sí mismas. Términos como apoyo, autoayuda o ayuda mutua han sido utilizados indistintamente para referirse a grupos que confían en redes entre iguales como un medio para enfrentarse a problemas específicos, satisfacer unas necesidades comunes y obtener los cambios sociales o personales deseados.
- Grupos Psicoeducativos:
Estos grupos suelen estar facilitados por profesionales: profesionales de la psicología, medicos/as, enfermeros/as, educadores/as….que ofrecen información, formación, entrenamiento de habilidades instrumentales, prácticas, emocionales para que las personas cuidadoras aprendan a cuidar y cuidarse mejor a sí mismos. Se desarrollan varias sesiones de varias horas de duración, en grupos reducidos. Su objetivo principal es que la persona cuidadora desarrolle estrategias para prevenir, reducir o minimizar el impacto, malestar y tensión para ejercer su rol lo mejor posible. Este tipo de programas es habitual que se organicen en asociaciones de familiares de personas en situación de dependencia, entre otras.
- Psicoterapia individual o grupal:
Durante las sesiones se establece una relación terapéutica en las que un psicólogo/a ayuda al cuidador familiar o a un grupo de ellos a ser conscientes de su situación, mejorar sus habilidades emocionales, sus estrategias cognitiva y de actuación para enfrentarse a los retos del cuidado. Se suelen utilizar diferentes técnicas como el role-playing, las lecturas, la discusión en grupo, entre otras.
- Campañas de sensibilización e información comunitaria
Son actividades de difusión sobre problemáticas que pueden provocar situaciones de dependencia; su objetivo es promover el respeto y la colaboración ciudadana empleando estrategias de participación para la concienciación, el cambio de actitudes y la implicación de la comunidad. Por ejemplo, las campañas de sensibilización sobre las relaciones intergeneracionales, los derechos de las personas en situación de dependencia, etc.
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