Fomento de la relación social de las personas dependientes:
A continuación vas a poder elevar la consciencia sobre las características e importancia
del fomento de las relaciones sociales de las personas dependientes en las instituciones
sociosanitarias. Para ello tras conocer el concepto de habilidades sociales y su
clasificación, podrás reflexionar sobre los factores cognitivos, fisiológicos y conductuales
que intervienen en su desarrollo y/o que las dificultan en diferentes colectivos. Además
a través del análisis de diferentes casos prácticos podrás concretar algunas estrategias
y técnicas para favorecer las relaciones sociales. En este apartado encontrarás también
un resumen de las principales actividades de acompañamiento y de relación social,
individual y grupal. Por último analizarás los medios y recursos o aplicaciones de las
nuevas tecnologías y otros recursos del entorno.
El entrenamiento en habilidades sociales resulta básico para el trabajo de apoyo al
proceso de socialización en el contexto residencial. Nos referimos a las habilidades de
comunicación unidas al desarrollo de competencias personales para la resolución de
conflictos que puedan surgir debido a la convivencia y, también, a la autoestima positiva,
cuya reconstrucción es muy necesaria para muchas de las personas que se encuentran
en situación de dependencia.
Las relaciones sociales y la integración son dos aspectos igual de importantes a la hora
de mejorar la calidad de vida de las personas dependientes en los centros residenciales
u otras instituciones. Por todo ello, es importante que el/la profesional sociosanitario,
como personal de atención directa conozca la importancia de reconocer las
características psicológicas y sociales de las personas con dependencia para lograr una
atención integral centrada en la persona, fomentando su red social y sus habilidades
sociales a través del acompañamiento en actividades significativas.
Consultar enlace: TESTIMONIOS: DESARROLLO DE COMPETENCIAS
SOCIALES PAPEL DEL PASS:
Pero, ¿de qué estamos hablando cuando nos referimos a habilidades sociales?
Las habilidades sociales son el conjunto de comportamientos que nos permiten actuar con eficacia en las relaciones sociales. Entre ellas encontramos: Primeras habilidades (escuchar, presentarse, presentar a otras personas, entre otras); Habilidades sociales avanzadas (pedir ayuda, disculparse, entre otras); Habilidades sociales relacionadas con los sentimientos; Alternativas a la agresión; Para hacer frente al estrés; y de planificación.
Como consecuencia de una pérdida física, psíquica o sensorial, las personas en situación de dependencia pueden encontrase limitadas a la hora de comunicar con claridad sus opiniones, sentimientos y deseos, hasta el punto de manifestarse más vulnerables al sufrimiento físico y emocional. Algunas de las características específicas que personas - como la inestabilidad y las frecuentes caídas, los efectos secundarios de la medicación, los estados de confusión mental e incluso el posible deterioro en el aspecto externo- pueden provocar una falta de motivación hacia las relaciones sociales. Por otro lado, algunas de las personas institucionalizadas pueden presentar dificultades en la interacción social y manifiestan insuficiente autocontrol, bloqueos internos, actitudes negativas o no productivas y conformismo y pasividad.
Teniendo en cuenta los déficits y capacidades de cada persona, se plantearán unos objetivos de entrenamiento concretos para mejorar su competencia social y la calidad de sus relaciones sociales.
Aquellas personas residentes o usuarias de la institución que lo necesiten podrán aprender a modificar las conductas problemáticas en un taller grupal de entrenamiento en habilidades sociales. Con su participación en este procedimiento educativo, cuyo fin es enseñar a ejecutar a través de actividades, podrán reforzar o adquirir comportamientos habilidosos en las situaciones interpersonales.
Trabajar en atención sociosanitaria de personas dependientes en instituciones sociales supone ocuparse del desarrollo de las competencias relacionales de los usuarios/as que se encuentran en este lugar para el que el periodo de adaptación a la nueva situación resulte lo más corto y más fácil posible.
ocio y con el tiempo libre
Las competencias sociales se desarrollan a lo largo de todo el ciclo vital y son las que nos permiten mantener buenas relaciones con otras personas. Esto implica dominar las habilidades sociales básicas, capacidad para la comunicación efectiva, respeto, mostrar comportamientos prosociales y de cooperación, practicar la comunicación expresiva y receptiva, identificar y compartir emociones, capacidad para gestionar situaciones emocionales, practicar la comunicación asertiva, mostrar habilidades para prevenir y solucionar conflictos.
desarrollo y mantenimiento de amistades
La competencia social de cada persona usuaria es el resultado de la combinación existente entre sus características personales y los componentes situacionales. En el caso concreto de algunas de las personas institucionalizadas, aparecen indicadores como la inhibición, el retraimiento, etc., relacionados con las enfermedades que personas. Paralelamente, estas patologías complican su capacidad para conseguir la independencia necesaria y el disfrute del beneficio de tener amigos y amigas o relaciones íntimas; también, pueden limitar su capacidad para poder mostrar y recibir afecto, usar libremente determinados servicios, etc.
Como consecuencia de una pérdida física, psíquica o sensorial, las personas en situación de dependencia pueden encontrase limitadas a la hora de comunicar con claridad sus opiniones, sentimientos y deseos, hasta el punto de manifestarse más vulnerables al sufrimiento físico y emocional.
Algunas de las características específicas que personas -como la inestabilidad y las frecuentes caídas, los efectos secundarios de la medicación, los estados de confusión mental e incluso el posible deterioro en el aspecto externo- pueden provocar una falta de motivación hacia las relaciones sociales.
Asimismo, haber tenido experiencias previas de fracaso social genera expectativas desajustadas acerca de lo que ocurrirá en el contacto con otras personas, apareciendo pensamientos de que serán rechazados o no aceptados por el grupo.
Mientras que escasas persona usuarias mantienen roles sociales y participan de las actividades socioculturales durante su internamiento, otras muchas perciben que al único grupo de referencia al que pertenecen es al de “dependientes” o “discapacitados”, por lo que la imagen de sí mismas puede encontrarse empobrecida. La auto-percepción de fragilidad y el sentimiento de inseguridad personal pueden influir negativamente en la persona en situación de dependencia; esto les produce cierta tendencia a evadirse a través de los recuerdos o la fantasía y, como consecuencia, se incrementa el aislamiento social y la soledad.
A continuación, presentamos algunas de las competencias sociales hacia dónde dirigir el entrenamiento en habilidades sociales de las personas usuarias como alternativa a la agresión u otras conductas problemáticas::
Las relaciones sociales y la integración son dos aspectos igual de importantes a la hora de mejorar la calidad de vida de las personas dependientes institucionalizadas. Por todo ello, es importante que el profesional sociosanitario como personal de atención directa conozca la importancia de reconocer las características psicológicas y sociales de las personas con dependencia para lograr una atención integral, fomentando su red social y sus habilidades sociales a través del acompañamiento en actividades.
A continuación vamos a ver algunas propuestas sobre las que pueden trabajar los/as PASS:
ocio y tiempo libre
Con personas mayores en situación de dependencia, además de en el desarrollo y mantenimiento de las habilidades sociales, las áreas en las que un profesional de atención sociosanitaria puede trabajar o colaborar en el día a día son:
1. En la mejora de las relaciones familiares. Iniciando conversaciones sobre ellos o con las familias y el usuario/a, reforzando los contactos familiares, por ejemplo.
2. En el desarrollo y mantenimiento de amistades. Felicitando sus esfuerzos por mantenerlas o mejorarlas, dándole indicaciones de cómo desarrollarlas, haciendo de ejemplo.
3. En las habilidades relacionadas con el ocio y con el tiempo libre. Ofreciéndole feedback o retroalimentación positiva o de mejora sobre su desempeño en esas actividades, felicitando su participación e iniciativa, dándole indicaciones conductuales de cómo mostrarse competente socialmente en dichas actividades, apreciando las consecuencias positivas que se ven en la persona cuando participa en estas actividades de manera grupal, reforzando cuando gestiona positivamente los conflictos.
4. En las habilidades de comunicación para interactuar con profesionales y servicios de asistencia. Haciendo de ejemplo o modelo, igualmente con felicitaciones por iniciativas que se anime a iniciar de presentarse o conversar con otros profesionales desconocidos o menos conocidos o que le generan desconfianza.
5. En las habilidades para que afronten la jubilación, una enfermedad, un trastorno físico o la muerte. Con escucha activa y empatía, indagando para que cuente cómo lo vive, agradeciendo la confianza al abrir esa conversación conmigo, conversando con él para confrontar ayudándole a descubrir los recursos internos y externos para afrontar dicha situación de sufrimiento o soledad, reformulando, invitando a que tome conciencia de que tiene responsabilidad y posibilidades de controlar la situación, invitándole a que valore alternativas, por ejemplo.
Las personas con discapacidad intelectual pueden con los apoyos suficientes desarrollar competencias sociales a lo largo de todo su ciclo vital. Son las que les permitirán mantener buenas relaciones con otras personas. Esto implica trabajar las habilidades sociales básicas, capacidad para la comunicación efectiva, respeto, mostrar comportamientos prosociales y de cooperación, practicar la comunicación expresiva y receptiva, identificar y compartir emociones, capacidad para gestionar situaciones emocionales, practicar la comunicación asertiva, mostrar habilidades para prevenir y solucionar conflictos.
Reacción emocional ante situaciones»
No se vosotros, pero identifico varias carencias y dificultades en mi misma en muchas de ellas :-).
Facilitar su independencia facilitará que desarrollen sus propias estrategias para mostrarse competentes socialmente.
Tengamos o no, algún tipo de discapacidad en cualquiera de los casos, recuerda que no son innatas, son aprendidas y dinámicas. El entorno familiar, educativo y social debe favorecer este aprendizaje en la infancia, su desarrollo en la adolescencia y su mantenimiento en la adultez y durante la vejez con programas adaptados a las características de cada persona.
“Reacción emocional ante situaciones»
La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones en las habilidades que la persona aprende para funcionar en su vida diaria y que le permiten responder ante distintas situaciones y lugares. La discapacidad intelectual no es una enfermedad mental. Hay muchos tipos y causas diferentes de discapacidad intelectual. Algunos se originan antes de que un bebé nazca, otros durante el parto y otros a causa de una enfermedad grave en la infancia. Pero siempre antes de los 18 años.
Resolver de manera más eficaz las situaciones cotidianas para mejorar su autoestima
La discapacidad intelectual se expresa en la relación con el entorno. Por tanto, depende tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que tiene alrededor. Si logramos un entorno más fácil y accesible, las personas con discapacidad intelectual tendrán menos dificultades, y por ello, su discapacidad parecerá menor.
resolver problemas cotidianos de una manera adecuada y eficaz
A las personas con discapacidad intelectual les cuesta más que a los demás aprender, comprender y comunicarse. Por lo que el aprendizaje, mantenimiento y desarrollo de estas competencias sociales requiere una programación exquisita, personalizada, humanizada y profesional que con la participación de las personas clave de su entorno permita desarrollar al máximo su autonomía e integración.
Se trabaja la cognición social (conjunto de procesos cognitivos y emocionales mediante los cuales interpretamos, analizamos, recordamos y empleamos la información sobre el mundo social)
En aquellas personas que presenten discapacidad, ya sea intelectual, física, sensorial o que tengan algún tipo de trastorno mental nuestro trabajo relacionado con el desarrollo de competencias sociales podría ir en la línea de:
1. Contribuir a que adquiera habilidades sociales que ayuden a la persona con discapacidad a resolver problemas cotidianos de una manera adecuada y eficaz (pedir ayuda, denegarla cuando así lo deseen, decir que no, explicar cómo se siente, gestionar público hostil o defenderse de presiones grupales,...). En el entorno de los talleres de habilidades sociales aprenden y practican de manera descontextualizada diferentes habilidades sociales. Será con los y las profesionales de AS, en las actividades del día a día en el cetro, en las salidas al exterior donde tengan que hacer el transfer o poner en práctica lo aprendido en las simulaciones. En esos contextos no hay rutinas y hay muchas incidencias fuera de control y deben gestionar lo que ocurra según lo aprendido. Podemos invitarles a que las practiquen, reformular y dar indicaciones de en qué consisten y cómo mostrarlas o gestionar los elementos cognitivos y/o fisiológicos que pueden entorpecer que salgan a la luz sus habilidades sociales. También podemos hacer de modelo para que repitan la conducta habilidosa, o felicitarles y darle feedback tras realizarlas.
2. Mejorar las habilidades de comunicación con su entorno, aumentando así la capacidad de resolución de problemas y, con ello su autoestima y su autoconcepto. Idem que la anterior, lanzando expectativas positivas de éxito pero concretando la conducta concreta que se espera que muestren para resolver las situaciones conflictivas o problemas que surjan con habilidades como la escucha activa (o habilidad para escuchar con comprensión y entender al otro desde su punto de vista) la empatía, la asertividad (o habilidad para expresar y comunicar los deseos e intenciones sin herirá a los demás) o el feedback.
3. Potenciar el uso de estrategia cognitivas que le ayuden a poner en marcha estrategias de resolución de problemas ya sean sociales o personales (pensamientos negativos, ideas intrusivas respecto de su propia valía, agresividad con el entorno). Podemos recordarles cómo los elementos cognitivos (sus pensamientos) pueden estar impactando en su éxito o fracaso a la hora de mostrarse competentes socialmente.
4. Identificar las ideas irracionales de la persona ante situaciones personales y sociales, que le dificultan resolver de manera adecuada la situación, generándole sentimientos de incapacidad, y ayudarles a modificarlas por ideas más racionales
y adecuadas.
5. Enseñar a resolver de manera más eficaz las situaciones cotidianas para mejorar su autoestima. Podemos hacer de ejemplo o modelo, o recordarles describiendo cómo deben hacerlos.
6. Facilitar su independencia facilitará que desarrollen sus propias estrategias para mostrarse competentes socialmente. Ofrecerles apoyo y feedback será fundamental.
7. Trabajar en la mejora de la salud mental que disminuirá los problemas psicosomáticos y la disminución de problemas sociales. Recordar esta idea, a las personas con algún tipo de enfermedad mental o trastorno del ánimo.
8. Aprender a identificar y a expresar sus sentimientos de una manera clara, sencilla y eficaz. Con el ejemplo o haciendo de modelo y con nuestro refuerzo o felicitación cuando se muestren competentes socialmente a la hora de gestionar sus emociones.
Parálisis cerebral y desarrollo de competencias sociales.
Es importante recordar algunos datos:
-Algo menos del 50% de la población con PC presenta una discapacidad intelectual (DI). Si consultáis este enlace veréis lo que comento. Hay tantas posibilidades de que las personas con PC tengan algún tipo de DI como que presenten alguna discapacidad o problema visual (estrabismo).
- Lo que se preguntan muchos expertos es cuántas de esas personas con PC han desarrollado una DI por falta o una incorrecta estimulación temprana. Otra cosa es que en los centros para personas con PC encontremos que la mayoría de las personas con PC tengan también DI. Porque las demás personas con PC viven de manera autónoma con apoyos o supervisión o conviven con sus familiares. Además:
- Pueden tener severos problemas de expresión oral (disartia, por ejemplo)
- En ocasiones se le suma alguna deficiencia sensorial (visual o auditiva)
- o discapacidad intelectual que dificulta que comprendan lo que les decimos o hacemos
- Pueden no haber recibido intervención alguna para dotarles de herramientas alternativas para comunicarse: cuaderno de comunicación, tablero de letras, tablet con sintetizador de voz, sistema BLISS adaptados a sus limitaciones de movimientos y competencias intelectuales que pueden, entre otros, manejar con un punzón, la mirada, la lengua, etc
- Quizás el entorno familiar, profesional, social, por 1) las características (aspecto físico, sialorrea o babeo, necesidades especiales de comunicación....) de la persona con PC; por 2) falta de información, recursos o apoyos,; sobreproteja, infantilice el trato y/o no sepa como comunicarse con la persona con PC. Todo ello es caldo de cultivo para:
- las conductas de aislamiento y la desmotivación hacia las interacciones sociales
- las conductas socialmente inadecuadas a su edad cronológica
- tener oportunidades para practicar competencias sociales, conversacionales, etc, que les permitan desarrollar habilidades sociales, expresar su opinión, compartir sus emociones, ser más autónomo, tener calidad de vida e integrarse
Boccia: deporte paralímpico que combina a partes iguales la estrategia y precisión en el que el objetivo de cada jugador es lanzar lanzar sus bolas y dejarlas lo más cerca posible de la bola diana (bola blanca) intentando a su vez desplazar las bolas de su oponente. Este deporte se juega de manera individual, por parejas o equipos y lo practican personas en silla de ruedas que tienen parálisis cerebral, lesión cerebral o discapacidad física severa
Las actividades de ocio y tiempo libre y el deporte, individual o de equipo, es una herramienta fundamental para desarrollar nuevas competencias sociales y mantenerlas en las personas con discapacidad. ~
Goallbal: único deporte creado específicamente para personas ciegas o con baja visión. Participan dos equipos de 3 jugadores. El juego se basa principalmente en el sentido auditivo para detectar la trayectoria de la pelota, la cual lleva en su interior cascabeles que suenan al movimiento del balón; por lo que este deporte requiere una gran capacidad de orientación espacial para poder interceptar el balón, situarse estratégicamente en el campo y realizar el lanzamiento.
En el caso de las personas con PC la Boccia es uno de los deportes de los que incluso hay estudios sobre cómo impactan en el desarrollo de habilidades de comunicación e interacción en personas dependientes. Practicar un deporte supone escuchar las instrucciones de tu entrenador, seguir y cumplir las del juego, hablar, felicitar al contrario cuando gana, disculparse, hacer peticiones, colaborar, gestionar la frustración, esperar y ceder turno, facilita el contacto físico y la expresión de emociones, promueve la solidaridad con el perdedor y la colaboración con otros, genera sentimientos de pertenencia a un grupo, crea nuevas relaciones personales (con voluntarios, el público, otros miembros del equipo...)
Leamos el testimonio de un Profesional de Atención Sociosanitaria que trabaja en una institución social que atiende a personas con Parálisis Cerebral.
"Trabajo para personas adultas con Parálisis Cerebral (PC) en ........... La PC está englobada dentro de las discapacidades físicas, aunque en ocasiones lleva asociada una discapacidad intelectual. Las personas con las que trabajo suelen corresponder a este perfil. Muchas de ellas, pueden tener limitadas o poco desarrolladas ciertas competencias sociales debido generalmente a la influencia de un entorno que no ha sabido en etapas tempranas contribuir al desarrollo de habilidades sociales, comunicativas, entre otras. Se ha tendido a infantilizar los comportamientos de éstas personas. cuando muchas personas con PC tienen una afectación física y tienen conservada la capacidad intelectual, con déficit de habilidades sociales. Una de las cosas que en el centro se promueve son las actividades deportivas y las de ocio o tiempo libre. El deporte es una actividad fundamental para promover las competencias sociales: les ayuda a relacionarse con mucha gente fuera de su entorno, con sus compañeros de equipo, con los/as voluntarios/as, entrenadores/as, equipo contrario, familias, etc. En el deporte se puede ganar y perder, aprenden a frustrarse, a respetar a sus compañeros y rivales, valores de superación, compañerismo, sienten presión, ganan y pierden, tienen que desplazarse a otros lugares y adaptarse a esos cambios y otras personas, mejoramos su autoestima, ven que son capaces de hacer cosas que por su discapacidad no les han dejado hacer o nunca les han animado a hacerlas. En definitiva, adquieren habilidades que se pueden trasladar a su vida diaria, ayudando a su normalización e inclusión"
Consulta el enlace “Actividades Deportivas y desarrollo de competencias sociales”:
Las habilidades sociales contienen componentes 1) observables, verbales y no verbales, 2) cognitivos y 3) fisiológicos.
Koldo que asiste a un centro especializado de lunes a viernes para personas con discapacidad intelectual. Entre otras actividades, asiste y participa en un taller para desarrollar habilidades sociales básicas (dar las gracias, presentarse, presentar a otros, pedir ayuda). Tiene leves problemas de comprensión y expresión que solía solventar mostrándose en ocasiones agresivo y hostil con los objetos y personas. Hoy es jueves y ha salido junto con sus compañeros y dos profesionales de atención sociosanitaria del centro a disfrutar del pintxo-pote semanal. De repente Koldo derrama sin querer su café por toda la mesa y tiene la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en las simulaciones del taller. En su pensamiento está la idea de que tiene que limpiar la mesa, pero también se dice así mismo: “me da vergüenza, no voy a saber pedirlo bien, no me va a entender el camarero se va a reír de mi, se va a enfadar, no me voy a controlar”.
Mientras piensa todo esto, empieza a sudar profusamente. Koldo, en coherencia, no se levanta a pedir una bayeta y empieza a balancearse en su silla, musitando palabras en voz tan baja que no se entienden.
Los/as profesionales de atención sociosanitaria tienen muchas oportunidades de aplicar estrategias para que las personas usuarias puedan desarrollar, aprender, perfeccionar o mantener determinadas habilidades sociales que le van a permitir mejorar sus interacciones (con profesionales, otros usuarios/as, voluntarios/as, visitas) tanto en la institución social como fuera de ella. Las habilidades sociales son el conjunto de comportamientos que nos permiten actuar con eficacia en las relaciones sociales. Las habilidades sociales facilitan que las personas se desenvuelvan con éxito en la interacción con otras personas y facilitan su adaptación al entorno. Son un conjunto de hábitos -en nuestras conductas, pero también en nuestros pensamientos y emociones-que nos permiten comunicarnos con los demás de forma eficaz, mantener relaciones interpersonales satisfactorias, sentirnos bien, obtener lo que queremos y conseguir que las otras personas no nos impidan alcanzar nuestros objetivos.
El aprendizaje o desarrollo de las habilidades sociales (HHSS) es un tema de gran interés para profesionales de atención sociosanitaria (PASS) y personas en situación de dependencia que residen o son usuarias de una institución. Cualquier mejoría en esta aptitud tan importante supondrá un incremento de nuestro bienestar y calidad de vida.
La psicología científica ha abordado el estudio de las HHSS considerando tres dimensiones:
1. La conducta motora observable externamente. Las conductas observables hacen referencia a:
Por un lado a componentes no verbales: mirada, expresión facial, gestos, elementos paralingüísticos
Y por otro al contenido de la comunicación no verbal
2. Las cogniciones, es decir, las creencias, pensamientos e imágenes mentales. Son componentes cognitivos que hacen referencia a nuestra forma de percibir y evaluar la realidad.
3. Lo emocional, más vínculado a la fisiología. Estos componentes fisiológicos hacen referencia a los cambios fisioquímicos que se dan en nuestro cuerpo: sudoración, incremento de la frecuencia cardiaca y/o respiratoria, sonrojo, entre otros.
El entrenamiento en habilidades sociales produce importantes beneficios en las personas. Es la manera que tenemos de poder desenvolvernos con éxito en las situaciones interpersonales. Los pensamientos negativos, irracionales producen emociones intensas y no ayudan afrontar las situaciones sociales.
PROTOCOLOS DE EVALUACIÓN DE CONDUCTAS VERBALES
ESCALA HOLDEN DE COMUNICACIÓN:
valora la comunicación de la persona mayor, según ésta MUESTRE:
• más o menos interés en la conversación;
• más o menos interés en la realidad del entorno que le rodea;
• más o menos capacidad general de comunicarse (habla, interés, logro al comunicarse, etc.).
Es útil, además, para orientarnos en qué nivel de intervención conviene trabajar a la hora de realizar “Orientación en la realidad”: grupo básico, estándar o avanzado. A mayor puntuación, más desinterés y/o incapacidad:
> Más de 25 puntos: problemática severa. Grupo básico.
> Entre 15 y 25 puntos: problemática importante. Grupo estándar.
> Menos de 15 puntos: problemática leve. Grupo avanzado
Estrategias para el aprendizaje de conductas más competentes, como por ejemplo habilidades sociales:
Podemos ofrecer indicaciones conductuales o explicar a la persona residente las conductas sociales concretas, así como su adecuación, ofreciendo instrucciones de manera verbal o con apoyo escrito y audiovisual.
Invitar a la persona a practicar hasta la siguiente ocasión una conducta social específica
Hacer de modelo de acción, es decir, hacer demostraciones de los patrones de conducta que deben ser aprendidos, ofreciendo al usuario/a la observación de comportamientos nuevos para que sean incluidos en su repertorio conductual
Representar escenas que simulan situaciones de la vida real y valorar el efecto positivo de determinadas conductas para que aprenda aquellas habilidades sociales que no poseía o perfeccione aquellas otras que ya realizaba.
Proporcionar a la persona información específica y útil sobre aquellas conductas que haya realizado correctamente y señalar aquellas otras que aún puede mejorar.
Felicitarle y reconocer el esfuerzo por modificar actitudes negativas, valorar las conductas habilidosas socialmente y motivarle continuamente en su proceso de aprendizaje
En el caso de Koldo, que está tratando de practicar la habilidad social de pedir ayuda, el/la PAAS podría plantear en concreto las siguientes estrategias :
Mostrar empatía esperando a que se tranquilice, en silencio y
manteniéndonos a su lado y manteniendo la calma. Escuchar activamente, cualquier expresión de duda, miedo, sus resistencias o pegas.
Como tiene ciertos problemas de expresión habrá que darle tiempo para que se exprese, no interrumpir, ni terminar las frases por él.
Una vez que se ha tranquilizado le recordaremos verbalmente paso a paso lo que tiene que hacer, cuáles son las conductas concretas para pedir ayuda. Usaremos un léxico adecuado a sus competencias compresivas, explicándole cómo hacerlo, dándole, por tanto, indicaciones conductuales sobre qué hacer, qué decir.
Podríamos crear en la siguiente salida algún tipo de soporte visual, donde con pictogramas o imágenes, podríamos recordarle el proceso conductual a seguir para pedir ayuda. Koldo presenta leves problemas de comprensión, por lo que tendremos en cuenta este aspecto y antes de darle las indicaciones nos aseguraremos que hemos captado su atención, en un lugar sin distracciones,
usando su nombre, eligiendo el mejor momento emocional para él (no cuando esté excesivamente alterado, emocionado, o interesado en otra cosa)
Uno de los/as PAAS puede hacer de modelo de acción. Es decir puede hacer una demostración del patrón de conducta a seguir para pedir ayuda, para que lo observe y pueda ser incluido en su repertorio conductual
Podríamos avisarle y decirle que le vamos a acompañar. No solo para apoyarle sino también para observar cómo lo hace. Le animaremos y tras pedir ayuda, le felicitaremos concretando lo que ha hecho bien, y describiendo específicamente en qué aún tiene que mejorar y cómo hacerlo, repasando lo aprendido. Es decir, le proporcionaríamos inmediatamente feedback o retroalimentación, información concreta, específica y útil sobre aquellas conductas que ha realizado correctamente al ir a pedir ayuda al camarero y señalando en concreto en qué tiene que mejorar y cómo.
No se nos tiene que olvidar felicitar y reconocer el esfuerzo realizado y valorar positivamente, describiendo las conductas habilidosas, motivando
continuamente.
La importancia de la comunicación con uno MISMO Y UNA MISMA y el desarrollo de habilidades sociales:
El entrenamiento autoinstruccional es una técnica cognitiva de cambio de comportamiento en la que se modifican las autoverbalizaciones (verbalizaciones internas o pensamientos) que una persona se realiza ante cualquier tarea o problema, sustituyéndolas por otras que, en general, son
más útiles para llevar a cabo dicha tarea.
Es una estrategia muy utilizado para que las personas con discapacidad o trastorno mental desarrollen habilidades sociales.
Estas nuevas instrucciones, que la propia persona se da a sí misma pueden favorecer la mejora de una habilidad social, conseguir autocontrol o solucionar un problema. El objetivo es que la persona introduzca inicialmente un cambio en sus autoverbalizaciones para que, finalmente, se modifique su comportamiento social inadecuado.
Independientemente de la edad, las verbalizaciones se hacen más patentes a medida que aumenta el nivel de dificultad o la tensión que genera la actividad social a desarrollar. Si las autoinstrucciones son con contenido distractor o contrario a la tarea evidentemente tendrán un efecto negativo; si por el contrario, guían correctamente la ejecución, entonces mejorará. En las instrucciones relativas a la “solución de problemas” conviene añadir dos aspectos importantes: las verbalizaciones de autorrefuerzo y las de autocorrección.
EJEMPLO: PEDIR AYUDA
Vamos a ver como el entrenamiento en autoinstrucciones en Sara (29, Trastorno Mental Severo) facilitó que se sintiera más relajada y retomara el control de la situación.
¿CÓMO LO LLEVA A CABO SARA?
Vamos a ver... ¿qué es lo que me preocupa de esta situación? Tengo que pedir ayuda a un monitor, y hoy solo hay chicos, pero como no me explico bien y a veces tampoco comprendo, tartamuedeo, me bloqueo y me pongo más nerviosa y mis monitores se ponen más nerviosos porque tampoco me entienden y la situación se complica cuanto más nerviosa me pongo. Vamos a ver. ¿Cómo puedo hacerlo? Tengo que decir hola y hablar despacio, no por hacerlo más rápido termino antes. Primero localizo a algún monitor con el que no me pogo tan nerviosa. Ahí esta Ander, bien. Dirige tu mirada hacia él y saludadle con la mano y sonríe.. muy bien…, me acerco, respira Sara, eso es, hablamos un rato de cualquier cosa. Después le pregunto si tiene un rato para hablar, hoy me está saliendo bastante bien. Recuerda que es importante practicar lo que estás trabajando con el psicólogo y aprender a pedir ayuda. Ahora le pido que nos sentemos, eso es, mierda me estoy poniendo nerviosa, se me va salir el corazón del pecho, venga Sara respira, puedes hacerlo y Ander es muy amable y paciente. Bueno no pasa nada... respiro y espero a que me tranquilice antes de seguir, me está saliendo genial, él está contento y yo sin tantos nervios me siento muy bien. Ahora ya he terminado, estoy muy contenta. Muy bien, ya lo tengo, ¡Lo hice!. Dale las gracias, que no se te olvide y sonríe.
¡Y todo ha salido bien!, ahora puedo ir a comer porque estoy relajada y tranquila.
SITUACIONES ¿QUÉ HARÍAS TU SI…?
Una variación de las pruebas de interacción breve o role play, es la utilización de tarjetas de situaciones ¿Qué harías tu si…? Consiste en el planteamiento de situaciones a través de tarjetas diferentes cuyo
comienzo es ¿Qué harías tu si…?. A partir de ahí se plantean diversas situaciones en función de las habilidades sociales que queramos evaluar; La respuesta de cada usuaria a las diferentes situaciones “¿Qué harías tú si…?”, permite al entrenador o entrenadora evaluar aspectos tanto verbales como no verbales implicados en la habilidad social entrenada.
Ejemplos:
Habilidad: Realizar peticiones. Pedir ayuda:
. ¿Qué harías tú si estás en un lugar nuevo y no encuentras el cuarto de baño?
. ¿Qué harías tú si necesitas ayuda para atarte las botas?
Habilidad: Dar una negativa.
. ¿Qué harías tú si tu compañero o compañera te propone dar un paseo pero es la hora de comer?
. ¿Qué harías tú si te ofrecen un trozo de pastel pero no te gusta?
Habilidad: Seguir instrucciones:
. ¿Qué harías tú si tu entrenadora te pide que te pongas el abrigo para salir de paseo?
. ¿Qué harías tú si tus compañeros o compañeras que están viendo la TV, te dicen que hables más bajo?
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