El principio básico de la ergonomía consiste en adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades de cada profesional. Para el caso de la movilización o transferencia de personas en situación de dependencia con movilidad reducida, muy reducida o encamadas, esta actividad laboral implica riesgos que deben controlarse con medidas que aporten un menor riesgo de lesión sobre el sistema músculo esquelético, debido a los movimientos imprevistos, grandes esfuerzos y posturas forzadas.
Teniendo en cuenta que las lumbalgias son de gran incidencia en los/as profesionales sociosanitarios sanitarios deberíamos conocer el método que Paul Dotte desarrolló en el que nos recuerda la importancia de utilizar principios físicos tales como el del péndulo o la palanca. El método de aprendizaje insiste en mantener la columna recta, utilizando la fuerza y movilidad de las piernas.
Para realizar este método, debemos conocer y aplicar unos principios elementales:
- Separa los pies para mejorar el equilibrio y situarlos lo más cerca posible de la carga (al cuerpo de la persona a movilizar). Al aproximar el cuerpo a la carga se disminuye la fuerza que hay que realizar.
- Bloquear la columna vertebral en posición vertical. Mantener los centros de gravedad del cuerpo y de la carga para que la mayoría del esfuerzo se haga en la línea vertical, que pase por los pies.
- Flexionar las piernas y levantarse mediante la fuerza de la musculatura de las piernas y los muslos; evitaremos el reflejo de levantar el peso con brazos.
- Buscar apoyos y asideros seguros
- Utilizar productos de apoyo como asideros de vestido, cinchas y traveseros.
- No levantar jamás una persona cuando esté pautado utilizar grúas y para movilizar o transferir a una persona utilizaremos las técnicas de deslizar, girar o bascular. Utilizar las manos y brazos como ganchos, palancas y puntos de rotación
Además de estos principios elementales, el método Dotte profundiza en la ergomotricidad mediante la adopción de una serie de posturas y gestos propios, que bien ejecutados, constituyen un factor clave de seguridad.
Según este método en la movilización y transferencias de personas en situación dependencia las más utilizadas son tres posturas y tres gestos los cuales son:
Posturas:
Banqueta: En la que el/la profesional sociosanitario está estabilizado/a sobre las extremidades inferiores, con anchura de la pelvis; talones pegados al suelo, espalda recta y muslos casi horizontales. En esta postura se realizan gran parte de las movilizaciones de las personas a movilizar o transferir.
Caballero sirviente: El/la profesional tendrá una rodilla flexionada a 90º y la otra en contacto con el suelo, con las puntas de los dedos en flexión. Esta postura permite trabajar en planos bajos de manera segura.
Finta lateral: En posición de pie, espalda recta pies, separados y bien apoyados en el suelo, ligeramente orientados hacia el exterior con una rodilla en flexión y la otra estirada, el lado de la flexión siempre corresponde al lado de la carga, dicha postura se utiliza para todos los movimientos de enderezamiento (levantar a una persona).
Gestos:
Rappel: A partir de una posición de banqueta, traslado el peso hacia atrás utilizando a la persona en situación de dependencia como contrapeso.
Arquero: Gesto de tracción diagonal hacia arriba, con el codo en flexión y con la mano cerca del busto.
Sillita: Acción de sostén en posición de pie, efectuada con el muslo de una de las extremidades inferiores semiflexionada y apoyada en el suelo con la punta del pie
Las técnicas las clasificaremos en diferentes grupos grupos:
– Volteo: para cambio de posición de la persona a movilizar
– Enderezar: para reposicionar a la persona (en cama o silla de ruedas).
– Incorporar: pasamos a a persona de la posición de acostada a sentada y viceversa.
– Giro: hacer rotar a la persona sobre su eje vertical.
– Transferir: cambiar a una persona de su plano de reposo. Ejemplo de camilla a silla.
– Transporte: desplazar a a persona en la misma posición a una cierta distancia.
– Levantamiento: para alzar a una persona que se ha caido y que se encuentra en el suelo.
Todas estas técnicas se pueden realizar bajo dos modalidades:
- Forma pasiva: Donde la persona a movilizar permanece inactiva, sin aportar ningún tipo de colaboración
Mediante estas formas los/as profesionales podemos inducir a la persona hacia una autonomía individual creciente.
Para poder mantener un buen manejo de la mecánica corporal, es adecuado poseer una eficiente postura y coordinación del cuerpo, lo que permitirá que en cada movimiento se proporcione un buen equilibrio en las actividades laborales, cada movimiento favorecerá una buena marcha del sistema músculo esquelético
CONCLUSIONES
La utilización del Método Dotte beneficia tanto al personal sociosanitario que lo lleva a cabo, para la realización de las movilizaciones de personas con movilidad reducida reduciendo accidentes de trabajo, sobreesfuerzos, bajas laborales etc. Como para la persona por el confort y seguridad proporcionados.
Esta técnica no suprime el peso de la persona en situación de dependencia, aunque sí lo disminuye; así como una compenetración con la persona ayudada, para favorecer su autonomía y bienestar.
Toda institución o empresa del ámbito sociosanitario debería tener un programa de prevención utilizando un método ergonómico como base e incidir en la formación de las técnicas de la mecánica corporal como forma de prevención de lesiones músculo esqueléticas.
BIBLIOGRAFÍA
Bestratén Belloví M, Mora Alcaraz E, Montagut Martínez F: Ergomotricidad práctica ante trastornos musculoesqueléticos del personal sanitario: método Dotte. Instituto Nacional de seguridad y salud en el trabajo nota técnica de prevención 1142. Abril 2020.
Sanfeliu Cortes MV. Técnicas para mover al paciente con la máxima eficacia sin autolesionarse. Revista Rol de Enfermería. Enero de 1985.
Cortés Hoyos JP. Métodos de Evaluación para movilización manual de pacientes. Ergonomía, investigación y desarrollo. Revistas académicas Universidad de Concepción. Volumen 2 número 3. 2020.
Zanzzi Pérez J. Fundamentos teóricos de la mecánica corporal en la movilización de pacientes en el ámbito de la enfermería. Revista de Ciencias de la salud. Volumen 2 número 1. enero de 2020.
Enlaces de interés:
Comentarios
Publicar un comentario