Comunicación Basal: la experiencia con Bruno

Se trataba de la décima experiencia basal con Bruno. Lo conocí porque se deseaba ofrecerle  experiencias significativas. Tenía la intención de demostrar que si se podía llegar a Bruno en el nivel de Comunicación Básica, y luego transmitir este enfoque a sus cuidadores/as formales e informales. Durante los encuentros anteriores, la disposición de Bruno durante el acompañamiento había aumentado en cada ocasión. Bruno tiene 17 años y un diagnóstico de Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), con baja visión y discapacidad intelectual.
- Este encuentro duró unos 15 minutos.
Imágenes 1 y 2:
Durante la mayor parte del día, Bruno se sienta en un sofá en el centro de las habitaciones de la vivienda en la que convive de lunes a viernes con otros jóvenes con pluridiscapacidad. Casi siempre está en la postura de ambas imagines: con los brazos presionados con firmeza cerca del cuerpo y con las manos debajo de sus muslos. En esa posición, pasa el tiempo balanceándose de un lado a otro. Lo cierto es que mientras tanto, percibe lo que sucede a su alrededor, aunque está casi ciego debido a su antiguo hábito de lastimarse.
imagen 3:
Le digo "Hola" a Bruno, le estrecho la mano.
imágenes 4 y 5:
Me siento detrás de Bruno en el respaldo del sofá, sin tocar su cuerpo todavía. Solo coloco mis pies cerca de las caderas de Bruno. Porque de entrada si le tocara los hombros con las manos, probablemente  me comunicaría su disgusto, levantándose y alejándose. Bruno sigue balanceándose.
imagen 6:
Después de un minuto, lentamente toco a Bruno por sus hombros y dejo que mis manos firmes en sus hombros sigan su balanceo. De vez en cuando trato de frenar su balanceo o de forzarlo con suavidad.
imagen 7:
Al cabo de un rato, aparto las manos de nuevo y percibo mientras me río y trato de percibir como lo ha tomado Bruno. Mi risa intenta decirle: "¡Fue solo por diversión!"
imagen 8:
Presiono mis muslos y rodillas con bastante firmeza contra los costados de Bruno y así freno que se balancee durante un rato. Con cada balanceo tiene que liberarse de este "freno". Luego abro las piernas de nuevo.
imagen 9:
Como sorpresa, abrazo a Bruno y lo sostengo con mucha fuerza durante un momento. Al principio se detiene, luego intenta liberarse. Espero hasta que siento que su resistencia aumenta, luego lo dejo ir de nuevo en su balanceo.
imagen 10:
Pongo mis manos sobre los hombros de Bruno y acompaño su balanceo, ralentizándolo de vez en cuando. El sonríe, divertido.
imagen 11:
Empujo mis manos debajo de sus brazos, que él presiona firmemente contra su cuerpo, a lo largo de su pecho. Esto libera la posición fija de sus brazos, saca sus manos de debajo de sus muslos, toca mis manos. Ambos sonreímos.
imagen 12:
Bruno intenta volver a colocar las manos en la posición habitual. Mis manos están ahora en su vientre, frenando el balanceo y me deslizo un poco más hacia el asiento del sofá.
imagen 13:
Sintiendo que esto es casi demasiado para Bruno, retiro las manos, pero las dejo en la nuca. - Como en encuentros anteriores, canto su nombre al ritmo de su balanceo. Él ríe. Reímos.
imagen 14:
Cruzando los brazos de Bruno, puse mis manos sobre su vientre. Parece esperar lo que vendrá después.
imagen 15:
Lentamente me deslizo del respaldo del sofá detrás de Bruno. Ahora ya no hay espacio detrás de él para mecerse. Sostengo sus hombros y le hablo con dulzura.
imagen 16:
Con mis brazos de nuevo abrazo a Bruno de una manera bastante firme. A él realmente no le gusta esto, trata de salir adelante, alejarse de mí.
imagen 17:
Bruno se sienta en mi regazo. Tiene las manos libres, ya no se balancea. Parece que está esperando.
imágenes 18 y 19:
Saliendo de debajo de los brazos de Bruno, lo agarro por los hombros y lo atraigo hacia mí. Intento sentir el ritmo de su respiración para poder responder con mi propia respiración. Bruno junta las manos y las deja reposando en su regazo.
imagen 20:
Con mi cuerpo y mis palabras pido a Bruno que apoye las piernas en el sofá. Me muevo a la esquina del sofá con él. Ahora se sienta entre mis piernas, inclinado hacia mí. Aunque inclina la cabeza hacia atrás, su cuerpo todavía muestra algo de tensión.
imagen 21:
El cuerpo de Bruno se relaja cada vez más, se hunde sobre mí y suelta su peso hacia mí. Separo sus manos, las pongo sobre mis rodillas, mientras trato de mantener su ritmo de respiración y sincronizarla con la mía.
imagen 22:
Bruno yace relajado, de modo que incluso puedo mover sus brazos libremente.
imagen 23:
Aparté los brazos de Bruno y le dejé sentir que su cuerpo se abría por completo. Aún sigo su ritmo de respiración, tratando cuidadosamente de enfatizar su exhalación.
imágenes 24 y 25:
Poniendo mis pies entre las piernas de Bruno y separando así sus rodillas, le dejo experimentar aún más la apertura de su cuerpo.
imágenes 26 a 29:
Bruno ha comenzado a juntar sus manos nuevamente, pero aún las deja reposar allí de una manera relajada. Intento de nuevo sugerirle que se abra separando las manos. - Cuando noto que ya no está listo para esto, tomo su impulso de juntarlos y amplificarlo presionándolos firmemente contra su pecho. Bruno se ríe.
imagen 30:
Durante un tiempo seguimos disfrutando de estar juntos en nuestro ritmo de respiración compartido.
imagen 31:
Guío la mano de Bruno hacia mi cabeza y acaricio mi cabello.
imagen 32:
Después de un rato, Bruno se aleja de mí, aparta mis pies de sus piernas.
imagen 33:
Las manos de Bruno ya están debajo de sus muslos nuevamente. Empieza a mecerse. Intento una vez más recuperarlo.
imagen 34:
Bruno intenta apartarse de mí para continuar con su balanceo.
imagen 35:
Abro mis manos, mostrándole así a Bruno que lo dejé ir. Solo lo sostengo por las caderas.
imágenes 36 y 37:
Como al principio retomo el ritmo del balanceo de Bruno, haciendo sonidos y tocándolo, cantando su nombre.
imagen 38:
Al quitarle las manos y las piernas a Bruno, le digo que lo dejo suelto de nuevo. - Poco después me levanto y le digo adiós.



La comunicación es una necesidad y aspecto fundamental en el desarrollo y la vida del ser humano. Aunque esta afirmación pareciera banal e innecesaria, cuando se  pone la mirada en la persona con pluridiscapacidad o en situación de gran dependencia vale la pena recordarla, ponerla en valor para que cobre más sentido. Todos los días los/as cuidadores/as encuentran dificultades para acompañar en los cuidados a las personas severamente afectadas por su discapacidad y situación de dependencia y justifican sus actuaciones por los severos problemas de expresión y o comprensión que presentan estas personas. Sin embargo, algunos de nosotros nos hemos dado cuenta que lo que realmente está en juego no es la incapacidad de responder o expresarse de la persona pluridiscapacitada o en situación de dependencia, si no la nuestra para lograr el encuentro y el intercambio con esas personas.  
Cuando se dice  que  una  persona "no  reacciona  cuando se le habla“, la  estamos  juzgando, menospreciando   y  evidenciamos nuestra incapacidad (y    egocentrismo). 

Todas aquellas personas que trabajan acompañando  a personas pluridiscapacitadas o con gran dependencia, con necesidades de apoyo muy intensan,  deben  preguntarse constantemente hasta que punto la propuesta de actividad y/o contacto, sus indicaciones verbales y no verbales son comprensibles y significativas para  la  persona, y no al revés. Hay que partir del supuesto que, por ejemplo, a una persona con bajo nivel de consciencia, no pueden interesarle (o ser significativas) instrucciones del tipo "abra los ojos“,  "si  me entiende apriete  mi mano, dos veces“,.... 

Las dificultades de descodificación de las expresiones de estas personas se deben fundamentalmente a dos tendencias que se retroalimentan:

1. no identificar ni tener en cuenta ciertos modos de expresión de la persona por valorarlos como secundarios, no significativos, que pueden llevarnos a concluir que no se comunica

2. interpretar las reacciones de la persona proyectando lo que significa para nosotros. Es decir, valorarlos en función de lo que significarían para nosotros, lo que habla más de nuestros propios sentimientos, deseos y necesidades que desde los otros.

Estas tendencias demuestra nuestra dificultad para salir del centro a la hora de encontrarnos con la otra persona. Estas personas envían mensajes que son extraños e incomprensibles para su entorno. Nos da la sensación de que viven en su propio mundo al que no tenemos acceso. Entonces hacemos ninguno o muchos esfuerzos para hacernos comprender con poco éxito lo que facilita la aparición de conductas problemáticas (Chauvie, Iribaguza y  Musitelli): aislamiento, agresividad, depresión... e incrementa la prescripción y aplicación de medidas de contención (sujeciones físicas o farmacológicas; confinamiento) que retroalimentan la situación de aislamiento que se representa en la imagen nº1:

Hemos de considerar que en cada encuentro que sus expresiones son signos y evidencias comunicativas y no caer en el error de utilizar canales de comunicación en el que el contenido no es comprensible ni significativo para la persona como se representa en la imagen 2. Más allá de estar vivo, es decir, respirar,  no se requieren requisitos previos para el "encuentro basal" en términos de habilidades. 

En la imagen nº2 el/la profesional busca el contacto visual con la persona pluridiscapacitada o en situación de gran dependencia, ésta suspira y cuando le habla, su ritmo respiratorio se acelera. Todas estas evidencias comunicativas pasan desapercibidas o no son correctamente apreciadas por el/la profesional que sigue utilizando sus recursos comunicativos: expresión facial y gestos con las cara; a los que la persona responde con emisiones vocales y sonidos guturales. El/profesional sigue en otra "longitud de onda" y hace gestos con las manos. La persona utiliza el contacto físico al que la persona responde oralmente y entonces la persona se aleja de su interlocutor.  El/la profesional no ha sintonizado con la otra persona, al contrario está en otra longitud de onda, utiliza otros recursos: la mirada, las palabras, gestos con la cara y con las manos... demostrando una falta total de habilidades empáticas con la persona. 

En este momento, me gustaría aclarar que coincido con David Maldawski  y prefiero considerar que la empatía involucra un cierto grado de identificación con la persona que permite captar su estado afectivo. En cambio, la sintonía implica una armonía en la conexión entre dos o más personas, una conexión entre sistemas de emisión y recepción, y una igualdad además de afectiva, somática. Sin sintonía no hay empatía.

La imagen 3 representa gráficamente el concepto de "Comunicación Basal". En ella vemos que los canales y códigos de comunicación son comunes para emisor y receptor. 

Se ha señalado en más de una ocasión en esta y otras entradas que más allá de estar vivo no se requieren requisitos previos para el "encuentro basal" en términos de habilidades. Por lo tanto, si tenemos que acompañar y tender puentes con personas con bajo nivel de consciencia, personas en cuidados paliativos, siempre nos quedará el recurso de observar y apreciar la respiración de la persona como signo comunicativo. 
El ritmo respiratorio en la comunicación basal 
es el canal que toda persona viva dispone, por el que se expresa no solo el estado actual de la persona, si no también nos habla de su personalidad, actitud general, motivación... tiene, por tanto,  carácter de expresión y de mensaje y se intenta iniciar un cambio en este nivel

Winfried Mall 
(1984) desde la perspectiva práctica de la comunicación basal con personas pluridiscapacitadas con importantes necesidades de apoyo y Paul Watzlawick (2014) como teórico de la comunicación humana, nos recuerdan que cuando hay dos personas juntas "
es imposible no comunicar" y que hemos de diferenciar los aspectos de contenido de los aspectos de la relación, y los modos digitales y analógicos de la comunicación. En   aquellas  ocasiones   en   las   que   la relación  es  el  tema  central  de  la comunicación, se pone  de  manifiesto  que la comunicación digital es muy poco significativa. 
La   palabra comunicación proviene del latín  "communicare“, hacer  alguna  cosa  en  común, en  el  sentido  de  dejar  que  alguna  cosa  se  convierta en  una  causa  común, tomar  parte,  participar. Por tanto,  incluso cuando  "solo" estamos con una persona, estamos  comunicando, nuestro interlocutor está cargando de sentido, de significación lo que perciba de nosotros. 

Uno de los principios desarrollados por el reconocido teórico de la comunicación,  Watzlawick, nos recuerda que “no podemos no comunicarnos”. Cuando dos personas se encuentran, hay comunicación. No existe la buena o la mala comunicación. Ayuda ser consciente de esto. Desde que estamos juntos, nos comunicamos. Incluso si llevamos a cabo rápidamente un acompañamiento en las AVD, pongamos el aseo en cama de una persona mayor dependencia con Alzheimer en un estado avanzado, de acuerdo con una determinada técnica o procedimiento, siempre hay una contribución de ambos interlocutores.

Los   elementos esenciales  de  la  comunicación  analógica son la gesticulación, mímica, información (estímulos) táctiles, contacto visual, postura corporal, olores corporales (p.ej. sudor de pánico) así como nuestra    respiración    (tranquila,    relajada, excitada, emocionada, tensa por el dolor, superficial, miedosa, ...). Y esto hay que tenerlo en cuenta en los  dos  miembros  de  la  pareja  comunicativa. 

Una expresión  oral  como "todo  está bien,  no  tengas miedo“, "tranquilo", dicha rápidamente    justo antes de un contacto nervioso, frívolo, rápido, cosificador   da   a  entender claramente a la persona  que  quien  da esta información  da la información  está  convencido  justamente  de lo  contrario. Además del tipo de contacto, hasta nuestra respiración contenida nos delata al contradecirse con lo que expresamos con palabras. Sin embargo, si ralentiza y hago más mi  propia respiración, estaré yo  misma  más  tranquila; si  en este momento me dirijo a mi interlocutor, sin  palabras cuidando quñe estoy comunicando a nivel kinesiko, paralingüístico y proxémico, quizás para me vuelva más comprensible, claramente  perceptible, y por  tanto efectiva desde el punto de vista de lo que realmente quiero expresar. 

La comunicación basal propone en definitiva una adecuación de nuestros canales y códigos comunicativos con tal de que puedan ser significativos para la persona con grandes necesidades de apoyo.

El objetivo principal es poder desarrollar una relación biunívoca que no deje en situación de inferioridad a la otra persona. 

El concepto de comunicación basal fué desarrollado inicialmente por Winfried Mall. Describe una forma específica de crear comunicación con personas que no pueden comunicarse a través del lenguaje verbal u otras formas usando gestos, signos, símbolos, etc.

Se caracteriza por el uso de todos los comportamientos corporales múltiples de la persona a la que se dirige, en particular su ritmo de respiración, como medio de comunicación, al recogerlos, reflejarlos o variarlos, o al ofrecer un comportamiento similar para estimular la comunicación, comparable al desarrollo de la comunicación durante los primeros meses de un bebé no discapacitado.


Una sesión de comunicación como la del encabezado del post, pueden ser el punto de partida o el ritual de entrada para una intervención basal programada o por necesidad puntual de la persona (tras un episodio de desajuste, agitación u otros, antes/durante un acompañamiento en algún tipo de cuidado...)


Este encuentro tendría en consideración los siguientes elementos:
Puesta en situación, preparándose exterior e interiormente para la escucha.  
- Ambiente que inspire calma
- Posición sentada o acostada con contacto cuerpo a cuerpo.
- Observar y escuchar al otro (ritmo respiratorio, tono corporal, expresiones vocales y movimientos)
´Entrar en comunicación con la otra persona utilizando los mismos canales de expresión que ésta.
con el otro por los mismos medios de expresion (mismo ritmo respiratorio, repetir sus vocalizaciones, movimientos)
- adelantarle nuestras intenciones
-ofertar modificaciones a través del mismo canal
-hacerle sentir nuestro propio estado
- preparar al otro del fin del encuentro
-alejarse progresivamente del otro para despedirse

Este tipo de comunicacion no necesita en todos los casos un contacto cuerpo a cuerpo como se ha señalado anteriormente.  El cambio a través de los 4 canales de expresión puede hacerse también con otro tipo de contacto físico parcial: una mano sobre el tora o el viente, observar el vientre de nuestro interlocutor/a para percibir el ritmo respiratorio, por ejemplo.

La comunicación basal no ha de ser un instrumento aislado que se use tan sólo en lugares específicos, sino una forma de interactuar, de afrontar nuestra relación y nuestro trabajo con este grupo de personas, que debido a sus grandes y graves limitaciones no poseen mecanismos de expresión y sintonización.

La comunicación basal se integra perfectamente en el concepto de Estimulación Basal supone tener en cuenta que esta manera de comuncarse será el hilo conductor del acompañamiento.  En los encuentros basales se utilizan los dominios de percepción básica (somática, vestibular y vibratoria) como medios indispensables  durante la intervención. Estos dominios elementales y precoces, interrelacionados, se dan necesariamente en un contexto de comunicación y de relación. Es aquí donde converge el concepto de comunicación de Winfried Mall y Andreas Fröhlich.


La Estimulación    Basal   pretende tender puentes utilizando un  lenguaje  analógico y elemental especialmente en situaciones y actividades conocidas y/o necesarias (como en los acompañamientos en las Actividades Básicas de la Vida Diaria)  en las  que  el  cuidador/a  se dirija  a la persona y  tenga  en  cuenta aquello  que expresa. 

LA IMPORTANCIA DE PRESTAR ATENCIÓN A LOS SIGNOS COMUNICATIVOS DE CADA PERSONA

Cuando Fröhlich en la década de 1990 desarrollo el término "basal", destacó que en este concepto, no hay requisitos previos en términos de habilidades. Esto significa que cualquier persona, independientemente de sus limitaciones, pueden aproveche la estimulación basal. También el bebé prematuro, también la persona en un coma profundo, la persona mayor con demencia avanzada. La única habilidad necesaria es estar vivo, respirar.
La EB entiende que siempre hay posibilidad de encuentro, de comunicación, de empatía. Tocar a alguien tiene que servir para informarle, para orientarle y para preguntarle, aunque no entienda el lenguaje porque no lo ha desarrollado o lo haya perdido por accidente o enfermedad.

La evidencia científica demuestra que, por su eficiencia a largo plazo, las actividades que producen los mejores efectos son los que se centran en los intereses y la historia particular de la vida de las personas con demencia y los que se centran en la estimulación sensorial. Los cuidados que se oferten por personas especializadas, deben basarse en el respeto de la dignidad humana y empatía ( Martínez et al, 2014; Phaneuf, 2010:).

Para encontrarnos con la otra persona, primero debemos invertir un tiempo en lograr estar en síntonía, en la misma longitud de onda y comunicarnos con empatía. 

Para tender ese puente primero debemos centrarnos y pensar en la persona.  

La empatía es el pegamento, la sustancia, la mielina que conecta los distintos tipos de cuerpos a medida que interactuamos con ellos. Gracias a esta competencia podemos sintonizarnos y entonarnos con la emocionalidad del otro/a, sintiendo su emoción en nuestro propio cuerpo  

La empatía, en gran medida se explica porque nunca existe una experiencia aislada, sino siempre haciendo parte de un contexto. Un gesto, una expresión o una acción siempre están ocurriendo en situaciones concretas, y es nuestra comprensión del contexto, de lo que ocurrió previamente y de la acción que sigue, lo que nos ayuda a acoplarnos con la emoción del otro. Por eso no siempre basta el contagio emocional, a menudo es necesario basarnos en una interpretación del contexto para entender lo que está ocurriendo.

La empatía requiere de un doble movimiento, ya que
pese a entrar en sintonía con los demás por medio de una conexión con sus emociones, a la vez es necesario crear una distancia con la emoción adoptada. Por ejemplo, si nos encontramos con alguien experimentando algún tipo de tristeza, podemos ser receptivos a su emoción vivenciando una emoción similar en nosotros; pero si nos quedarnos sintiendo esa tristeza sin ningún tipo de distancia, se va a disminuir nuestra capacidad de dar ayuda, de acompañar y de imaginar soluciones. Un nivel alto de cultivo de empatía debe ir acompañado de la capacidad de regular las emociones y controlar los sentimientos.
 
En este ritual de bienvenida debemos anunciarnos a la persona, antes de entrar en contacto con su cuerpo, hay que pedirle permiso indicándole que le voy a tocar. Si no nos oye, podemos ponernos en su campo visual. Si no nos ve, podemos tocar el colchón para que note movimiento. 

También tendremos que acercarnos al lugar de contacto aceptado por la otra persona: siempre de forma gradual.  El primer contacto es el saludo. Este "con-tacto" debe ser claro, inequívoco, con presión para iniciar el encuentro y se mantiene durante el periodo de un saludo. La mano debe adaptarse a la forma de la parte del cuerpo, no de forma plana.  A menudo, esto sucede de forma rápida y espontánea, cuando hablamos con la persona y nos mira, se gira hacia nosotros, gruñe, nos toca..... Con algunas personas, es menos obvio. Tenemos que usar un toque inicial para establecer un primer contacto. Es un toque claro y evidente en el hombro, brazo o otro lugar acordado en el cuerpo, donde la persona generalmente tolera bien tocarlo (es requisito conocer la biografía de la persona y tener en cuenta el contexto). A veces unos segundos son suficientes, a veces es recomendable  que el contacto permanezca durante todo el encuentro.

Entonces, como guía, preguntémonos:

- ¿Cómo contribuimos al diálogo y ¿cómo contribuye la persona a este intercambio? 

El objetivo es ofertar momentos de encuentro mientras que acompañamos en las ABVD, compartir la experiencia.  Un ejemplo simple es turnarse para oler la colonia preferida de Antonia antes de aplicarsela tras el baño y luego mirarse para identificar alguna evidencia comunicativa (una expresión facial, una tensión muscular....) De de esta manera, juntos le damos sentido a algo. Y todos los días tendremos la misma rutina que puede cambiar. 

La suavidad no la característica esencial del concepto de la EB, sino más bien el tiempo. Con eso me refiero al tiempo necesario para llegar al encuentro con el otro. Además, cuando hablamos del ritual de entrada o el saludo que suele prodigarse con el contacto físico con la persona, se enfatiza siempre la necesidad de un toque claro, preferiblemente con una mano entera y con un presión evidente, no demasiado suave. 

¿CÓMO PUEDO OFRECER UNA RESPUESTA ADECUADA?
- Adecuar nuestro tono y volumen de nuestra voz al estado de la persona
- Ofrecer un feedback inmediato a cualquier emisión oral/ sonrisa o risa
- Ofrecer claves táctiles claras que permitan a la persona ser más consciente de que estamos compartiendo un momento.
- Adecuar nuestro ritmo de habla a la respiración de la persona
- Alargar los tiempo de pausa tras nuestra intervención
- Buscar puntos de interés y fomentar situaciones en las que la persona pueda demandar o comenzar la interacción
- En casos en los que haya una señalización directa con las manos, cabeza y/o mirada atención inmediata al estímulo señalado
- Generar situaciones de intención comunicativa
- Comenzar interacción desde puntos de interés
- Generar situaciones que llamen la atención de la persona para potenciar la interacción
- Hacer visible posibilidades de comunicación

CLAVES PARA POTENCIAR LA COMUNICACIÓN EN PERSONAS CON DIVERSIDAD FUNCIONAL
- Hacerles protagonistas de la comunicación
-Objetivos a corto plazo ofreciendo una rápida recompensa por cada interacción
- Generar situaciones de intención comunicativa
- Potenciar el recurso comunicativo
-Generalizar la comunicación en diferentes situaciones del día a día

CLAVES PARA POTENCIAR LA COMUNICACIÓN EN PERSONAS CON DIVERSIDAD FUNCIONAL PERSONAS CON COMUNICACIÓN ALTERNATIVA/ AUMENTATIVA
- Utilizar el mismo recurso y del mismo modo que la persona (modelaje
- Generar situaciones de intención comunicativa
- No adelantarnos a su respuesta
- No intentar predecir de forma temprana que nos está diciendo
                                 
Bibliografía y enlaces de interés


Programm "Edition Schindele" im Universitätsverlag Winter, Heidelberg (6th printing 2008)

In: Bundesvereinigung Lebenshilfe (Hg.):
Hilfen für geistig Behinderte - Handreichungen für die Praxis II.
Marburg (Lebenshilfe-Verlag) 1987 (ISBN 3-88617-026-8)

In: Annehmen und Verstehen - Perspektiven der Förderung von Menschen mit sehr schweren Behinderungen,
Beiträge zur Fachtagung (3. Lebenshilfe-Tag Nordrhein-Westfalen 1992). Band 2
Hürth (LV Nordrhein-Westfalen der Lebenshilfe für geistig Behinderte) 1992

In: Frei, E.X., Merz, H.-P. (Hg.): Menschen mit schwerer geistiger Behinderung - Alltagswirklichkeit und Zukunft. Luzern
(Schweiz. Zentralstelle für Heilpädagogik) ²1993 (ISBN 3-908264-73-1), S. 135-151

In: Zeitschrift „Wachkoma und danach“ des Vereins Schädel- und Hirnpatienten in Not e.V., Amberg , Heft 2/2001)

In: Fröhlich, A., Heinen, N., Lamers, W. (Hg.): Schwere Behinderung in Praxis und Theorie – ein Blick zurück nach vorn. Texte zur Körper- und Mehrfachbehindertenpädagogik. Dortmund (verlag selbstbestimmtes lernen) 2001

La promoción del desarrollo global a partir de la proximidad, el intercambio y la significación. Carlos Luis Perez Gerez, 2002





Concetta Pagano (2021): La « proxémie » basale

La communication: un inventaire des modes d´expression et une approxe "basale". Jean-Marc Chauvie, Rose Iribaguza et Thérèse Musitelli

Phaneuf, M. (2002). Communication, entretien, relation d’aide et validation. Montréal : Chenelière 

McGraw-Hill. Phaneuf, M. (2007). La maladie d’Alzheimer et la prise en charge infirmière. Issy-lesMoulineaux : Elsevier Masson

Martínez, T., Díaz-Veiga, P., Sancho, M. & Rodríguez, P. (2014). La atención centrada en la persona: ¿En qué consiste este modelo de atención?. En Modelo de atención centrada en la persona: Cuadernos prácticos 1. Vitoria: Departamento de Empleo y Políticas Sociales, Gobierno Vasco

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