Técnicas para el entrenamiento de la memoria

Estimulación de las funciones cognitivas de personas dependientes en Insituciones Sociales: la memoria

La MEMORIA se define como la capacidad que permite aprender, guardar y recuperar la información para utilizarla posteriormente.

La memoria, también conocida como función mnésica, es una facultad cognitiva de gran complejidad que se encarga de codificar, almacenar y recuperar información, para poder utilizarla posteriormente, así, permite el aprendizaje.

Gracias a ella podemos construir una imagen mental de quienes somos a partir de nuestras vivencias, aprendizajes y experiencia vital.

Cuando una persona tiene problemas de memoria pierde recuerdos, en casos graves deja de reconocer a seres queridos y pierde la propia identidad.

La memoria es una capacidad que se puede entrenar de manera que podemos mantenerla y/o mejorarla.


EL PROCESO DE LA MEMORIA

En el proceso de la memoria existen tres fases:

1. Codificación o registro: recepción, procesamiento y combinación de la información recibida. Codificar la información que nos llega del entorno a través de los sentidos para su almacenamiento de forma temporal o permanente; es decir, fijar información: procedimientos, episodios,... La selección de lo que se almacena lo realiza la atención.

2. Almacenamiento: creación de un registro permanente de la información codificada. O sea almacenar información, procedimientos, episodios,... Aquello que ha sido seleccionado por la atención se almacena en un compartimento de la memoria, intentando que se haga con alguna técnica que luego nos permita recuperar el recuerdo.
3. Recuperación: recordar la información almacenada en respuesta a una señal para usarla en un proceso o actividad. Evocar o recordar las vivencias y aprendizajes, y localizar y reconocer los recuerdos en el espacio y en el tiempo. La recuperación de la información consiste en la extracción de la información almacenada.

Los procesos de memorización, conservación, recuerdo y reconocimiento de la información hacen posible el aprendizaje; es decir, podemos aprender gracias a que podemos recordar y almacenar experiencias, procedimientos, errores, etc.


La información que luego se guarda en la memoria se adquiere a través de los sentidos, por medio de los procesos de atención y percepción (https://psicosociosanitario.blogspot.com/2019/07/cerebro-y-percepcion.html), de tal manera que solo se deja pasar aquella información que es significativa, sin hacer caso de la información restante.
A la hora de guardar información, se deben distinguir tres tipos de memoria:

MEMORIA INMEDIATA O SENSORIAL
Se refiere al recuerdo de informaciones que se acaban de percibir. Se puede retener una gran cantidad de información, pero de duración breve, solo el tiempo preciso para pasar al siguiente nivel o desaparecer. Nos permite recordar la información que ha sucedido pocos segundos antes. La percepción y la atención prestada son esenciales. 

También se denomina memoria de fijación. En el test de Lobo el especialista en neurología le pedirá que repita tres palabras inmediatamente.
MEMORIA RECIENTE O A CORTO PLAZO
Se refiere a la memoria del presente, la que permite retener información nueva, construyendo recuerdos. Una parte de esta información pasa al siguiente nivel, el resto se desecha.

En el test de Lobo es cuando después se le pregunta si recuerda las tres palabras que le ha dicho antes.
MEMORIA REMOTA O A LARGO PLAZO
La información contenida en este nivel es relativamente permanente, aunque a veces puede resultar inaccesible. 
Se puede dividir en:
Memoria episódica: almacena hechos concretos y experiencias personales (cómo fue su ingreso en la residencia o centro, cómo fue su matrimonio, recordar hechos de la infancia...)
Memoria semántica: almacena información relacionada con el conocimiento del mundo y del lenguaje.
Memoria procedimental: almacena información relacionada con habilidades, por ejemplo montar en bicicleta.

LA MEMORIA PROCEDIMENTAL puede verse, por ejemplo afectada en las personas con una demencia de tipo Alzheimer y es la que almacena información relacionada con habilidades como por ejemplo montar en bicicleta o recordar el proceso de vestirse correctamente.
EJERCICIO:
TÉCNICAS DE ENTRENAMIENTO DE LA MEMORIA
Las técnicas de entrenamiento de la memoria son un conjunto de procedimientos que se realizan para conocer el funcionamiento de la memoria y para poder incidir en la mejora de su rendimiento. El entrenamiento en memoria propiamente dicho se utiliza en personas sin deterioro cognitivo, es decir en personas mayores sin deterioro (olvido senil benigno), en personas con un retraso mental leve, y en general en personas que tienen fallos de memoria sin llegar a tener un deterioro cognitivo o mental (ACV, etc...)

Existen dos tipos de ayudas para la memoria:
• Ayudas externas: son objetos que pueden facilitar el recuerdo como: calendarios, libretas, reloj-despertador o avisador para recordar momento de tomar la medicación o la hora del programa favorito de televisión, poner notas...
• Ayudas internas: son los mecanismos o estrategias que utilizamos para guardar la información en la memoria (ver tabla).
Técnicas para olvidos cotidianos:
• Visualización, decirlo en voz alta.
• Recuerdo de Nombres: asociarlos a alguien conocido, asociarlos a una característica física de la persona. Asociar una imagen al nombre (Por ejemplo: Rosa)
Diferentes ejercicios para mantener y mejorar la memoria:
• Todos los días elegir un objeto cualquiera e intentar imaginarlo o visualizarlo.
• Practicar la lectura y la escritura (cartas, lista de la compra, cosas que quiera recordar...)
• Pasatiempos (sopas de letras, crucigramas, juegos de diferencias, juegos de secuencias lógicas...)
• Intentar recordar las noticias del telediario del día anterior y escribirlas.
• Ejercicios de recuerdo: recordar las películas que se han visto a lo largo de la semana, recordar los menús de algunos días de la semana.
• Ejercicios de concentración: escoger una noticia o fragmento de periódico o revista e ir tachando una letra determinada (“A”, “E”, “S”) o bien alguna sílaba (“EL”, “DE”...).

Recomendaciones relacionadas con las ayudas externas:
• Situar calendarios anuales en sitios visibles y consultarlo diariamente. Se pueden anotar los compromisos o citas.
• Llevar una libreta y bolígrafo para anotar las cosas.
• Usar agenda.
• Colocar las cosas de uso cotidiano siempre en el mismo lugar.
• Ordenar y guardar las cosas de manera clasificada.
• Colocar notas en lugares importantes, por ejemplo: apagar las luces.

Objetivos entrenamiento funciones mnésicas
En el entrenamiento de la memoria se suelen realizar ejercicios que contribuyen alcanzar todos o algunos de estos objetivos:

- Ejercitar la memoria a corto plazo a través de la presentación de estímulos visuales (imágenes...) verbales (orales y escritos) auditivos (sonidos....etc)
- Potenciar la orientación de la persona (memoria autobiográfica) Mantener la memoria a largo plazo
- Aprender a usar estrategias y recursos para compensar los déficits

Cuando la enfermedad progresa, la persona continúa.
De la enfermedad a la Persona
Una adecuada atención a las personas con demencia va más allá de la atención médica, de la estimulación cognitiva o del diseño de ambientes seguros. Nos invoca a avanzar en estrategias orientadas desde el buen hacer técnico y ético que permitan reconocer al otro desde su singularidad y sus capacidades, otorgarle valor, apoyar su identidad y su derecho a seguir gestionando su propia vida, aunque la incapacidad llegue a ser muy importante. Nos conduce a no olvidar que quienes tienen una demencia siguen siendo personas y, como tales, ciudadanos y ciudadanas portadores de derechos. Personas dueñas de sus proyectos, siempre singulares, de vida. Proyectos de vida que, ahora, requieren de apoyos de los demás para seguir adelante y poder ser disfrutados desde la dignidad y el bienestar.

Tanto los familiares como los profesionales de atención sociosanitaria han de aprovechar las situaciones ordinarias de sus relaciones e interacciones cotidianas para “trabajar” las diversas formas de memoria corto, medio y largo plazo, y tanto las de naturaleza visual, auditiva o temporal como las de naturaleza espacial, de acontecimientos, etc.
• Un modo sencillo y eficaz de realizarlo es iniciar cualquier actividad con la presentación visual o con la enumeración verbal de los objetos que son necesarios para el desarrollo de esa actividad, llamando previamente la atención de la persona usuaria para que, después de fijarse unos instantes, pueda recordarlos y evocarlos, nombrándolos y preparándolos. Esto puede hacer en la vivienda comunitaria o el centro de día o residencial cuando se pone la mesa, o se prepara el desayuno, o al elegir la ropa que debe ponerse, o se eligen materiales, o qué debe hacer a continuación.
• Otro modo de ejercitar es hacerle participar en la recogida de la compra, o en la preparación de la comida. En el primer caso, la persona puede guardar dos o tres cosas en el armario y después decir qué es lo que ha recogido. En el segundo caso se le pueden pedir dos o tres utensilios o ingredientes, y la persona tiene que entregarlos.
• En el taller de ocio y tiempo libre puede ser el encargado de repartir entre sus compañeros los objetos que le diga el monitor, o puede ir a la oficina a pedir el material que se necesite. También puede ser el encargado de coger el teléfono y dar los recados en la vivienda comunitaria. 
• Otras situaciones ordinarias, muy beneficiosas para el ejercicio de la memoria y para la ordenación temporal de acontecimientos son aquellas en las que la persona, en cuanto termina de realizar sus actividades, las relata paso a paso.
• Taller de entrenamiento de la memoria de personas mayores

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