UNIDAD DE HOSPITALIZACIÓN



1. UNIDAD DE HOSPITALIZACIÓN:

1.1. La habitación del paciente
Se denomina unidad del paciente al conjunto formado por el espacio de la habitación, el mobiliario y el material que utiliza durante su estancia en el centro hospitalario.

En las habitaciones individuales, se considera unidad del paciente a todo el contenido y el espacio físico de la propia habitación. En las habitaciones con varias camas, cada unidad puede aislarse mediante biombos o cortinillas para asegurar y respetar la intimidad de la persona.

En una unidad de hospitalización habrá tantas unidades del paciente como número de camas.

La cama sirve para acoger al paciente, por lo que debe estar en perfectas condiciones de conservación y mantenimiento, para que este se sienta más cómodo. Debe estar provista con toda la ropa que sea necesaria.

Se coloca en la habitación de manera que tenga tres de sus lados libres, para facilitar el trabajo del personal sanitario (cambios posturales, aseo del paciente, aplicación de cuidados, etc.).

Se dispone de forma que el cabecero esté en contacto con la pared, pero sin que se ubique debajo de la ventana, ni próxima a la puerta (para no impedir el acceso a la habitación o al aseo).

Es importante que sean articuladas, con un plano regulable en altura (con tren elevador) y fácilmente manejables y desplazables, por lo que van provistas de ruedas.

El número de camas por habitación o número de unidades del paciente varía de un hospital a otro. 

Hay centros que tienen gran número de habitaciones individuales, mientras que otros solo cuentan con alguna, siendo la gran mayoría de las salas de dos o tres camas. 

Con la apariencia de un centro de salud, el de Formentera no es un hospital normal. Según los datos proporcionados por el Área de Salud de Ibiza y Formentera, es el tercer hospital más pequeño de España, con 12 camas destinadas a ingresos hospitalarios más seis de observación para atender una población que supera los 12.000 habitantes, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

La situación ideal es poder disponer en cada planta o control de enfermería de habitaciones individuales y de habitaciones compartidas, para utilizar una u otra modalidad en función de las características de los pacientes.

Las habitaciones individuales deben preservarse para el aislamiento de los pacientes que presenten las siguientes patologías:

  • Estado de salud grave en general.
  • Enfermos con patologías infecciosas.
  • Operados con riesgo de ser contagiados.
  • Inmunodeprimidos.
  • Enfermos que pueden molestar a otros debido a problemas psíquicos, etc.


1.2. La cama del paciente


El objetivo de la cama hospitalaria es favorecer el bienestar general del paciente y satisfacer su necesidad de descanso y sueño. Por lo tanto, es importante mantener la ropa de cama limpia y sin arrugas, con el fin de que proporcione comodidad al usuario y le permita moverse sin sensación de agobio.

Para contribuir a favorecer el descanso del paciente, la habitación deberá estar limpia, sin malos olores, sin ruidos ni estímulos molestos y con unas condiciones ambientales apropiadas. Desde el punto de vista psicológico, el descanso se verá favorecido con intervenciones de enfermería que disminuyan la ansiedad.

Deben tenerse en cuenta unas normas generales para el arreglo de la cama y conocer los procedimientos concretos que se emplean en cada situación. 
En el siguiente enlace, puede comprobar entre otros paso a paso cómo se hace una cama vacía y una cama ocupada, respectivamente.

1.3. Proceso de acogida del paciente
Todo cambio en el estado de salud de una persona, máxime si va asociado al ingreso en un centro hospitalario, puede producir en ella y su familia sentimientos de miedo, ansiedad e incertidumbre. La entrada de un nuevo usuario en un centro de atención sanitaria es un momento estresante, principalmente por los cambios que esta situación ocasiona en su cotidianeidad y porque suele estar asociado a un empeoramiento de la salud y a la incertidumbre

El primer contacto con los profesionales sanitarios es un momento clave que puede condicionar la actitud del paciente y de su familia durante el resto de la hospitalización, e influir considerablemente en su grado de satisfacción. Por ello, la interacción que se establece en el proceso de acogida ofrece oportunidades para desarrollar la relación de confianza profesional-paciente, facilitando la comunicación entre ellos, así como su integración en el entorno hospitalario.

Cuando el usuario llega al centro, cada uno de los miembros del equipo profesional deberá conocer cuáles son sus funciones en relación a la recepción y acogida del paciente, ya que previamente han sido concretadas en su protocolo individualizado. De este modo, existirá un profesional que será el encargado de recibirlo, mostrarle las instalaciones, y presentarle a los profesionales encargados de su cuidado y a los compañeros con los que compartirá su estancia en el centro hospitalario.

Su desarrollo deberá centrarse en una serie de aspectos fundamentales, como la empatía, el respeto y la comprensión, reforzado por actitudes de tolerancia y falta de prejuicios que faciliten la comunicación y generen en el paciente un clima de seguridad y confianza hacia las personas que le atienden y hacia la institución a la que acuden para su asistencia.

Cada uno de los miembros del equipo interdisciplinar realizará una valoración en base al ámbito competencial que su perfil determine a través de entrevistas personales, realización de tareas y aplicación de las escalas estandarizadas.
Ver para saber mas sobre valoración integral:

1.4. Técnicas de movilización y transporte de pacientes 
La movilización y transporte de los pacientes deben ser realizados siguiendo unos principios generales o normas mínimas establecidas para disminuir los riesgos y favorecer la comodidad de la persona y de los profesionales que realizan los movimientos.
- Consultar diferencia entre movilización y transferencia
Principios generales
  • Antes de mover a un enfermo hay que asegurarse de que no está contraindicada su movilización o transporte, e informarse de las condiciones que puedan modificar el procedimiento (su estado de salud, su capacidad de colaboración, si requiere de algún elemento externo para su movimiento o traslado…).
  • Lavarse las manos y si es necesario, colocarse guantes.
  • Explicarle el procedimiento a seguir y buscar su colaboración en la medida de sus posibilidades.
  • Realizar los movimientos del paciente con una buena coordinación por parte de los profesionales (“a la de tres”), evitando movimientos bruscos y protegiendo su seguridad (frenar la cama o la silla de ruedas para estabilizarla antes de la manipulación).
  • Adoptar una posición correcta para conseguir la mayor eficacia posible y evitar lesiones, proporcionando una base amplia de apoyo, manteniendo separados los pies unos 30 cm, con las piernas dobladas y el abdomen contraído, manteniendo la espalda lo más recta posible.
  • Reducir al mínimo el roce entre el paciente y la superficie en que se encuentra, solicitando ayuda de otros compañeros o utilizando medios mecánicos, siempre que sea necesario.
  • Sanitario prestando ayuda en movilización
  • En el traslado, la sujeción del paciente debe ser firme para evitar posibles caídas y se prestará especial atención a los accesorios terapéuticos que utilice (sueros, sondas, oxigenoterapia…). Se le acomodará con almohadas y ropa de cama adecuadas preservando siempre su intimidad y evitando cualquier exposición innecesaria.
  • En los desplazamientos, el profesional sanitario siempre va detrás de la cabecera del paciente y los pies de éste van por delante. Se prestará especial atención al entrar en el ascensor (primero pasa la cabecera del paciente y el sanitario camina hacia atrás), al salir del mismo (primero salen los pies del paciente) y al descender una rampa (nos colocaremos delante del paciente y de espaldas a la pendiente).
  • Evitaremos dejar al paciente en los pasillos o en lugares donde haya corrientes de aire, o cualquier otro peligro que pueda afectar a su integridad.
  • Para llevar a cabo tanto la movilización como el transporte del paciente, habrá que tener en cuenta el estado del mismo y la capacidad de colaboración que presenta:

Colabora: movilización activa

- Movilización hacia la cabecera:
El paciente se agarrará a la cabecera al tiempo que flexiona las piernas y hace hincapié con los talones.
El sanitario ayudará colocando un brazo debajo de los hombros y otro debajo la cintura.
- Colocar en decúbito lateral:
El sanitario se coloca en el lado hacia donde va a movilizar.
Con una mano en el hombro del paciente y la otra en la cadera, se le hace girar hacia sí, colocando la pierna superior doblada y ayudándose de almohadas para mejorar la sujección de la postura.

- Sentar al paciente al borde de la cama:
El sanitario se coloca en el lado hacia donde va a movilizar.
Una mano debajo de los hombros y otra rodeando la cadera.
Hacer girar la cadera dejando las piernas colgando al tiempo que eleva el tronco del paciente, teniendo cuidado por si se siente mareado.

Traslado a sillón o silla de ruedas:
Se colocara el sillón cerca de la cama.
Se acercará al paciente al borde de la cama y se colocaran zapatillas, batín, etc.
El sanitario frente al paciente le agarra de la cintura y el paciente apoya sus manos en los hombros, hasta ponerlo en pie.
Se girara al paciente y se le sentara en el sillón, procurando que el movimiento sea suave y sin brusquedad

No colabora: movilización pasiva
Si el paciente no colabora es recomendable que haya dos sanitarios, e incluso cuando las necesidades lo requieran, hacer uso de materiales externos como grúas mecánicas.

Sentar al paciente en su cama:
Se colocan cada sanitario a un lado de la cama, frente al paciente.
Introducen un antebrazo por debajo del hombro del paciente y el otro por debajo del muslo.
Toman al paciente sujetándolo y lo levantan hasta la posición deseada.

Movilización con ayuda de sábana:
Se coloca bajo el paciente una sábana doblada, que sobresalga de sus hombros y llegue a sus muslos (entremetida).
Se enrolla por los laterales y se sujeta con fuerza para levantarla y moverla con el paciente encima, hacia cualquier lado de la cama, evitando las fricciones.

Movilización con grúa:
Colocar el arnés bajo el paciente bien encamado o bien sentado, haciéndolo girar lateralmente hacia un lado y posteriormente hacia el contrario, y pasar las bandas del arnés por debajo de las piernas, entrecruzándolas.

Acercar la grúa al lugar donde se encuentra el paciente y sujetar las bandas al brazo de la grúa, para elevarlo lentamente y poder desplazar al paciente al lugar deseado.

En caso de pacientes con fractura de cadera, es conveniente sujetar la pierna afectada o colocar una almohada entre las piernas para mantener la alineación de las mismas y restarle dolor.

Para ayudar a entender las diferentes maneras de movilizar al paciente de forma segura, tanto para el mismo como para las personas que lo movilizan, podemos consultar los videos de este enlace.

1.5. Procedimiento de alta de un paciente
El procedimiento de alta de un paciente consiste en su salida de la unidad hospitalaria. Esta situación se puede producir de tres maneras diferentes:
  1. Alta hospitalaria: conjunto de actividades que se realizan para favorecer la continuidad de cuidados al paciente y familia fuera del medio hospitalario, coordinándolas con otros profesionales sanitarios si fuera necesario.
  2. Alta voluntaria: conjunto de actividades que se realizan cuando el paciente expresa su deseo de abandonar el hospital o se niega a recibir el tratamiento prescrito, en contra de la opinión facultativa.
  3. Alta por defunción: conjunto de actividades que se realizan tras el fallecimiento del paciente.
El principal objetivo del alta es que el paciente regrese a su hogar en las mejores condiciones posibles, asegurándose la continuidad de los cuidados que precise.

En el plan de alta se debe facilitar, tanto al paciente como a los familiares a su cargo, la información verbal y escrita de los cuidados que se deben seguir llevando a cabo en el domicilio. De esta forma, al abandonar el centro hospitalario, el paciente debe disponer de:
  • Informe de alta de enfermería.
  • Informe médico de alta.
  • Medicación (si precisa).
  • Registros de enfermería.
  • Medio de traslado adecuado (silla de ruedas, camilla, etc.).
Tareas:
CASO PRACTICO:

Karmentxu es una paciente de 54 años que ha sido recientemente operada de una pierna y necesita ayuda para movilizarse desde la cama al sillón. Llega la hora de comer y el facultativo correspondiente ha recomendado que coma sentada para facilitar su autonomía. A partir de esta situación, describa los pasos a seguir a la hora de ayudar a la paciente a sentarse en el sillón, teniendo en cuenta que puede colaborar parcialmente en los movimientos.  

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