La demencia se define como un trastorno caracterizado por un deterioro cognitivo adquirido de suficiente gravedad como para afectar al funcionamiento social y/o profesional. La prevalencia mundial de la demencia se calcula en 35,6 millones, con proyecciones futuras que superan los 100 millones en el año 2050.
Las demencias afectan al desempeño funcional derivado de la afectación en las capacidades mentales, alterando progresivamente las funciones necesarias para el desarrollo de una vida normal. Parte de estas funciones son las que denominamos “cognitivas” y a las cuales hacemos referencia cuando hablamos de orientación, memoria, reconocimiento, atención, planificación, lenguaje o habilidades motoras.
La intervención cognitiva tiene como finalidad principal intervenirel deterioro de estos procesos mentales, promoviendo su actividad desde una aproximación flexible y amena, siempre con el objetivo final de mejorar la calidad de vida de la persona.
Modelo dinámico
Olazarán, Poveda, Martínez y Muñiz (2007) plantean un modelo dinámico que engloba los fármacos y terapias no farmacológicas de eficacia demostrada junto a los cuidados obligados y necesarios para personas que presentan algún tipo de demencia, como guía de actuación para el acompañamiento a personas con demencia y otros trastornos cognitivos.
Muñiz, R. & Olazarán, J. (2009) Mapa de terapias no farmacológicas para demencias tipo Alzheimer. Fundación María Wolff.
Olazarán, J., Poveda, S., Martínez, U. & Muñiz, R. “Estimulación cognitiva y tratamiento no farmacológico”. En: Martínez, J. M. & Carnero, C., (Eds.) (2007). Alzheimer 2007: recapitulación y perspectivas. Madrid, España: Aula Médica, 91-102.
En demencias leves y moderadas se tiende por un acercamiento más estructurado de estas actividades, buscando estimular capacidades lo más complejas posibles a partir de ejercicios formales, como pueden ser las fichas en papel.
Sin embargo, en las fases tardías de la enfermedad el deterioro cognitivo se torna más significativo, evidente y limitante, momento en que se opta por un enfoque más centrado en las funciones básicas, a partir de temáticas basadas en el diálogo y de técnicas orientadas a la intervención en actividades de la vida diaria.
Independientemente del tipo de demencia al que se dirija, la intervención cognitiva siempre deberá apoyarse en dos principios fundamentales: por un lado, un planteamiento basado en las capacidades conservadas de la persona y, por otro, que supongan actividades significativas para ella, relacionadas con las ocupaciones que haya desarrollado a lo largo de su vida, siempre que sea posible. De este modo, su aplicación deberá ser centrada en la persona y flexible.
La intervención cognitiva dirigida a personas con demencia en fase tardía, suele partir de tres propuestas específicas: la orientación a la realidad, el entrenamiento en actividades de la vida diaria y la temática basada en el diálogo.
• La orientación a la realidad (OR) opera mediante la presentación de información relacionada con el contexto temporal, espacial y personal. Se considera que proporciona a la persona una mayor comprensión de aquello que le rodea, posiblemente aumentando la sensación de control y autoestima.
Los autores Francés, Barandiarán, Marcellán y Moreno, en su artículo Estimulación psicocognoscitiva en las demencias, plantean la existencia de varias aproximaciones diferentes en su aplicación, siendo la más habitual la formada por sesiones de entre 30 y 60 minutos, con pequeños grupos de personas y varias veces por semana. Se comienza habitualmente por la orientación temporal, a la que siguen la espacial y la discusión de eventos, generalmente del entorno próximo a la persona. En cuanto a instrumentos, se utiliza el llamado “tablero de orientación”, que contiene información como el día, la fecha, la estación del año o el nombre del lugar. También se pueden utilizar periódicos, cuadernos de notas, diarios, etc., que muestren el objeto de la discusión. Para el planteamiento de estos ejercicios nos basaremos en NeuronUP, una plataforma web de neurorrehabilitación fundamental para los profesionales implicados en los procesos de rehabilitación y estimulación cognitiva.
• Entrenamiento en actividades de la vida diaria (AVDs). No debemos olvidar que las personas con demencia son, ante todo, personas. Incluso aquellas con las alteraciones más graves tienen necesidades como la valía personal, la expresión de los propios pensamientos y sentimientos, la pertenencia, la autorrealización o la propia rutina. Muchos de los problemas de comportamiento asociados a la demencia pueden ser vestigio de la afectación para satisfacer esas necesidades básicas. Así pues, se plantea la intervención en actividades de la vida diaria con el objetivo de realizar un acompañamiento personalizado en tareas básicas, como la alimentación, la vestimenta o la participación en actividades recreativas.
Para ello, utilizaremos ejercicios basados en el programa Montessori). Éste plantea una metodología específica y particular. En primer lugar, se empieza por una selección de actividades que nos ayuden a evaluar las actividades que resultan fáciles y las que entrañan más dificultad para la persona. Por otro lado, y de manera general, los ejercicios estarán seriados de lo más simple a lo más complejo y de lo más sencillo a lo más complicado. Estos serán presentados en sesiones de 45 a 60 minutos con una frecuencia de tres a cuatro veces por semana, según el estudio de validación del método en nuestro país, siempre que sea posible.
• Temática basada en el diálogo. Se trata de una metodología de corte psicosocial, apoyada principalmente en la llamada Cognitive Stimulation Therapy (CST), que podríamos traducir de manera literal como “Terapia de Estimulación Cognitiva”. Al no haber aún adaptación española, el acercamiento en intervención se utiliza bajo el nombre de “temática basada en el diálogo”, consistente en sesiones centradas sobre un tema específico (niñez, comida, trabajo, lugares, etc.) y de formato verbal, durante las cuales se buscará estimular el lenguaje a partir de la categorización, construcción y asociación de palabras y conceptos.
No obstante, esta propuesta no se limita a trabajar la función verbal, tal y como se asevera en la publicación The Efficacy of Cognitive Stimulation Therapy (CST) for People With Mild-to-Moderte Dementia (La eficacia de la terapia de estimulación cognitiva en personas con demencia de leve a moderada), de las autoras Lobbia, Carbone, Faggian, Gardini, Piras, Spector y Borella, sino que incluye aspectos de la terapia de reminiscencia, la estimulación multisensorial y los principios de aprendizaje implícito, involucrando a los participantes en actividades que enfatizan las habilidades emocionales, relacionales y sociales de la persona, resultando así un acercamiento idóneo para demencias en fase tardía.
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