En el entorno de las instituciones sociosanitarias donde conviven personas con pluridiscapacidad o en situación de dependencia el contacto físico durante los cuidados es un acto imprescindible todos los días. Los/as profesionales de atención directa, los/as gerocultoras, auxiliares, cuidadores/as.... acompañan todos los días a personas dependientes en la realización de las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD). Les acompañan en el aseo y la higiene, la alimentación, en el vestido y el desvestido, las transferencias, la deambulación, los cambios posturales....y al suplirles o colaborar con ellos en dichas actividades entran necesariamente en contacto físico (y psíquico).
El contacto es su herramienta de trabajo más valiosa.
Frölich se refiere a la Estimulación Basal (EB) como un "concepto 24 horas", para tenerlo en cuenta como una oferta que ayuda a la estructuración de la vida cotidiana. El cuidador/a, enfermero/a o terapeuta debiera incorporar o revisar cómo el contacto físico está presente en la vida cotidiana, en las intervenciones sanitarias y en las terapias, y tendría que apreciar los beneficios que presenta facilitar que la persona pueda experimentar su identidad corporal durante esos acompañamientos.
De forma resumida, se puede concretar que la EB, se entiende como:
- Aprendizaje global centrado en el cuerpo.
- Orientación en situaciones donde hay dificultades en la percepción, la comunicación y/o el movimiento.
- Reducción de estrés en personas sometidas a situaciones límite.
- Acompañamiento a la persona en situaciones donde la percepción está afecta y existen necesidades especiales de comunicación y a personas en estado de bajo nivel de consciencia y/o situaciones graves de salud.
A la hora de realizar la intervención, ésta se concreta en las áreas perceptivas somática, vibratoria y vestibular. Un error en el que se cae a veces si no se tiene suficiente información sobre el concepto de EB residen en la aplicación estandarizada de un listado de actividades sin tener en cuenta otros aspectos fundamentales, a parte de la globalidad en el desarrollo, y también implícitos en la palabra “basal”: como por ejemplo lo que aporta de estructura corporal y lo que pueda suponer o significar para la persona; sus respuestas activas a cada contacto (las pequeños señales corporales que nos indican cómo recibe nuestra propuesta); el momento concreto en que hacemos una oferta (si está cansado, resfriado, irritado, contento, dormido, bajo los efectos de una medicación o sin los mismos...), intereses, gustos, su biografía y experiencia pasadas (posibles experiencias dolorosas/agradables pasadas vinculadas a su cuerpo, la significación de una oferta, todo aquello vinculado al pasado que podemos despertar en el otro...)....y en general todos aquellos aspectos que puedan favorecer la activación de la otra persona en la dirección en la que ésta mismo nos marque, ya que cada persona es el actor de su propio desarrollo y nosotros/as, profesionales o familiares le acompañamos en su camino.
La pasividad sólo aparece cuando el/la profesional no consigue un acercamiento sensible a las necesidades de la otra persona por diferentes motivos (proyección, falta de tiempo, estrés, falta de cualificación, falta de información...). Se trata de hacer ofertas significativas y relevantes a la persona, independientemente de su situación de dependencia, pluridiscapacidad, estado cognitivo o de vigilia (mientras esté vivo, respira, se comunica y percibe). Se trata de ofertar estímulos sensoriales agradables, estimulantes, familiares, coherentes con su biografía.
Antes de tocar a alguien en zonas que pueden ser especialmente sensibles al contacto, por temas fisiológicos o biográficos, hemos de tener en cuenta el llamado “mapa de contacto”, mapa sensorial o "cartografía corporal" de la persona, en el cual registramos hasta qué punto permite el contacto en cada parte de su cuerpo. Podemos partir de orientaciones globales en el estudio de los modelajes pero no tienen sentido sin tener en cuenta la necesidad de la persona en ese momento.
El Bodymap sería una herramienta visual que representa una figura humana en tres planos promovida por Laetitia Hanser. Esta herramienta es un documento dinámico que permite que el equipo de atención directa pueda comunicar y conocer las diferentes formas de ponerse en contacto con cada persona, las áreas que a cada persona le resultan dolorosas o en las que hay que ir con cuidado por diferentes razones. Su creadora no hace referencia a ello, pero creo que también habría que compartirla con el cuidador/a informal (familiar, tutor/a legal) que seguro puede arrojar luz sobre muchas cuestiones ligadas a su biografía respecto a cómo y dónde le gustaba ser tocado/a.
En ellas se representa 3 tipos de sensibilidad.
• Una zona verde para lugares donde la persona evidencia comunicativamente que se le puede tocar fácilmente,
• Una zona naranja para los lugares donde podemos
tocar con ciertas precauciones,
• Una zona roja para los lugares donde se toca
es difícil para la persona (especificando que no son solo las zonas íntimas)
Karim, 10 años con parálisis cerebral infantil. Movimientos incontrolados cabeza y brazos; Espasticidad de las extremidades superiores e inferiores. Limitaciones para abrir brazos y piernas; No le gusta que le toquen en sus manos, ni en su cara. Deformación en la espalda (escoliosis), use un corsé en su silla de ruedas
Cartografía corporal
•Áreas ya estimuladas o solicitadas
•Zonas sensibles
Cartografía corporal
• Zone activa: parte del cuerpo con control motriz
• Dolor, disconfort severo
• Sensación de humedad; no está bien seco
->necesita mucha información sensorial con presión
• Sensación de hormigueo
-> necesita mucha información sensorial;
rítimicas, presiones + -> ++ -> +++ y profundas (por ejemplo: 40 minutos de contacto elimina el hormigueo y el cuerpo se delimitad durante aproximadamente 2 horas)
• Zonas para las que no hay solicitud de contacto físico
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