Fomento de la adaptación a la institución de las personas dependientes:

Fomento de la adaptación a la institución de las personas dependientes: 

En este primer apartado de este primer bloque de contenidos vas a poder conocer y reflexionar sobre ciertas características que definen la importancia del fomento de la adaptación a la institución de las personas dependientes a la vida en la institución social (centro residencial, centro de día, vivienda tutelada…) y a través de varios casos prácticos podrás analizar los factores que favorecen o dificultan la adaptación, así como los apoyos y estrategias de intervención durante el periodo de adaptación.
El cambio de residencia y la pérdida de autonomía  son por sí mismas situaciones o acontecimientos vitales estresantes. Para superar el duelo propio de los cambios y que éste no sea patológico, se requiere:

1) que acompañemos a la persona en la activación de recursos propios y en el desarrollo de ciertas competencias y habilidades sociales 
2) un contexto social y físico adaptado a sus necesidades (calidad de la escucha y de las relaciones profesional-residente; espacio físico hogareño, estimulante, orientador…)
3) la participación en actividades socioculturales 

Todo ello va a favorecer:
a) la adaptación, la integración social, la autonomía, el bienestar y la calidad de vida de la persona residente recién llegada al centro
b) que disminuya la frecuencia y la intensidad de ciertas conductas problemáticas (agitación, alucinaciones, delirios, heteroagresividad, autolesiones, pasividad, docilidad…), dado que la conducta responde a principios de causalidad (tiene una causa), motivación (algo la precede) y finalidad (propósito)

Alfredo tiene 90 años. Es viudo y presenta desde hace un año una importante pérdida de visión y audición. Es usuario del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) de su Ayuntamiento, 2 horas diarias las mañanas de lunes a viernes. Sin embargo, su estado de salud ha empeorado en los últimos meses (un ictus). Ha tenido cuatro caídas en un mes. Y necesita un andador para desplazarse. Su hija le ha convencido a regañadientes y ha decidido que es conveniente que un centro residencial es el recurso más adecuado dada su situación física actual y el estado de su vivienda en la que se considera complicado las adaptaciones físicas oportunas. Mikel, el profesional de atención sociosanitaria designado como persona de referencia para Alfredo le observa muy apático estas primeras semanas. Ha comunicado al equipo interdisciplinar que voluntariamente Alfredo no establece relación alguna con los demás residentes o con otros profesionales del centro, que tiende al aislamiento social y que cada vez que se le invita a participar en actividades comunes protagoniza ciertos comportamientos que su hija califica como extraños y muy raros en él (gritos, insultos, resistencia, objeciones, etc). ¿Cuáles pueden ser la causas que crees dificultan las relaciones sociales de Alfredo dentro de la residencia y que provocan su comportamiento? ¿Crees que se debe a una falta de habilidades sociales o a unas serie de factores que interfieren (ciertas características personales, el ambiente o contexto? 
En la mayoría de las personas que necesitan acompañamiento o apoyo para la realización de sus cuidados personales y en las Actividades de la Vida Diaria (AVD), el momento del ingreso en la institución suele ser delicado. El hecho de tener que adaptarse a nuevas normas, rutinas y estilo de vida de este nuevo contexto de convivencia resulta complicado en sí mismo, provocando, la suma de todas estas circunstancias, sensaciones de estrés. La persona que ingresa en una institución social de este tipo lo hace debido a que tiene limitaciones en la autonomía, en algún grado. Pero antes de nada vamos a recordar algunos conceptos y vamos a reflexionar un poco…. 
Uno de los principios rectores de la Atención Centrada en la Persona (ACP) es el derecho a ejercer su autonomía. El término autonomía proviene de los vocablos griegos auto y nomos (ley) y significa la facultad humana para gobernar las propias acciones y conducir la propia vida con libertad. La autonomía tiene que ver con la voluntad, en el sentido de gozar de intención independiente; se trata de una propiedad mediante la cual la voluntad constituye una ley por sí misma. La LAPAD, mal llamada Ley de Dependencia, define la autonomía como "la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria”. El antónimo de autonomía no es, como a veces se entiende, la dependencia, sino que es la heteronomía, que se produce cuando son otras personas quienes toman decisiones que afectan a nuestra vida cotidiana. La dependencia fue definida por el Consejo de Europa en 1997 como “la situación en la que se encuentran aquellas personas que, por razones ligadas a la falta o a la pérdida de capacidad física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de una asistencia y/o ayuda importante para la realización de las actividades de la vida diaria”. Esta conceptualización fue recogida y ampliada por la LAPAD y en ella se define la dependencia como “el estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria (ABVD) o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal” 

La dependencia, por tanto, es una situación grave de necesidad de apoyos, lo que no quiere decir en modo alguno que todas las personas con necesidades de apoyos sean completamente dependientes. Por otra parte, aunque sí existe relación entre dependencia y edad, no cabe identificar dependencia con avanzada edad, porque la mayor parte de las personas mayores no están en situación de dependencia. El antónimo de dependencia es independencia. La independencia es la situación en la que la persona mantiene preservada su capacidad funcional para realizar las actividades de la vida diaria. La heteronomía se refiere a la cualidad de aquellas personas que son regidas por un poder ajeno a ellas. Es decir, cuando son, otras las personas que toman decisiones que afectan a su propia vida (decidir dónde y con quien vivir, cómo vestirse y peinarse, la hora de levantarse o comer). 

Veamos algunos ejemplos…. 
"Me llamo Francisco Iribar. Tengo 81 años. Todo el mundo me conoce como Ttiku. Yo vivía en mi pueblo de siempre, Hondarribia, hasta que me quedé viudo. Quería seguir viviendo en el caserío porque, aunque con achaques, me valgo solo todavía y me arreglo con las cosas de casa. Aprendí a hacerlo durante la enfermedad de mi mujer. Pero mi hija y mi hijo, que viven en Donostia, se reunieron con la trabajadora social y me comunicaron que habían decidido “por mi bien” que dejara el pueblo y me fuera a vivir por temporadas a la casa de cada uno de mis hijos. Y no me atreví a contradecirles… Echo mucho de menos a mis vecinos, mi huerta, mis gallinas… mis costumbres" Ttiku, 81 años, es independiente pero heterónomo. 
"Me llamo Ciriaca Gomez. Nací en un pueblecito de la provincia de Valladolid y con 10 años me vine a trabajar a Irun. Vivo sola en Irun. Cuando me recuperé del ACV (accidente cerebrovascular) que tuve me quedaron algunas secuelas. Me dieron un grado de dependencia II. Mi familia quería que aceptara la propuesta del PIA (Plan Individualizado de Atención) elaborada por los servicios sociales, e irme a vivir a una residencia, pero yo dije que no, que no salía de mi casa. Pedí recibir el SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio) y acudir a un centro de día, pero que se acordara conmigo cómo y cuándo porque creo tener derecho a participar. Al final, firmé otro PIA en el que acordamos un SAD diario, la Teleasistencia y acudir una vez a la semana a un centro de día. También me hicieron recomendaciones que me vinieron muy bien para realizar una pequeña obra en mi baño. Mi hijo me trae muchas comidas hechas por él y mis amigas me acompañan a pasear por el centro… " Ciriaca, 87 años, tiene una situación de dependencia pero es autónoma en la toma de decisiones

Cuando un nuevo residente ingresa en la institución, el/la profesional de la atención sociosanitaria debe hacerse las siguientes preguntas: ¿quién es?, ¿de dónde viene?, ¿qué necesita?, ¿cómo se puede facilitar el proceso de su adaptación al nuevo entorno?, ¿de qué forma saludable conseguirá ajustarse a este nuevo contexto de vida? 
Colocar la persona en el centro: Para lograr estos fines se necesita un trabajo de diálogo con cada persona o con sus familiares sin la persona no puede expresarlo por sí misma. Este diálogo será una parte indispensable del quehacer cotidiano del/de la Profesional de Atención Sociosanitaria (PASS) en la acogida de un nuevo residente. Todo el equipo interdisciplinar debe contemplar una visión amplia de la persona, más allá de la identificación de indicadores de pérdida, y se recopilarán datos biográficos, recuerdos cargados de emociones positivas, etc., puesto que los propios residentes, en función de su edad, posibilidades y desarrollo de la enfermedad, trastorno o deficiencia limitante, deben ser parte activa en el proceso de ajuste al centro. Una de las grandes diferencias entre la intervención de la beneficencia y la que se pretende en los actuales servicios sociales, es la de establecer un plan de caso (proyecto vital, PIA, PAI…..); es decir, una intervención distinta para cada persona interna en este recurso social. 
Debemos practicar la atención socio-sanitaria lejos de aquel paternalismo que envolvía las viejas instituciones, huyendo de la idea de colocar a la persona dependiente en un centro como la última salida y nada más. 
Por el contrario, supone concebir la unidad residencial (residencia, unidad de estancia diurna, centro de día, etc.) como un contexto de desarrollo adecuado; el lugar desde donde la persona trabaja para fomentar su independencia. 
Y para conseguirlo ofrecemos servicios especializados, interdisciplinares de enfermería, atención médica, rehabilitación, atención psicosocial,… entre otros, con el objetivo de recuperar o, al menos, mantener por el mayor tiempo posible en el individuo un grado de desempeño autónomo en su vida cotidiana. 

El ambiente físico y el contexto social del centro puede contribuir a que la persona sea más dependiente o más autónoma y puede facilitar o complicar el proceso de adaptación del usuario/a. 
Asimismo, la calidad de las relaciones entre los residentes, o incluso entre las personas residentes y el personal cuidador, facilita o dificulta la adaptación personal. 
Debido a que el entorno influye directamente en el pronóstico de autonomía, el equipo profesional valora el contexto y lo modifica, de modo que las condiciones residenciales se adapten a la situación funcional y cognitiva de los usuarios. 
Así, el espacio material y personal se modifica para atender a las distintas situaciones de dependencia. 

Los/as profesionales de atención directa intervienen sobre las condiciones materiales del centro y atiende a las necesidades individuales (fisiológicas, psicológicas y sociales) que presenta cada persona residente. 
“Las personas profesionales del centro residencial deberán adoptar las siguientes medidas oportunas para facilitar el proceso de acogida: a) Diferenciar el preingreso, el ingreso y la adaptación. b) Recabar la documentación necesaria antes del preingreso propiciando el conocimiento mutuo y el intercambio de documentación. c) Ofrecer un canal de comunicación claro entre el centro residencial y la persona usuaria, su familia, persona de referencia o representante legal. d) Informar sobre las características y funcionamiento del centro residencial. e) Facilitar la toma de decisión por parte de la persona usuaria o su representase legal. f) Minimizar los efectos adversos del cambio de domicilio y entorno relacional. g) Conocer a las o los profesionales que le van a atender inicialmente y personas con las que más estrechamente va a convivir. h) Conocer los espacios de uso personal y los comunes de uso cotidiano. i) Establecer los canales de comunicación, favorecer la expresión de sus sentimientos y tranquilizarle mediante la generación de confianza y seguridad. j) Realizar la evaluación de necesidades, informando de los resultados a la persona usuaria o su rrepresentante legal. k) Con los datos aportados por la evaluación de las necesidades, elaborar el Plan de Atención Individualizado (PAI), cubriendo las actividades y programas de la cartera de servicios y marcando los objetivos asistenciales. l) Realizar y asegurar el Plan de Cuidados básicos inicial ajustándolo para la fase de atención continuada. m) Evaluar la adaptación de la persona usuaria al centro al finalizar el plazo de los tres meses posteriores a su ingreso. n) Indicarle el nombre de la persona que, inicialmente, será su profesional de referencia en el centro residencial, sin perjuicio de que, en una fase posterior, y atendiendo a sus especificidades y, en lo posible, a sus preferencias y afinidades, se pueda designar a otra persona profesional como referente”*
*Extracto del DECRETO 126/2019, de 30 de julio, de centros residenciales para personas mayores en el ámbito de la Comunidad Autónoma del País Vasco (Art. 30, pág. 20). https://www.euskadi.eus/y22-bopv/es/bopv2/datos/2019/09/1904108a.pdf 
















Otras dificultades vienen derivadas de ciertas características personales (biológicas, psicológicas y sociales): Algunas enfermedades de tipo orgánico complican la situación que personas las personas residentes. En los casos de personas con movilidad reducida debidas a diferentes patologías, la persona residente tiene que encontrar las oportunas adaptaciones que garanticen un entorno seguro y accesible. Los centros residenciales para personas mayores deberán contar con la gama necesaria de productos de apoyo, y en número suficiente, para la atención y la movilización de las personas con movilidad reducida. Por otra parte, hay que tener en cuenta que ciertos fármacos pueden presentar ciertos efectos secundarios de ciertos tratamientos farmacológicos (somnolencia, mareos, vértigo, visión borrosa, xantopsia (visión amarilla), excitación nerviosa, falta de concentración, trastornos del humor …) que pueden afectar al desempeño funcional o estado del ánimo del recién llegado a la institución. En los casos más leves de desorientación se trata de que el ambiente físico facilite la adaptación y orientación espacial y personal. Colocando relojes en la pared, calendarios con caracteres de gran tamaño o cuidando que las instalaciones se encuentren bien iluminadas y con la señaléctica adecuada a sus necesidades, por ejemplo, atendemos las necesidades relacionadas con los factores psicológicos. En caso de episodios de confusión mental o los estados de agitación que pueden aparecer en casos de demencia el/la profesional sociosanitario tiene que tener habilidades y competencias para prevenir y no incrementar el malestar psíquico que se deriva de dichos estados mentales, por ejemplo exigiendo que realicen algo o que se comporten de una determinada manera que excede sus capacidades Quizás las características del entorno físico eleva la frecuencia o intensidad de estos episodios de malestar psíquico y una inadecuada organización (o inexistente) de las actividades está directamente relacionado con la aparición de estos estados de agitación y confusión. 
Los problemas de conducta influyen negativamente en la adaptación a la vida dentro de la institución. En algunos casos, la incapacidad de la familia para controlar tales comportamientos ha sido lo que ha motivado el ingreso. La existencia de estas conductas problemáticas previas suelen ser un predictor de dificultades en la adaptación. Nos referimos a la manifestación de alteraciones previas del tipo: 
 Respuestas agresivas dirigidas hacia sí mismo (autolisis), hacia los demás y hacia los objetos (heteroagresividad) 
 Conducta desobediente, necesitando tener el control, mostrándose desafiantes con las normas y disconformes con la atención recibida. 
 Rabietas, que pueden responder con agresividad (heteroagresividad, autolisis y léxico ofensivo) ante la más mínima señal de frustración o cuando se les contradice. 
 Conciencia moral poco desarrollada, como si no mostraran arrepentimiento, culpa o responsabilidad sobre sus actos 
 Dificultades para desarrollar la confianza mutua y dejarse atender por otras personas. 
 Resistencia al contacto físico, sin poder recibir las muestras de afecto. Estas y otras alteraciones o conductas problemáticas pueden aparecer en ciertas personas con discapacidad intelectual y/o con trastornos mentales graves y no siempre pueden explicarse como expresión de la discapacidad o el trastorno, si no que suele referirse a que algo del ambiente (físico y/o social) no se ha adaptado o no se está adaptando a las necesidades de la persona. 

Los desórdenes pueden ser provocados por razones muy diversas; incluso en la misma persona pueden variar de un momento a otro, bien por algún desajuste emocional o por la frustración de no sentirse comprendido, consecuencia de las limitaciones comunicativas y falta de habilidades sociales. 

Por habilidad social entendemos la capacidad que tiene una persona para desenvolverse de forma exitosa en la interacción con otras personas y ajustarse en su medio social. Estas habilidades y competencias sociales, que favorecen la adaptación del individuo a su entorno, son el resultado del aprendizaje continuo que se produce a lo largo de toda la historia vital y es producto de las experiencias y modelos de relaciones humanas en los que el individuo ha participado. La conducta habilidosa está relacionada con la capacidad para expresar sentimientos, actitudes, deseos u opiniones, respetándose a sí mismo y considerando los derechos de los demás; también, cuando se adapta a la situación social en el que el intercambio comunicativo se realiza. De este modo, entenderemos que una persona posee un adecuado repertorio de habilidades sociales cuando consigue manifestar éstas y otras competencias comunicativas. 
Profesional de referencia poniendo en contacto a un nuevo residente con el resto de residentes de una unidad convivencial
Cuando se asume que la situación de dependencia requiere la atención especializada y se toma de decisión de internar en un centro, nos encontramos con un proceso de adaptación añadido. 

FACTORES QUE FAVORECEN LA ADAPTACIÓN
Entre otros tenemos que:
• Preparación previa al ingreso del usuario, explicarle las causas de su nueva
circunstancia, plantearle previamente cual va a ser su nueva situación.
Dejarle que exponga sus dudas, miedos… y tranquilizarle dándole el máximo
de información que solicite.
• Estado físico y psíquico óptimo del residente.
• Interés en el ingreso.
• Protocolo de acogida actualizado
• características del centro.
• Mayor o menor duración del ingreso.
• Grado de apoyo familiar.
• Profesional del equipo de asistentes
• Relaciones interpersonales fluidas y afectivas con el resto de compañeros y
profesionales del centro.
• Relaciones con la familia: Implicación y participación de las familias en las
actividades y vida del centro.
• Relaciones con la comunidad: Participación e integración en actividades
sociocomunitarias (fiestas locales, conferencias, seminarios, actividades de
las asociaciones de voluntariado).

FACTORES QUE DIFICULTAN LA ADAPTACIÓN
• Todo aquello que facilita y no se da es un factor que dificulta la adpatacion.
• La persona usuaria no haya sido informada de su ingreso, se siente
engañada y abandonada, crece el recelo
• desinterés en el ingreso
• Estado físico y psíquico del residente también puede resultar un hándicap
• Carecer de un protocolo de acogida implantado
• Sentir añoranza por la antigua vida, la familia, las relaciones sociales hace
que no se establezcan nuevos vínculos. 

Algunos de los factores que ayudan o dificultan ese proceso de adaptación son: 


 Enlaces a consultar: 
Preguntas de Repaso:

1. ¿Qué entendemos por habilidad social?
2. ¿Se nace o se hace habilidoso socialmente?
3. Pon ejemplos de conducta socialmente habilidosa
3. Justifica cómo la falta de habilidades sociales puede dificultar la adaptación de las personas recién llegadas al centro residencial, vivienda, centro de día...
4. ¿Cómo podría el/la profesional de atención sociosanitaria favorecer el desarrollo de ciertas habilidades sociales para favorecer su adaptación?
5. ¿Cuándo hablamos de contexto físico de la institución a qué nos estamos refiriendo? 
6. ¿Cuándo hablamos de contexto social de la institución a qué nos estamos refiriendo? 
7. ¿Cómo puede afectar negativamente el contexto físico y social de la institución al proceso de adaptación?
8. Pon ejemplos de cómo el contexto físico y social puede favorecer el proceso de adaptación
9. ¿Qué características (orgánicas y psicosociales) internas de la persona residente pueden dificultar su adaptación?
10. El conjunto de comportamientos que nos permiten actuar con eficacia en las relaciones sociales se llama....
a) características sociales
b)habilidades de comunicación
c)habilidades sociales
d) conductas prosocializadoras

11. Los componentes de las habilidades sociales de las habilidades sociales son:
a) Físicos
b) Psicosociales
c)  Conductuales, cognitivos y fisiológicos
d) a y b son correctas

12.Los factores que influyen en la adaptación e integración social de una persona residente en la vida del centro son:
a) características personales
b) ambiente físico y contexto social
c) habilidades sociales
d) todas son correctas

13. Uno de los cambios y pérdidas que se producen cuando la persona ingresa en una institución son… Señala la respuesta correcta. 
a) Pérdida de familiaridad: deja su casa, sus costumbres… 
b) El nuevo entorno mejora su capacidad de orientación. 
c) Depresión
d) Empeoramiento de su salud física

14.- Uno de los factores que favorecen la adaptación a la institución es…Señala la respuesta correcta.. 
a) Mayor vulnerabilidad física y emocional. 
b) Contexto ambiental y social adaptado a sus necesidades 
c) Falta de independencia e intimidad.
d) Gran carta de servicios

15. - Señala la respuesta correcta. 
a) El ambiente físico puede contribuir a que la persona sea más autónoma y tenga mayor calidad de vida 
b) El ambiente físico es el contexto social 
c) El ambiente físico es independiente de la autonomía y de la calidad de vida
d) a y b son correctas

16. Respecto al desarrollo de las habilidades sociales en las personas mayores dependientes…..(señala la opción incorrecta) 
a) Las habilidades sociales facilitan que se desenvuelvan con éxito en la interacción con otras personas
 b) Las habilidades sociales no se pueden perder, son innatas y se mantienen durante todo el ciclo vital
 c) Las habilidades sociales facilitan su adaptación al entorno de la institución 
d)  las habilidades sociales se resumen en hacer amigos.

20.- Las habilidades sociales contienen …. 
a) componentes observables, verbales y no verbales, componentes cognitivos o emocionales y fisiológicos 
b) conductas y pensamientos 
c) Elementos físicos, psíquicos e intelectuales
d) b y c son correctas

21. La heteronomía se refiere a 
a) la cualidad de aquellas personas que son regidas por un poder ajeno a ellas. 
b) cuando son, otras las personas que toman decisiones que afectan a su propia vida (decidir dónde y con quien vivir, cómo vestirse y peinarse, la hora de levantarse o comer)
c)a aquella persona que se encuentra en una situación permanente que le impide llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria y por consiguiente precisa ayuda importante de otra u otras personas para realizarlas.
d) a y b son correctas

21. Factores que podrían estar dificultando la adaptación de Alfredo y que podrían explicar el cambio de comportamiento de la persona residente (   siente rechazo -ambiente físico-centros con capacidad superior a 90 plazas- contexto social- de habilidades sociales-orgánicas-duelo por la pérdida de autonomía-psicosociales-centro alejado del entorno de la persona residente- profesionales poco flexibles y que no promueven la participación- infantilización en el trato-

1. Externos o ajenos a la persona dependiente
a) ...................................... Por ejemplo:  
b) ...................................... Por ejemplo:

2. Internos o propios de la persona dependiente
        a) ...........................
        b) .......................................... Por ejemplo:
        c) Falta de .............................. Por ejemplo:


22. 


23. ¿Verdadero o Falso?
1. Si el fin es colocar a la persona en el centro, no es necesario el diálogo con las personas residentes
2. El ambiente físico puede contribuir a que la persona sea más autónoma y tenga mayor calidad de vida
3. Uno de los factores que favorecen la adaptación a una institución es la participación e integración en actividades sociocomunitarias
4. Una de las funciones del/de la PASS en el acompañamiento es la función socializadora, la cual consiste en trabajar las habilidades sociales de la persona dependiente y fomentar la realización de actividades de ocio y tiempo libre.
5. Las habilidades sociales no se pueden perder, son innatas y se mantienen durante todo el ciclo vital
6.  Existen ciertos factores personales como el historial de conductas problemáticas, la falta de habilidades sociales y una red social y familiar escasa y de baja calidad que pueden predecir la buena adaptación del usuario/a al centro residencial
7. Pedir ayuda, presentarse, y asearse son habilidades sociales
8. Uno de los principios de la conducta humana nos recuerda que toda conducta está motivada por algo.
9. Tomar ciertos medicamentos que alteren la conducta de las personas usuarias y/o su estado de ánimo podría dificultar su adaptación a la institución
10. Entre los factores que dificultan la adaptación de una persona dependiente a la institución destacan ciertas características personales y comportamentales así como  la escasez de relaciones familiares y sociales
11.  En relación con los elementos materiales del entorno físico o ambiente el tablero de orientación hace referencia a aquel elemento que recoge información básica sobre la fecha, la estación del año, lugar, actividades del día, entre otros.
12. Entre las características del usuario/a que pueden facilitar o dificultar el proceso de adaptación destacan las características psicológicas, las biológicas y las sociales
13.  El ambiente físico y el contexto social del usuario/a no dificultan en ningún caso la adapación del mismo a una institución sociosanitaria
14.  La disposición del mobiliario, por ejemplo, puede favorecer o dificultar las relaciones sociales. Como medida ambiental que favorece en las actividades grupales participativas se sugiere utilizar sillas de pala alineadas para favorecer la concentración en la tarea individual
15. Una de los cambios o pérdidas que se producen cuando la persona ingresa en una instituciones la pérdida de familiaridad: deja su casa, sus hábitos, sus costumbres….
16. La dependencia se refiere a la cualidad de aquellas personas que son regidas por un poder ajeno a ellas. Es decir, cuando son, otras las personas que toman decisiones que afectan a su propia vida (decidir dónde y con quien vivir, cómo vestirse y peinarse, la hora de levantarse o comer). 

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